¿Cómo inaugurar el nuevo Bernabéu?

Leo estos días en La Galerna una serie de artículos sobre los hipotéticos conciertos de grandes artistas que podrían adornar la inauguración del Nuevo Estadio Santiago Bernabéu (NESB), prevista en principio —si todo marcha según los cálculos actuales— para finales del año 2022. Será, sin duda, una fecha muy señalada en el calendario emocional del madridismo, que bien merece uno de esos grandes conciertos de Alejandro Sanz, Julio Iglesias, Rolling Stones, Hombres G o Plácido Domingo, entre otros, como proponen los autores de nuestra página y que bien conocéis. Me parece un ejercicio onírico tan interesante como simpático, que apenas representa —en mi modesta opinión— a una parte de lo que debería ser un acto inaugural mucho más ‘extensivo’ y global acorde con la transcendencia del hecho celebrado.

Muchas han sido las piezas periodísticas publicadas sobre el NESB, con otros tantos títulos, definiciones y valoraciones incorporadas a esta literatura. No me gustaría participar de un innecesario debate sobre el gigantismo de esta reforma cuasi integral del coliseo blanco, pero sin duda ese debate existe. ‘La obra colosal que cambiará Madrid. Un icono futurista más allá del fútbol’, titulaba El Mundo el 4 de abril pasado, domingo, un reportaje a tres páginas. Y voy a quedarme con ese titular, aunque solo sea por ahora y a modo de ejemplo.

‘La obra colosal que cambiará Madrid. Un icono futurista más allá del fútbol’, titulaba El Mundo el 4 de abril pasado, domingo, un reportaje a tres páginas sobre el nuevo Bernabéu

Las obras se encuentran ya muy avanzadas y actualmente progresan incluso a marchas forzadas para poder recibir al público este mismo verano, a partir de la cuarta jornada de liga (contra el Celta, en septiembre). El Gobierno, la Federación y LaLiga han anunciado que permitirán la asistencia de público a los estadios y los directivos blancos consideran que hay que aprovechar la oportunidad. Por supuesto. Otra cosa sería que no se llegara a tiempo para la fecha prevista, en cuyo caso seguiríamos utilizando el Alfredo Di Stéfano de Valdebebas.

El proceso en marcha convertirá el Bernabéu —nadie lo duda ya— en “En un gran icono vanguardista y universal… en el mejor estadio del mundo”. Así lo vaticinó el presidente Florentino Pérez durante el acto de presentación oficial del proyecto de remodelación: “Este gran proyecto se convertirá en una pieza clave para el Real Madrid del futuro, pero también lo será para la ciudad de Madrid. Y lo será porque el nuevo estadio Santiago Bernabéu, situado en el corazón de Madrid, será el mejor estadio del mundo. Más moderno, más confortable, más seguro y diseñado para el entretenimiento, con nuevas zonas de ocio y restauración y donde la tecnología más avanzada será clave para que los aficionados perciban nuevas experiencias”. En un solo párrafo parece difícil explicar mejor la trascendencia de tan descomunal proyecto.

Está siendo, sin embargo y a pesar de la pandemia que tanto nos ha ayudado en este sentido, un proceso de remodelación complejo, arduo, esforzado y no exento de dificultades para su cumplimiento en plazo, pues además se han ido aprobando mejoras al proyecto inicial, como el del césped retráctil, que retrasará un poco las fechas previstas y encarecerá el presupuesto final. Es como suele suceder cuando hacemos obras en nuestra casa y aparecen los famosos “ya que…”. Pero luego, casi nunca nos arrepentimos de haber decidido llevar a término las necesidades y ‘ocurrencias’ surgidas sobre la marcha.

Florentino Pérez: “Este gran proyecto se convertirá en una pieza clave para el Real Madrid del futuro, pero también lo será para la ciudad de Madrid. Y lo será porque el nuevo estadio Santiago Bernabéu, situado en el corazón de Madrid, será el mejor estadio del mundo. Más moderno, más confortable, más seguro y diseñado para el entretenimiento, con nuevas zonas de ocio y restauración y donde la tecnología más avanzada será clave para que los aficionados perciban nuevas experiencias”

¿Cómo debería pensarse entonces, y con qué fundamentos, el hecho inaugural de nuestro nuevo estadio? ¿Cómo llevar al subconsciente colectivo global —y que ‘cale’ bien— tan impresionante promesa de futuro como estadio físico y tecnológico, abierto a albergar actividades de todo tipo y totalmente distintas al fútbol? Y, por supuesto, cómo gestionar semejante ‘coloso arquitectónico’ de forma sostenible y responsable como demandan los nuevos tiempos.

