En los libros de historia figura Sabino Barinaga como el primer futbolista en marcar un gol en el nuevo estadio de Chamartín el 14 de diciembre de 1947. Y es correcto, puesto que marcó el 1-0 el día de la inauguración frente a Os Belenenses. Sin embargo, el jugador que estrenó las redes blancas en un partido oficial fue Chus Alonso en un choque de Liga ante el Athletic Club el día de los Santos Inocentes.
Alonso nació en La Habana el 24 de abril de 1917, pero muy pequeño se trasladó con sus padres para criarse en Asturias. Interior, con un físico privilegiado, gran recorrido, dinamismo, buena zancada, un dribbling magnífico en corto y un remate de cabeza extraordinario fue un destacado jugador del balompié hispano en la década de los 40.
En el norte de España comenzó a jugar al fútbol en el Colegio San Viator y posteriormente en la Deportiva Ovetense, filial del Oviedo en la época. En 1935 subió al primer equipo y se convirtió en el primer extranjero en vestir la camiseta azulona. Poco después debutó en Primera División y tuvo la fortuna de compartir vestuario con Lángara, Casuco, Gallart, Emilín o Herrerita, que se convertiría en su cuñado al casarse con su hermana Mercedes. Fruto de este matrimonio nacería el malogrado Chus Herrera, que también perteneció a la entidad capitalina a finales de los 50 y principios de los 60 hasta su muerte.
Chus Alonso fue un destacado jugador en la década de los cuarenta
Poco antes del estallido de la Guerra Civil Alonso se enrola en el Madrid como amateur y se marcha cedido durante unos meses al Valladolid. El conflicto bélico paró casi todas las competiciones futbolísticas en el país, y al concluir la guerra en 1939 pone varios inconvenientes para incorporarse de nuevo a la disciplina merengue, lo que provoca que casi firme por el F.C. Barcelona. Sin embargo, tras negociar con la directiva, las dos partes llegan a un acuerdo y el interior se queda en el plantel.
Su estreno oficial llega el último día del año en la jornada quinta del Campeonato Nacional de Liga. El Real Madrid se mide al Valencia en casa y vence por 2-1 con un tanto del interior hispano-cubano. Ese curso alcanza los ocho goles y brilla con sendos dobletes ante el Athletic y el Betis. Con el inicio de la década de los 40 se ve al mejor Chus Alonso de la mano, primero de Paco Bru, y posteriormente de Juan Armet ‘Kinké’. En la competición doméstica anota 11 dianas durante dos campañas consecutivas y en la Copa es uno de los estiletes de la histórica goleada al Barça por 11-1 en 1943 al lograr dos tantos ante el arquero Miró.
Sin embargo, el club está recuperándose de la dura Guerra Civil y no se cosecha ningún título liguero en esos tiempos. Fue la Copa el trofeo que dio más alegrías con dos títulos de manera seguida en 1946 y 1947, pero en los que Chus Alonso tendrá poco protagonismo. La razón: una afección al corazón que le tuvo casi dos años alejado del césped. Por ello, el club, al enterarse de dicho problema, quiso premiar la gran labor del interior y le rindió un homenaje en un choque ante Os Belensenses el 15 de mayo de 1945. El partido concluyó con empate a dos.
Su vuelta a los terrenos de juego tuvo lugar en el curso 1946-1947, en la que le dio tiempo a participar en cuatro choques de la Copa del Generalísimo, que se levantaría por segunda vez. Jugó la primera eliminatoria completa frente al Racing de Ferrol y la ida de octavos, donde se cayó con el Betis por 4-0, y en la ida de cuartos, en la que se derrotó al Castellón por 2-0 en el Metropolitano. El nuevo Chamartín estaba en proceso de hacerse realidad, algo que ocurriría de forma oficial en diciembre del mismo año. El conjunto merengue volvió a invitar a Os Belenenses y Alonso estuvo en el histórico once que saltó al majestuoso campo. Barinaga marcó el primer tanto, pero el cubano fue el gran as del choque según todas las crónicas al anotar los otros dos goles blancos.
Catorce días más tarde el coliseo merengue acogió su primer choque oficial de Liga contra el Athletic Club. Apenas se llevaban jugados cuatro minutos cuando “en un avance Barinaga cedió a Alonso y el tiro cruzado de éste resultó imparable“, según recoge el diario ABC en su periódico del día 30 de diciembre. Alonso también conseguiría otro tanto a los 20 minutos en la gran victoria frente a los leones por 5-1. Esa temporada fue la del casi descenso, en la que se sufrió hasta la última jornada para mantener la categoría. Sin embargo, el curso concluyó con un alegría con el triunfo en la Copa Eva Duarte ante el Valencia en un torneo que sería el predecesor de la actual Supercopa de España. Los capitalinos finalmente se impusieron en la prórroga por 3-1 siendo el tercer tanto obra de Chus Alonso tras superar al guardameta Bienvenido.
La carrera del atacante no daría más de sí en la Casa Blanca y abandonó la disciplina del club tras 10 temporadas en las que firmó un bagaje de 159 encuentros oficiales y 65 tantos. Su destino fue el Zaragoza, que militaba en la categoría de plata, donde se retiró en los albores de los años 50.
En la selección española disputó tres encuentros como internacional bajo la dirección de Eduardo Teus en 1942. El primero de esos choques fue contra Francia el 15 de marzo en Sevilla. El equipo nacional pasó por encima de los galos, a los que aplastó por 4-0. El segundo partido se celebró en Berlín y España igualó a uno, aunque Chus Alonso solo pudo jugar 35 minutos en la primera mitad al tener que retirarse por lesión. Por último se despidió de la zamarra roja del combinado hispano en San Siro el 19 de abril. La ‘azzurra’ que entrenaba Vittorio Pozzo no dio ninguna opción y se impuso con enorme claridad por 4-0 gracias a la clase de Valentino Mazzola y el poder goleador de Silvio Piola.
Después de su trayectoria sobre el césped inició una etapa como directivo en la Federación Española de fútbol y también en la Federación Castellana. Además, abrió varios negocios en la capital de España.
Falleció a causa de una cruel enfermedad el 9 de agosto (algunas fuentes indican el día 10) de 1979 a los 62 años de edad en Madrid.
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Embúllese hombre y regálenos, a los cubanos madridistas en especial que leemos esta hermosura llamada La Galerna, un trabajito sobre todos los cubanos que hayan vestido de blanco merengue. Puede que sea difícil por la época en que lo hicieron, pero se lo vamos a agradecer con el alma... HALA MADRID Y NADA MÁS !!! eehh bueno, si algo más: VIVA CUBITA LA BELLA !!!! jajaaaa saludos del tamaño del mar
Hola Norge!
Claro, me lo apunto para el futuro.
Hay varios jugadores cubanos que han militado en el Real Madrid, sobre todo a principios del siglo XX de los que mucha gente no conoce.
Un saludo