En esto del fútbol, tan debatible, estar convencido de algo es realmente complicado. Todos tenemos nuestra opinión y sobre todo nuestros gustos personales, y en esto cabe todo.
A mí Zidane me ha convencido. Me ha convencido de que se pueden de verdad hacer las cosas de otra forma. No creo realmente que haya inventado nada, pero sí que ha aplicado un sentido común apabullante a algo tan complejo como es el fútbol, y dentro del fútbol cuánto más el Real Madrid.
Ya en la convocatoria para jugarse la Supercopa de Europa, el primer título oficial de la temporada, el marsellés me sorprendió. Parecía temerario que dejara fuera para un título europeo a jugadores como Kroos y Bale y se la jugara con futbolistas como Asensio. Y no obstante parece que le fue bien…
En este inicio de liga ha seguido insistiendo y demostrando que todos son importantes, con un matiz: si la BBC está bien jugarán ellos, esto lo está llevando a rajatabla. Pero hay diferencias notables respecto a años anteriores. Ahora parece que Cristiano sí puede salir del campo en el minuto 70 si Zizou lo encuentra cansado o si hay otro partido el martes. Asimismo, la importancia de jugadores como James el día del Sporting de Portugal, Isco el pasado fin de semana, o Nacho en algunas ocasiones, demuestra una de sus máximas: que los partidos no los ganan 11 sino 14 futbolistas en tanto en cuanto los que salgan al campo lo hagan con las mismas ganas que los que empezaron en el once, si no más. Ahí están los ejemplos de Morata y Lucas. Todo puro sentido común.
La rueda de prensa previa al partido de esta noche en León ha terminado igualmente de convencerme. Como futbolista me tocó jugar partidos que parecía que no le importaban a nadie, encuentros protagonizados por jugadores que no mostraban la mejor actitud. “Embarques”, los llamábamos. Zidane, aplicando ese sencillo sentido común del que hablamos, ha logrado que una primera ronda de la Copa sea también un partido importante para quienes lo jueguen, y los que lo vamos a ver estamos desando contemplar en acción a futbolistas que tal vez no vemos con toda la frecuencia que nos gustaría.
El fútbol es duro y a veces injusto. Todos estos argumentos pueden quedar en nada si la temporada no acaba bien, ya que el trabajo se valora, por desgracia, en función de los resultados obtenidos. Por eso, por si acaso al final mi propio madridismo me traiciona y me vuelvo resultadista, quería hoy dejar por escrito que hasta la fecha Zidane me ha convencido. Quiero dejar constancia de que un día me convenció. Quede este artículo como prueba de ello.
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