Cuando yo era niño, y ya ha llovido mucho, era Conchita. La actriz más simpática, más dicharachera, más polifacética (no olvidemos su personaje de Chica Yé-Yé/Katy en “Historias de la televisión”, de José Luis Sáenz de Heredia)y también de las más bellas del cine español.
A partir de los años 80, ya era Doña Concha, con interpretaciones majestuosas como Santa Teresa (1984) en la serie de TV dirigida por Josefina Molina, o en “Más allá del jardín”, basada en la notable novela de Antonio Gala, dirigida por Pedro Olea.
De jovencita interpretaba personajes de enamoradiza (habitualmente de Tony Leblanc, otro gran madridista) en las comedias más taquilleras de finales de los años 50 y principios de los 60, como en la obra maestra “Los tramposos” o en las entrañables “El día de los enamorados” (con protagonismo especial para las gestas del Real Madrid en el estadio Bernabéu) o “Las chicas de la Cruz Roja”. Ya a finales de los 60 seguía triunfando en la comedia como madre joven y moderna en “Las que tienen que servir”, “La casa de los Martínez” o de simpática delincuente en la soberbia “Los que tocan el piano”.
Ya desde su aparición en “El día de los enamorados” expresó públicamente su amor por el Real Madrid, club que admiraba desde que se instaló en la capital, procedente de su querida Valladolid. Amiga personal de Sonia Bruno (compañeras de profesión que coincidieron en el rodaje de “El taxi de los conflictos”), se hicieron buenas amigas y compartían gustos futbolísticos: Conchita era admiradora de Pirri como jugador, quien en 1969 contrajo matrimonio con Sonia Bruno.
Su buen gusto en materia de balompié se refleja en unas declaraciones en las que pedía el fichaje de José Eulogio Gárate para el club merengue, sin duda el jugador de más clase del Atlético de Madrid en aquellos años.
Conchita, o mejor dicho ya Doña Concha, consiguió ser socia del Real Madrid a principios de los años 90, cuando ya era considerada, y con enormes motivos, como la mejor actriz española tanto en cine como en teatro (la Gran Dama de la interpretación), así como en sus intervenciones televisivas como presentadora, cantante o bailarina con una mención especial a aquella serie de TV, “Mamá quiere ser artista”, en la que desplegaba todo su arte y su proverbial simpatía.
Difíciles de olvidar serán sus magníficos trabajos como su Purita en “La colmena” de Mario Camus, su Pilar en “La hora bruja” de Jaime de Armiñán, o su aparición estelar en uno de los últimos filmes de Berlanga, “París Tombuctú”, película fallida en la que lo mejor fue la presencia de Doña Concha.
Su sonrisa y su contagiosa y desbordante simpatía siempre tendrán un espacio preferente en todos las que la recordaremos. Desde allí arriba, junto a sus queridos Gento, Amancio, Velázquez, Betancort y el resto de yeyés que se nos fueron, seguirá contemplando las gestas maravillosas de su equipo favorito.
Querida Conchita, querida Doña Concha, gracias eternas por tantos momentos inolvidables.
Muchos nos unimos a estas palabras que tan bien definen a la gran Concha Velasco.
Añado apesadumbrado que si triste fue su fallecimiento para todos sus admiradores (yo incluido) no menos lo fue para mi los abucheos a Pedro Sánchez y a Isabel Díaz Ayuso (incluyendo unas feísimas declaraciones de otra gran actriz como Marisa Paredes) durante el velatorio de doña Concha, que muestran de nuevo lo enferma que está la sociedad (no sólo en España). Si ya no respetamos ni el último adiós a una gran dama que es patrimonio de todos, mal vamos.
Lo de Marisa Paredes con Ayuso fue vergonzoso y esperado desde el sectarismo, cuando Ayuso mantuvo abiertos los espectáculos cuando la pandemia, pero de los subvencionados no se puede esperar otra cosa
Hoy hace 34 años que los madridistas también rendimos reconocimiento al MITO: FERNANDO MARTÍN ESPINA 10.
Siempre presente.
Prometo ver todas esas películas. Tengo 37 años pero aún me siento orgullosa de haber nacido en el siglo XX.
No sabía de su madridismo aunque sí del del gran Tony Leblanc. Sí he visto su grandiosa Teresa de Jesús y es cierto que era ,es, no me gusta hablar en pasado de los fallecidos, una enorme actriz. Gracias por acercarme a ella. Cuando fallece un madridista algo se muere en el alma.