Charlize, ¿qué te hemos hecho?

"Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!" (César Vallejo) 

Queridos amigos, este Portanálisis se reserva el derecho a comenzar citando a un poeta exclusivamente en casos de gloria suprema o, por el contrario, extremo abatimiento. Hoy nos permitimos traer a esta sección este desgarrado verso del gran poeta peruano César Vallejo para consignar lo que se nos antoja un severo mandoble, una traición sin precedentes, una puñalada por la espalda.

Ved y consternaos junto a nosotros.

Sí, queridos galernautas. El derbi se nos viene encima y Charlize Theron (luz de nuestros días, deleite de nuestros sentidos callados) posa con Griezmann en inequívoco apoyo a la causa cholista. Charlize cholista, señoras y señores. Hay golpes en la vida que verdaderamente no sabemos.

El proclamar el madridismo de Charlize se nos antojaba una tautología. ¿De qué otro equipo podía ser uno de los monumentos más irreprensibles que ha dado Hollywood desde los tiempos de Ava Gardner? Esta salida del armario (o del desván de los colchones) por parte de Charlize es un verdadero golpe bajo, por inesperado y chocante. Tras una foto con Griezmann, ¿qué será lo siguiente, Charlize? ¿Un vídeo esquiando con Aytekin?

Ni siquiera le ha dado Charlize tiempo a Mario de las Heras a glosar las razones de su vikinguismo, como ya pudo hacer con Sofía Loren o Marion Cotillard. Charlize se ha precipitado por un barranco tan irreversible como el Brexit y, merced a esta foto, confiesa al mundo su adscripción a la causa de López, Pizo Gómez y el negro Cabrera. Tan inaceptable como fehaciente. Se nos viene el derbi y la Belleza, así, con mayúsculas, toma partido por la causa del Mono Burgos. ¿Será que verdaderamente sólo hay que fijarse en la belleza interior, como proclama el credo naïf de tantas y tantas películas infantiles? Lo malo es que uno escruta en busca de la belleza interior del Mono Burgos y se encuentra con esto. Como veis, la fotografía que Ouija daily trae hoy a su portada nos ha perturbado profundamente, hasta el punto de lanzarnos a este abismo de dudas y delirios. Si Charlize Theron es del Atleti, todo ya puede darse en este mundo. Tras la noticia, no le cabe ya a este planeta un ápice más de sinsentido y futilidad. Poco importa ya quién gane el derbi madrileño. Poco nos compensará constatar que seguimos mandando en la capital (Fantantonio se ríe hoy de esa expresión) si al mismo tiempo somos conscientes de que quien manda en las entretelas de Charlize es Gil Marín. Hay golpes en la vida que de verdad.

Bien pensado, si Charlize Theron (¡Charlize Theron, la misma que nos pegó un atracón de curvas en Celebrity y nos sorprendió con una eminente actuación en In the valley of Ellah, la misma por la que suspiramos y algunos hasta gimen, esa mujer de bandera que nos asombra tanto por su atractivo como por su excelencia artística!) puede ser del Atleti, será porque en el fondo tampoco es para tanto. Miramos la fotografía con más detenimiento y casi hasta nos autoconvencemos de esta nueva y reconfortante teoría. La encontramos, de hecho, menos elegante y algo más garbancera de lo habitual. ¿No tiene, bien mirado/a, un punto morrocollesco? ¿Y de dónde sale ese vestido, más propio de La Casa de la Pradera que de una de las damas más glamourosas del cine de nuestro tiempo? No sabemos de cuándo te viene esto, Charlize, pero ser del Atleti no te está haciendo ningún bien. Estás a tiempo de detener este sindiós y rectificar tu rumbo errático. Abraza la fe verdadera, Charlize, cambia de orilla del río antes de que su cauce se ensanche en demasía, porque más allá puede que los puentes estén ya quemados, más allá puede que realmente no haya marcha atrás.

Charlize: aún hay tiempo para la redención.