Centrocampistas al asalto

Que la marcha de Cristiano iba a tener un impacto en la producción goleadora del Real Madrid es algo que caía por su propio peso. Se podrá debatir sobre cuál era la mejor forma para mitigar ese efecto, una duda que, de hecho, ha provocado numerosas discusiones en el seno del madridismo durante el último año y medio. La frase “se nos fueron 50 goles” se normalizó como un eufemismo para referirse al adiós del portugués.

Esa vía de agua no era un tópico ni un temor, sino una realidad perfectamente constatable. En las nueve temporadas de Cristiano en el Real Madrid el equipo solo bajó de 100 goles en liga en una sola ocasión, precisamente su última temporada, en la que se alcanzaron los 94 goles. La temporada pasada, ya sin el portugués, la cifra se desplomó hasta los 63. Unos 40 goles menos que la media de la etapa del luso.

Ante la gravedad de este declive goleador, muchos aficionados reclamaron la figura de un delantero con mayor efectividad de cara a puerta. No era cuestión sencilla. Para empezar, porque el mejor jugador del Real Madrid tras la marcha de Cristiano fue, con diferencia, el delantero centro, Karim Benzema, que terminó el curso con una cifra nada desdeñable: 30 goles. No era realista plantear que otros nueve distintos pudieran suponer un cambio significativo con respecto al rendimiento del francés. 40 o 50 goles eran cifras reservadas a Cristiano, Messi y Mbappé. Todos objetivos inalcanzables, este último, al menos, por el momento. Las posibilidades pasaban por jugadores de banda que aportaran gol, pero los únicos que lo hacían en abundancia eran futbolistas de precio prohibitivo: Salah, Mané, Sterling, Neymar...

Y así llegamos a esta temporada en la que Zidane ha conseguido que su equipo vuelva a competir. Para ello, por un lado, ha mejorado la capacidad goleadora del equipo que, aunque siga lejos todavía de esos 100 de media de antaño, es el segundo más alto de toda LaLiga. Y por el otro, lo ha complementado con una solidez defensiva, que lo consolida como el equipo menos goleado del campeonato, con un ratio de goles encajados que hace 32 años no se daba en el Real Madrid.

Pero lo curioso, por lo que respecta a los goles conseguidos, es que en gran parte están procediendo de los centrocampistas. Los cuatro medios que están acaparando los minutos – Casemiro, Kroos, Valverde y Modric - han mejorado de manera ostensible sus guarismos:

Toni Kroos lleva 4 goles en 25 partidos, el año pasado marcó 1 gol en 46

Casemiro lleva 4 goles en 26 partidos, el año pasado marcó 4 goles en 43

Modric lleva 5 goles en 21 partidos, el año pasado marcó 4 goles en 46

Valverde lleva 2 goles en 21 partidos, el año pasado no marcó ninguno en 25

En total 15 goles en el ecuador de la temporada (una progresión de 30), cuando el año pasado marcaron 9 en todo el curso. Pero esta mayor participación ofensiva de los centrocampistas del Real Madrid responde a una propuesta premeditada que se detecta no solo en el incremento de las cifras goleadoras sino también en el número de veces que ponen a prueba su suerte. Los tiros por partido han aumentado en todos los casos excepto en el de Luka Modric que, prácticamente, se ha mantenido:

Casemiro, que promedia 1,5 tiros a puerta por partido, la temporada pasada promediaba 1,1

Kroos, que promedia 2,25 tiros a puerta por partido, la temporada pasada promediaba 1,3

Modric, que promedia 0,9 tiros a puerta por partido, la temporada pasada promediaba 1

Valverde, que promedia 0,9 tiros a puerta por partido, la temporada pasada promediaba 0,7

Tal y como era de prever, la mejora goleadora del Real Madrid tras la marcha de Cristiano, no podía provenir de una  sustitución de piezas sino de una mejora global que incidiese en todo el equipo, pero que por ahora lideran los centrocampistas.