“Corrupción sistémica”. El título y el entrecomillado no proceden de este articulista, es como ha denominado el juez instructor lo que ha venido urdiendo el Barça desde hace décadas en el seno del fútbol español, al que ha carcomido desde su centro hasta la última brizna. Vamos a intentar ser didácticos, especialmente para los muchos barcelonistas que pululan por calles o redes sociales y que apelan a una supuesta ausencia de pruebas como total eximente de culpabilidad. Las diligencias actuales y el informe se basan en indicios evidentes y, en base a ellos, el juez que instruye la causa le pide a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del estado encargados que investiguen más y que consigan más pruebas que determinen la veracidad de las distintas líneas de investigación. Por eso se requerirán los informes de Enríquez Negreira (inexistentes según el que debería haber sido su autor) y todo tipo de documentación, al Barça y a otras muchas instituciones. El juez no ha determinado que el Barcelona es culpable, entre otras cosas porque no puede. Cuando termine su investigación, redactará un informe, adjuntará todas las pruebas, señalará como investigado a quien considere necesario y enviará la causa a otro juzgado que, tras el juicio oral, dictará sentencia.
Es falso, además, que el informe del juez instructor no contenga pruebas. Contiene una tonelada de las mismas entre declaraciones, documentos y facturas, y todas apuntan en la misma dirección. De lo que no hay constancia por el momento es de la compra de un partido o un árbitro concretos. Pero al ser sistémica, la corrupción busca controlar todo el proceso, no solo su último resorte. Para que lo comprendan los ‘nopruebistas’ culés, cuando la Mafia quiere hacerse con una obra, soborna al concejal de urbanismo del pueblo, no paga directamente a todos los arquitectos, aparejadores y obreros del municipio. Comprando al jefe, te aseguras de que sus subordinados cumplirán las órdenes pertinentes.
De la corrupción sistémica hay numerosísimos indicios y pruebas. Por ejemplo testimonios de exárbitros de la existencia del índice corruptor arbitral, que decidía ascensos, descensos, internacionalidades, neveras y partidos del máximo nivel. Es decir, que de él dependía el dinero a percibir por los colegiados. Y que decidía directamente Enríquez Negreira.
Cuando la Mafia quiere hacerse con una obra, soborna al concejal de urbanismo del pueblo, no paga directamente a todos los arquitectos, aparejadores y obreros del municipio
No es necesario darle a un árbitro un extra de 10.000 euros por pitar en una determinada dirección. Si sabe que los 140.000 euros que cobra por temporada o que su parche con el logo de la UEFA (y correspondientes dietas) dependen de complacer a un superior que ha sido muy explícito sobre sus preferencias, el sistema ya se ha corrompido. Los hechos, tercos, demuestran que los árbitros que se equivocaron en determinada dirección medraron. Y que aquellos que no se plegaron al sistema o tuvieron la osadía de pitar lo que vieron en algunos momentos fueron triturados.
Fue muy ‘afortunado’ el Barcelona cuando estuvo más de dos ligas completas sin penaltis en contra. No solo no hizo ninguno (nos acordamos de unos cuantos claros) según Medina Cantalejo, jefe del CTA ahora y subordinado de Negreira como árbitro antes, es que también tuvo la inmensa suerte de que ningún árbitro se equivocó y le pitó en contra un penalti que no fuera. Pero sí muchos a favor. El increíblemente dispar saldo arbitral entre el Barça y cualquier otro equipo, y el abismo de los números que sufrió en ese periodo el Real Madrid suponen otro indicio más, evidente a los ojos de cualquiera. Durante la breve estancia de Velasco Carballo al frente de los árbitros, las cifras se ajustaron mucho más a la lógica. Es curioso que solo estuviera tres años presidiendo el CTA.
En cuanto a las diferentes líneas de defensa que ha usado el Barça y que repiten sus aficionados con el lógico nerviosismo del que ve que el círculo se cierra más y más, se pueden desmontar sin apenas emplear esfuerzo.
- Se pagó a Negreira por unos informes ya presentados. El propio Negreira negó la existencia de ningún informe de vídeo o escrito por su parte. Como mucho, asesoramientos verbales y sin constancia documental. Los informes del hijo de Negreira, los presentados por Joan Laporta, no se están juzgando, aunque podrían entrar en la causa paralela que el juez instructor ha pedido crear.
- Negreira no tenía poder en el CTA. Vicepresidente durante décadas, la teoría de que iba a comer sardinas o que era como un bedel de Valladolid es una falacia que se acredita con numerosas declaraciones de antiguos árbitros, un repaso a la hemeroteca y las propias palabras de Negreira y otros directivos.
- Lo han hecho todos. No, no existe ningún equipo más que pagara al vicepresidente de los árbitros en activo y durante décadas. Los denodados esfuerzos por intentar igualar este hecho con contratar a un árbitro recién retirado como delegado adquieren la categoría de ridículo.
- Se trata de un caso de blanqueo de capitales. La descacharrante teoría de que diferentes juntas directivas, con miembros completamente distintos usaron durante décadas al número 2 del arbitraje español para que algunos de los dirigentes del Barça robaran al club se cae por su propio peso.
- El Barça no es tan tonto como para emitir facturas por influir en los árbitros. La idiotez no exime del delito, pero en este caso lo más lógico es pensar que el Barça se sentía invulnerable. Si no fuera así, los propios mecanismos internos del club habrían señalado esta práctica como potencialmente peligrosa.
- Se pagó por neutralidad. El mismo argumento asume el intento de influir en el arbitraje, lo que supone corrupción por sí mismo. Ningún abogado se presentará en un juicio con una defensa que condena directamente a su defendido.
No quería olvidarme de mencionar a una parte esencial de esta corrupción sistémica; los medios de comunicación. La prensa observaba la pista central mientras el escándalo más grande de la historia del fútbol se cocía y se desarrollaba allí. Ocurría ante sus ojos durante años, con numerosos indicios que ahora engordan una causa que no deja de crecer. Pues lo que hizo con todo eso fue contribuir a la construcción de una realidad paralela, en la que el Real Madrid, objetivo de todo ese sistema corrupto, era disfrazado como su beneficiario. Por eso hay muchos aficionados (y no solo culés) que se niegan a aceptar que lo que les han hecho creer toda su vida es una gran mentira. Los madridistas nos hemos quejado durante años de un hándicap arbitral real. Y cabe pensar en qué interés tenían los periodistas en formar parte de esta maquinaria del fango, siendo la opción más lógica intuir que también había dinero de por medio. De hecho, a día de hoy, salvo honrosas excepciones, el silencio o el maquillaje del escándalo es lo más frecuente en la prensa deportiva.
Una última cosa: Una vez más, Mourinho tenía razón.
Getty Images.
El "catedrático" de Penal anoche en la COPE daba grima. Más les vale a los acusados tener abogados mejores...
Anda que escuchar a David Bernabéu ayer en onda cero... y aún decía que los sitios donde él trabaja o trabajaba para decir que no era empleado del robalona, como para querer dárselas de imparcial.
Sea como sea si tienen sanción va a ser a título personal de ciertos gestores que estaban en el Sobornalona y/o multa, es lo máximo que creo que les van a sancionar (si les sancionan), ni pérdida de títulos, ni descenso a segunda, ni suspensión o disolución de la persona jurídica ni nada.
"Sobornalona". Qué sonoridad. Qué maravilla.