Una semana después del terremoto producido por el anuncio de la Superliga, la cuestión parece haberse reducido a un antagonismo personal entre Florentino Pérez, cabecilla de los rebeldes, y Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA. Hasta ahora de Ceferin sólo sabíamos que tiene toda la facha de un villano de novela negra ambientada en la Guerra Fría y que es esloveno, como Doncic. Para los madridistas, Ceferin era poco más que el tipo sonriente encargado de darle a Ramos la Copa de Europa una noche de cada mes de mayo. Ahora es el enemigo mortal de Florentino Pérez, a quien ha conseguido presentar ante la opinión pública mundial como un plutócrata avida dollars, como le gustaba autodefinirse a Dalí. Lo cual no deja de tener un mérito encomiable, habida cuenta de que el presidente de la UEFA ha conseguido sofocar (de momento) la mayor amenaza al status quo de la industria del fútbol en veinte años llevando a cabo una defensa numantina de los intereses económicos de un puñado de petrojeques árabes, magnates rusos y patricios bávaros.
Hasta ahora de Ceferin sólo sabíamos que tiene toda la facha de un villano de novela negra y es el encargado de darle a Ramos la Copa de Europa una noche de cada mes de mayo
Pero, ¿quién es este Ceferin que ha logrado doblegar en menos de 48 horas a Florentino Pérez y los Dirty Dozen? Abogado, 52 años, casado con una fotógrafa y padre, con ella, de tres hijos, Ceferin es hijo de un prestigioso abogado de Lujbljana y de la directora de un colegio de Primaria de la capital de Eslovenia. Mal estudiante, niño revoltoso, hincha del Hadjuk Split croata, como Modric, entró en la universidad el año en que Eslovenia se declaró independiente de Yugoslavia. Aunque el joven Ceferin fue llamado a filas, no tuvo, según él, que disparar a nadie, aunque aquella experiencia, como es de suponer, le marcó profundamente. Por eso, alega, no es fácil desestabilizarlo psicológicamente, así que Florentino parece haberle declarado la guerra a un autómata balcánico. Quería ser marinero pero como suele pasar en estos casos, siguió la tradición familiar y se licenció en Derecho: desfoga su muy burgués afán de aventuras cruzando el Sáhara de vez en cuando. Lo ha hecho una vez en vez en moto y cuatro veces en coche. Es cinturón negro en kárate, afición que comparte con Putin, y habla, además del esloveno, el inglés y el italiano. Al parecer, es un hombre familiar, introvertido; severo pero cariñoso, muy reservado, muy poco amigable y amante, sobre todo, de los perros. No deja de tener su gracia que, siendo el campeón de Nasser Al Khelaifi, dueño del PSG, cortesano de la familia real de Qatar y uno de los promotores del Mundial de los esclavos (seis mil obreros muertos en la construcción de los estadios, que se sepa, y se sabe poco), Ceferin se especializara como abogado en Derechos Humanos.
Aleksander Ceferin se hizo famoso en agosto de 2016 cuando, de la nada, se postuló como tercero en discordia para presidir la UEFA tras la inhabilitación, por corrupto, de Michel Platini. Entre el que fuera presidente del Ajax y de la federación holandesa, van Praag, y Ángel María Villar, Ceferin se coló como outsider presentándose como un abanderado de las federaciones menores, como la suya propia, frente a los oligarcas que amenazan desde dentro y desde fuera la estabilidad del fútbol europeo. Cuando la revista noruega Josimar Fotball destapó la «trama báltica» que al parecer había fabricado la candidatura de un tipo elegido presidente de la federación eslovena de fútbol en 2011 bajo la sospecha de haber incumplido el código ético de la propia institución (y envuelto en el opaco rescate de un club esloveno comprado por uno de los clientes del bufete de abogados de su padre), Villar tomó las de Villadiego, abandonando la carrera presidencial. En septiembre de ese año, en Atenas, Ceferin derrotó asombrosamente a van Praag, 55 votos contra 13, y se convirtió en presidente de la UEFA y vicepresidente de la FIFA. Contó con el apoyo, nada menos, que de las federaciones alemana, francesa, italiana, irlandesa, todas las nórdicas y, naturalmente, de la rusa.