A esos rasgos y valores habría que añadir, en mi opinión, el factor ‘emocional’, al que tanta importancia se concede desde el Club; el presidente nos recuerda a menudo que el Real pertenece a sus socios… y a todos los madridistas; y que el Estadio Santiago Bernabéu es “nuestra casa”. El madridismo es un sentimiento colectivo profundo, que aglutina hoy a cientos de millones de seguidores en países de los cinco continentes, personas que tienen en ese escenario una inevitable referencia emocional porque en él “están sus vivencias, las gestas, las ilusiones, los recuerdos, la pasión y las emociones que se han ido transmitiendo de generación en generación”.

Todo sentimiento colectivo necesita un líder y, en este caso, ese papel corresponde hoy al auténtico ‘ingeniero’ de esta última etapa gloriosa. Y también necesita un ‘templo’ de referencia, un ágora, un punto de encuentro de esa comunidad de sentimiento que es el madridismo; un símbolo, en definitiva, del que necesitan sentirse orgullosos los madridistas de todo el mundo.

Por eso me atrevo a proponer que no pensemos en un ‘acto’ inaugural al uso —con un concierto de referencia más o menos concreto—, sino que subamos al concepto de ‘hecho inaugural’ compuesto de muchos actos que demuestren al mundo entero el vasto potencial del nuevo estadio y la grandeza de nuestro club. Un acontecimiento para los madridistas in situ, pero sobre todo para la televisión y demás medios. Y, para ello, propongo que aprendamos de las lecciones que nos enseñan las ciudades organizadoras de los Juegos Olímpicos (evento global donde los haya).

me atrevo a proponer que no pensemos en un ‘acto’ inaugural al uso —con un concierto de referencia más o menos concreto—, sino que subamos al concepto de ‘hecho inaugural’ compuesto de muchos actos que demuestren al mundo entero el vasto potencial del nuevo estadio y la grandeza de nuestro club. Un acontecimiento para los madridistas in situ, pero sobre todo para la televisión y demás medios

Dada la buena marcha de las obras, pienso que la fecha ideal de la jornada inaugural sería la del 14 de diciembre de 2022, miércoles, porque ese día el actual estadio cumplirá el 75º aniversario de su inauguración. Una fecha ‘redonda’ y doblemente emblemática para ‘reinaugurar’ el NESB.

El Club debe conseguir que el nacimiento oficial del NESB se asocie en la práctica a un hecho de notoriedad auténticamente global; con llegada a todos los países del mundo (casi literal: a todos). Otros objetivos serían convertir el hecho inaugural en un gran spot publicitario que promocione el NESB por todos los confines, así como su capacidad de albergar toda clase de eventos, en cualquier día del año y por el día o por la noche; reforzar la reputación de la marca Real Madrid y la imagen de la ciudad y su territorio autonómico como polos de atracción turística mundial (de ese modo se conseguiría el apoyo de las instituciones, al menos las madrileñas, que saldrían muy beneficiadas).

Y, lo más importante: se puede/debe enfocar el hecho inaugural como una poderosa fuente de ingresos económicos ‘atípicos’ para el Club. La máxima rentabilidad asociada al hecho inaugural se conseguiría aplicando técnicas de ‘marketing relacional’, lo que permitirá al Club ir de la mano de las mejores empresas y líderes sectoriales de todo el mundo, que se convertirían de este modo en auténticos ‘socios estratégicos’ del Real Madrid para los próximos años Y desde todos los ámbitos: empresariales, económicos, políticos y sociales.

Y en el más puro terreno de los intangibles, esta ‘coyuntura’ inaugural permitiría al Club implantar un relato corporativo que refuerce la ‘Marca Real Madrid’ como la más poderosa del mundo en el ámbito deportivo; una storytelling que anime a los madridistas de todos los confines a visitar su templo futbolístico al menos una vez en su vida.

Fotografías Imago.