Nada más lleno de ausencia que un estadio vacío

Buenos días. La frase con la que hoy titulamos este portanálisis es una greguería de Ramón Gómez de la Serna, que no conoció el coronavirus pero cuyo fértil ingenio para el chispazo poético y humorístico tantas veces resultó extrañamente visionario.

Sí, amigos, el coronavirus comienza a extenderse y las autoridades mundiales están tomando medidas inusitadas en tiempos de paz. En lo que toca al bendito fútbol, que es la materia de esta humilde página vuestra, esto se traduce en clausura temporal de campeonatos enteros, como ha ocurrido en Italia, donde cesa el fútbol hasta el 3 de abril, como mínimo. Otros deportes no son inmunes, claro está, y básicamente echan el candado también hasta que pase todo esto, que de un modo u otro pasará, o al menos lo hará la etapa de honda preocupación y desconcierto que se vive ahora.

En España, que es el campeonato que nos ocupa, hay una alta probabilidad de que los partidos de Liga comiencen a jugarse a puerta cerrada, o al menos que así sea cuando jueguen equipos procedentes de las zonas geográficas más afectadas. Se da la circunstancia de que la comunidad de Madrid recoge en torno a la mitad de los contagios registrados en el país, por lo que a esta hora es muy alta la probabilidad de que todos los partidos que dispute el Real Madrid se jueguen en efecto sin la presencia de público. Nada más lleno de ausencia que un estadio vacío, ya decimos que decía Ramón, no Álvarez de Mon en este caso sino Gómez de la Serna. Perdonadnos la broma inocente, pero en La Galerna nos proponemos seguir con el ejemplo del “business as usual” que engalanaba en dignos carteles los escaparates de las tiendas londinenses en lo más crudo del blitz.

Afortunadamente, aquí no se trata de ningún bombardeo, aunque lo extremo de estas medidas tenga caracteres casi bélicos. Desde La Galerna hacemos, en este sentido, lo único que cabe hacer, es decir, llamar a la responsabilidad y también a la calma. Son medidas extraordinarias diseñadas para frenar la diseminación de un virus brutalmente contagioso que, llegado al organismo de las personas de edad más avanzada y/o con problemas inmunológicos, puede por desgracia resultar letal. Se trata de protegernos a todos, y muy especialmente a quienes se encuentran en esa categoría, quienes ahora se encuentran especialmente asustados y que merecen todo el cariño del mundo en estos momentos difíciles. Se trata de controlar los contagios para que nuestro sistema de salud pueda dar abasto ante la magnitud numérica del problema, que no tiene precedentes. Si no se toman estas medidas extremas, los hospitales colapsarán.

Solo resta colaborar con las autoridades para luchar contra esta pandemia que, insistimos, puede tener consecuencias leves para la inmensa mayoría de los afectados pero fatales, por desgracia, para las capas más vulnerables de la población.

Protegeos y cuidaos sin entrar en pánico, amigos, y seguid con el business as usual que nos ocupa aquí, que es seguir al Real Madrid en su devenir por estadios repletos o vacíos (“Estadio: esqueleto de multitudes”, dijo también Ramón). Hay escenarios solo visualmente apocalípticos que son puro Real Madrid, pues no en vano fue en un Bernabéu vacío cuando Chendo le hizo el famoso túnel a Maradona.

Haced caso a lo que digan los que mandan, tomad las debidas precauciones y, en la medida de lo posible, seguid vosotros también con vuestros business as usual. La Galerna procurará acompañaros en ello, como siempre hemos intentado hacer.

Un fuerte abrazo para todos.