Habíamos dejado la primera parte en la renovación de Leo Messi, que estaba “al caer”, justo a la vuelta de las vacaciones. A los que se extrañan de la tesorería disponible en el Real Madrid para acometer grandes fichajes, conviene recordarles (entre otras muchas cosas) que ese mismo día el club blanco estaba negociando la salida de uno de sus dos centrales titulares durante los últimos años, el francés Varane. Y todo ello tras la salida de Ramos, lo que podía interpretarse como un suicidio deportivo.
Ramón Álvarez de Mon comenzó a hablar de la imposibilidad de la renovación de Messi, de la masa salarial, La masa sala ¿qué?, un tema del que venía advirtiendo desde hacía tiempo. Algunos profesionales del periodismo comenzaron a hiperventilar. A más de uno se le puso cara de personaje de Scanners, la mítica película de David Cronenberg. Les iba a explotar la jeta, tenían que ponerse a trabajar y estudiar las normas de la Liga en lugar de perseguir falsas peñas en Benidorm o fichajes supuestamente fraudulentos en Brasil.
Javier Tebas lo intentó todo y a principios de agosto, cuando la actualidad deportiva estaba copada por los Juegos Olímpicos de Tokio, se presentó con un acuerdo con el fondo de capital riesgo CVC. Los palmeros habituales celebraron una operación de cesión de derechos de televisión por medio siglo, un acuerdo alcanzado tras unas negociaciones en las que se informó a algunos clubes (como al Barça de Laporta) y no a otros, precisamente al que más audiencia atrae, el Real Madrid.
El Real Madrid consideró tal acuerdo perjudicial para sus intereses e inició otra guerra con Javier Tebas. Sin embargo, como comentaba en la primera parte, el tiempo pone a cada uno en su sitio: pudimos comprobar que por mucho humo que dejara caer la prensa y por muchos esfuerzos que Tebas hiciera, era imposible que el Barça renovara a Messi. Ramón tenía razón.
Al igual que el capitán del Real Madrid, el del Fútbol Club Barcelona también acababa en París. Pero el fútbol es de los aficionados, “gánatelo en el campo”, la Superliga va en contra de la igualdad de la competición y toda esa oleada de demagogia. Ah, y Al Khelaifi es un benefactor del fútbol. Tan benefactor del fútbol y de la equidad de la competición que nuestro culebrón favorito del verano, la posible llegada de Kylian Mbappé acabó frustrada, posiblemente no por una cuestión económica, sino de celos. Un ataque de cuernos en toda regla.
Esas cifras en los tiempos postcovid y sin fondos cataríes o emiratíes que lo respalden solo son posibles con una buena gestión financiera como la del club blanco. Pero “el Madrid está peor que el Barça” y esas cosas que leímos a algunos periodistas. Finalmente no llegó el francés, aunque durante algunas horas o incluso días lo vimos más que posible. Ya estamos en 2022 y algo nos dice que quizás ahora sí se produzca. Y además sin soltar un euro al jeque socio de Ceferin. Lástima no tener una cámara que recoja el careto de estos dos defensores del fair play financiero si finalmente se confirma lo que todas las fuentes dan por hecho.
No encontramos ni una sola crítica en la prensa a los informes sobre el mundial de Catar 2022 y los trabajadores fallecidos durante la construcción de los estadios. El Portanálisis no siempre puede ser ironía y buen rollo, y aquí tuvimos que hablar de las terribles Psicofonías cataríes.
Que Roma no paga traidores lo sabemos todos, al contrario que la ECA o LaLiga. La cobardía de los dirigentes atléticos en el asunto de la Superliga fue premiada con un cargo ejecutivo en la ECA (Miguel Ángel Marín) junto a Al Khelaifi, mientras se mantiene la vicepresidencia de Enrique Cerezo en LaLiga, justo al ladito de Tebas. Pero no vamos a criticar al “equipo del pueblo”, cuyos dirigentes y entrenador salen siempre indemnes de cualquier crítica.
Arrancó un nuevo campeonato y en septiembre tuvimos una gran noticia: la vuelta del público al Bernabéu 580 días después.
