Clásico inesperado

Llegó el día del Barcelona-Real Madrid y los que tienen urgencias son los que siempre tuvieron estilo y buen fútbol. Los otros, arriba en la clasificación, estaban llamados a pasar penurias y malos tragos, pero aterrizan en el Camp Nou con relativa calma. Será el Clásico que nadie esperaba. El Clásico que tantas portadas y tertulias ha arruinado. Con lo divertido que era imaginar al Real Madrid naufragando antes, durante y después de su visita a territorio enemigo...

Lo cierto es que en Barcelona se encomiendan a Messi y a cuestiones intangibles como la fe. Aquello del fútbol, la posesión, la cantera -perdón, Mundo Deportivo-, la clase y el corazón parece haber pasado a mejor vida. Cuando estás a seis puntos de un rival que no juega a nada, lo único que importa es lo que dicho rival tiene como innegociable estilo: GANAR.

Se habla de finalísima para el Barça, de momento delicado y de lo que podría ocurrir si al Real Madrid le da -Gaspart no lo quiera- por sacar tres puntos ante la mirada tensa y atenta de un Clos Gómez que ya calienta en la vida para hacer el partido de su vida.

Es evidente que el Clásico se lo ha comido todo -es normal- y lo seguirá haciendo durante horas, incluso días. Sin embargo, en La Galerna hemos percibido un alarmante descuido, especialmente en la prensa madrileña, que nos ha hecho pensar que algunos ven el fútbol con ideas prefabricadas y guiones asumidos sin ni siquiera pararse a reflexionar y analizar. ¿A qué viene esto? A que los finalistas al premio 'The Best' de la FIFA son Cristiano Ronaldo, Leo Messi y Antoine Griezmann. AS ni lo comenta. Marca lo hace, pero no lanza la pregunta que muchos se hacen: ¿Dónde está Bale?

Hemos asumido con naturalidad la idea de que Messi tiene que estar en todas las galas pase lo que pase, gane o no, falle o acierte. Se quedó en cuartos de final de la Champions League y erró en la Copa América cuando toda Argentina dependía de él. Pero ahí está. ¿No lo merece más un campeón de Europa que, además, ha sido capaz de llevar a una selección como Gales hasta semifinales de la Eurocopa? ¿No lo merece más Gareth Bale? ¿Tanto nos cuesta deducir que Messi no ha hecho méritos para estar en la recta final? Las respuestas son tan evidentes que hasta el silencio que las acompaña suena cómplice y necesario. Para un sector -amplio, por desgracia- de la prensa es mejor callar y asumir que agitar y hacer pensar. Desde La Galerna esperamos que, a falta de Bale, el premio lo gane el mejor: Cristiano Ronaldo.