No deja de tener su gracia que, siendo el campeón de Nasser Al Khelaifi, dueño del PSG, cortesano de la familia real de Qatar y uno de los promotores del Mundial de los esclavos (seis mil obreros muertos en la construcción de los estadios), Ceferin se especializara como abogado en Derechos Humanos
El padre de Ceferin es el dueño de uno de los bufetes más prestigiosos de Eslovenia, fundado aún durante la existencia de la Yugoslavia comunista. En el reportaje de Josimar, los periodistas noruegos Andreas Selliaas, Pål Ødegård y Håvard Melnæs hacían hincapié en las notorias buenas, fluidas relaciones mercantiles, de las que había gozado siempre Ceferin padre y su equipo legal con Moscú, ya desde antes de la caída del Muro de Berlín. Estos redactores sitúan el origen de la candidatura de Aleksander Ceferin a la presidencia de la UEFA el fin de semana de la final de la Copa de Europa de 2016: en Milán, un día antes de que el Madrid ganase la Undécima, Kjetil Siem, la mano derecha de Gianni Infantino («strategic director» de la FIFA en 2016 y uno de los factótums de que a Sudáfrica le dieran el Mundial de 2010, elección, como se sabe, para nada susceptible de mácula) reunió a los presidentes de las federaciones de Noruega, Suecia, Dinamarca, Islandia, Finlandia y las Islas Feroe, con Ceferin. Por aquel entonces, el presidente de la federación eslovena no había hecho pública su intención de contender a la carrera presidencial de la UEFA, lo que no fue obstáculo para que los nórdicos, a los que luego se sumaron los rusos, lo «endorsaran» como el candidato de la «renovación». «Ceferin comparte muchos de los valores nórdicos», rezaba el comunicado que conjuntamente firmaron las federaciones de Noruega, Suecia, Dinamarca y Finlandia. Este movimiento, a priori confuso, poco inteligible, se reveló para los periodistas de Josimar imprescindible: Vitaly Mutko, ministro de Deportes del Kremlin, necesitaba que democracias universalmente reconocidas como intachables avalaran a Ceferin para que el apoyo ruso a su candidatura estuviera limpio de toda posible sospecha.
El apoyo nórdico a Ceferin, en el caso de la Superliga y su polémica «no-existencia», sólo es relevante en lo que tiene de máscara de la presencia de Putin. ¿Y por qué es importante Putin, en todo este embrollo? Se comenta en los mentideros del fútbol europeo que el Kremlin llamó al orden a uno de sus más significativos oligarcas en Europa occidental, Abramovich, el dueño del Chelsea, uno de los clubes fundadores de la Superliga. La presencia del Chelsea (el «Chelski») en el proyecto subversivo se entendería en Moscú como perjudicial para los intereses de Rusia. Quizá así se entienda mejor la rápida huida del barco del rival del Madrid en las semifinales de la Copa de Europa, quien aprovechó la espantada del City (según también se cuenta, por conflicto de intereses entre el capital emiratí que lo sostiene y el posible origen saudí del dinero que, a través de JP Morgan, iba a financiar la Superliga) para ceder a las presiones del Gobierno británico y abandonar la causa menos de 24 horas después de ser anunciada. Abramovich tuvo un papel interesante, como «lobista», en torno a Blatter (otro amigo íntimo del FBI) cuando Rusia le disputaba a Inglaterra la organización del Mundial de 2018. Ese Mundial, en efecto, acabó organizándolo Rusia. Fue una apuesta personal de un genio de la propaganda como es Vladimir Putin, el zar blanco que es el alfa y la omega de todo lo que pasa en ese viejo imperio. Sacudida la FIFA por la investigación abierta por la Fiscalía General de los Estados Unidos contra el gobierno de Blatter (que provocó, en cascada, la caída del de Platini en la UEFA), el lugarteniente de Platini, Infantino, alcanzó la presidencia de la confederación mundial del fútbol con el objeto, según Josimar, de asegurar los Mundiales de Qatar y Rusia, bajo la lupa de la justicia americana tras los escándalos sudafricanos y brasileños.
Se comenta en los mentideros del fútbol europeo que el Kremlin llamó al orden a Abramovich, el dueño del Chelsea, uno de los clubes fundadores de la Superliga. La presencia del Chelsea en el proyecto subversivo se entendería en Moscú como perjudicial para los intereses de Rusia
Aquí es donde entra uno de los amigos de toda la vida de Aleksander Ceferin, Tomaž Vesel, reconocido intrigante de la federación eslovena. Infantino, que quería sacudirse cualquier resto de la presencia de Blatter, se enfrentó al anterior jefe del Comité Ético de la FIFA; lo primero que hizo al llegar al poder fue nombrar a Vesel «Head of FIFA’s Audit & Compliance Committee», o sea, encargado último de supervisar que la organización de los mundiales ruso y qatarí cumplían con el código ético de la institución. Resulta que Vesel fue compañero de Ceferin en la universidad y luego vecino en Lujbljana; mientras se urdía entre bambalinas la candidatura del segundo a presidir la UEFA, al primero lo hacían responsable ético de la FIFA, un cargo, teóricamente, «independiente» del Comité Ejecutivo.