Y mientras unos intentan modernizar su estadio y atraer jóvenes talentos que a su vez llenen el aforo del mismo, otros que deberían ser imparciales seguían de tournée haciendo lo que mejor saben: criticar. Javier Tebas presenta:
El Real Madrid siguió a lo suyo, a jugar al fútbol y (no entendemos por qué) a callar ante los atropellos. En La Galerna se declaró el Estado de ilusión debido a los buenos resultados y las prestaciones que ofrecían jóvenes como Vinícius, Camavinga y los eternamente jóvenes Modric y Benzema. Los de Laso conseguían el título de la Supercopa tras remontar 19 puntos al eterno rival.
Las competiciones siguieron su curso con los insufribles parones de selecciones, ya fuera para clasificarse para el mundial de la infamia o para ese nuevo invento sacacuartos made in UEFA que es la Liga de Naciones. En la final pudimos apreciar ese hecho tan sorprendente que es la crítica de los aciertos arbitrales. O cómo una decisión arbitral tiene impacto en el resultado. Los mismos que decían que “el Madrid no puede quejarse, tiene que limitarse a meter más goles que el contrario” saltaban ahora con aquello de “se están cargando el fútbol”:
En octubre vivimos la retirada de un caballero del deporte, don Pau Gasol, que recibió el aplauso unánime de los medios y del propio Real Madrid. Pau Gasol para siempre, como no podía ser de otra manera. En el que fuera su club se dieron cuenta de que lo que manda en el fútbol no es sobar la pelota, sino el gol, y Laporta ratificó al entrenador, que es el paso previo, como todos sabemos, a la destitución.
Todos contra el racismo (a veces). Los medios e instituciones miraron hacia otro lado con los insultos racistas sufridos en el Camp Nou por Vinícius, sin que conste que hoy, varios meses después, ni el club azulgrana ni La Liga hayan hecho nada para expulsar al aficionado que profirió los vergonzosos insultos contra el joven brasileño.
La destitución de Koeman trajo de vuelta a España al mejor entrenador que esa institución podía tener: Xavi Hernández. Vuelve Xavi, vuelve el dogma, las quejas por el estado del césped, o por las medidas del campo del Villarreal (clavadas a las del Camp Nou). El “efecto Xavi”, consistente en recibir ayudas arbitrales en cada partido, en llorar y en mantener una actitud de superioridad moral en cada declaración. Los portanalistas están de suerte con su retorno:
Sin embargo, para este medio el mes de noviembre estará marcado por la pérdida de uno de sus mayores activos, el maestro Escohotado. Referente moral, intelectual, un auténtico maestro de la palabra y las ideas. El Portanálisis de vistió de luto para dedicarle unas sentidas Portaescohotadas.
No solo nos dejó Antonio Escohotado en 2021, sino también nuestro Manolo Santana. Otro caballero del deporte, otro individuo privilegiado en lo suyo, un adelantado a su tiempo. Y un gran tipo al que en Barcelona dedicaron uno de los excrementos periodísticos más grandes que hemos leído nunca. Leyenda Santana, miserable Canut.
La vida siguió y nos trajo descubrimientos portanalíticos, como el Balón Desdoro, el analfabetismo cordonil de Gavi, el fútbol deposición o las consideraciones sobre la homosexualidad en Catar: Sea usted gay, pero poquito. Aunque quizás pocos momentos nos han traído más risas que todo lo referido a las tribulaciones de Pedri en Valdebebas, provincia de Siberia.
Siente un Pedri a su mesa. Sí, señor, hagamos campaña para dar una vida feliz a todas esas criaturas que vinieron a Madrid para ser rechazadas cuales huérfanos de Dickens. Qué crueldad la nuestra. Qué hartazgo, si nos ponemos serios. Terminó el año con un deseo, Florentino, hazlo posible. Los madridistas tenemos puestas grandes esperanzas en los tiempos que están por llegar, ojalá se concreten:
El eterno rival, mientras tanto, seguirá en su mar de dudas y sueños volubles, unos días dembelianos, y otros moratiles.
Vamos a por un nuevo año, vamos a por un nuevo Portanálisis con el que comenzar cada día.
Ésto es periodismo. Ésto es relato. Y hoy es un día estupendo para venderlo.
Buena noticia para el Barcelona:
“El barsa ficha a Morata”.
Buenísima noticia para el Madrid:
“El barsa ficha a Morata”.
Cómo Morata era del atlético desde niño, ahora dirá que era antimadridista desde pequeño.
Gran trabajo y un buen resumen de nuestros referentes periodísticos.... efectivamente es algo macabro y da una idea de como está el patio, así, en general. Cuidaos mucho madridistas de bien, somos una especie a exterminar.