Los periodistas noruegos hablan con claridad de que Ceferin fue el modo en que Infantino quería afianzar el vínculo con la Rusia de Putin, en un momento, además, en el que sobre el Mundial de Rusia, a dos años vista, se arrojaban sombras no sólo judiciales, sino políticas. En 2014 Rusia invadió Ucrania, arrebatándole Crimea. Varios equipos de esa península entraron a formar parte de la liga rusa, violando las reglas internas de la UEFA, lo que en último término podía suponer un enfrentamiento entre la UEFA y la FIFA con la federación de fútbol rusa que les arrebatara la organización del Mundial de 2018. Para Josimar, había un hilo que conectaba a Ceferin con Mutko, a la sazón no sólo ministro de Deportes de Rusia sino presidente de su federación de fútbol. El bufete de abogados del padre de Ceferin tiene tan amplio historial de negocios en Rusia que hasta su web luce una versión en ruso, por no hablar de Gazprom, el principal sponsor de la Copa de Europa. Grazprom, que pertenece al Estado ruso, alimenta de gas barato a toda Eslovenia, cruzada de parte a parte por uno de sus gasoductos. No sólo eso: su presencia comercial en el país es cada vez más fuerte. Según Josimar, en junio de 2016, meses antes de que Ceferin se postulara como candidato en el Congreso Extraordinario de la UEFA que se tenía que celebrar en Atenas, Mutko le obtuvo los votos de todas las federaciones de fútbol de Europa del Este pertenecientes a naciones de algún modo u otro históricamente ligadas a la esfera de influencia rusa. Los nórdicos, avanzadilla de la jugada, habían estado tradicionalmente vinculados a las federaciones del Benelux, a Alemania y a Francia. Hasta Ceferin.
Gazprom es el principal sponsor de la Copa de Europa. Grazprom, que pertenece al Estado ruso, alimenta de gas barato a toda Eslovenia, cruzada de parte a parte por uno de sus gasoductos
En su discurso de despedida de la UEFA, Platini ni se disculpó ni admitió corrupción alguna en su manera de conducirse como presidente, a lo que Ceferin, su recién estrenado sucesos, se gastó las manos aplaudiendo. Luego dijo que la UEFA necesitaba aire nuevo, ventilarse con nuevas ideas. Este es el hombre que quiere echar al Madrid de la Copa de Europa, el que se conduce desde el anuncio de la Superliga como el jefe de un clan: un hombre discutido en Eslovenia por haber sido elegido presidente de la federación nacional sin haber cumplido el tiempo suficiente, según la normativa eslovena, para ser elegible. Asesor legal (según parece, de modo altruista) de clubes amateurs, prácticamente ajeno al fútbol profesional hasta 2011, Ceferin se vendió desde el primer día como alguien ajeno a la aristocracia tradicional del deporte más influyente del mundo, un paria de «los palcos» y sus intríngulis: conoció a Agnelli, por ejemplo, en una exposición de fotografía neorrealista en la capital de Eslovenia que organizaba su mujer. Pero lo cierto es que tanto su respuesta al desafío de la Superliga como su reforma de la Copa de Europa sólo parece reforzar a una nueva aristocracia, exótica, ajena al flujo tradicional del fútbol europeo, pero de la que sólo se diferencia en que tiene más dinero y, aún, menos escrúpulos.
Fotografías: Imago.
Pues que queréis que os diga?. Contra esto, no puede el RMadrid solo. A la vista de las conexiones ,aquí el fútbol es lo último. Apartar a CEFERIN, requiere la intervención de EE.UU..
Mi pregunta es la siguiente.Tiene idea Florentino Pérez, de a quien se enfrenta,no el ,sino la institución?.Sabe lo que nos espera ,o cree que Europa funciona como funcionamos aquí?. El creerse el más listo de todos nos puede llevar al desastre.
Este pajarraco, es el padrino,a nivel deportivo ,de la organización más corrupta de toda europa, conocida como UEFA,que ha caido en manos de los petrodolares arabes y de los oligarcas rusos.
No sé, a mi me pareció extraño que Florentino, siempre tan correcto, le tirara unas andanadas tan directas a Ceferin la noche del chiringuito. ¿Somos el ariete de un movimiento de un calado político mayor -liberar al fútbol de las federaciones nacionales y convertirlo en un consorcio empresarial global- o Floren es una kamikaze que se ha lanzado por su cuenta de cabeza a por el hombre de Putin?
Todo eso que nos cuenta está muy bien, pero ¿no lo sabían ya el Chelsea y el City cuando se apuntaron a la Superliga? A mí me parece todo muy raro, tiene que haber algo más, con esto no me basta.
A çeferino lo veo como una especie de híbrido entre miquel platini y Putin.
Una vez me pasó por la cabeza que çeferino me recordaba en algo a Putin.
Me mola la foto, buscando la cartera...¡ mira que si alguien se la roba !. Je jeje.
Pues ojo al dato (como decía el butano). El andobas este comió en Barcelona la semana pasada con ese dechado de virtudes llamado Gerard Piqué Bernabeu (sí, que le vamos a hacer, se llama así de segundo apellido). Y a los postres acudió Juan Laporta.
Nos van a brear.
Con todo y contra todos.
El camino de la confrontación es absurdo, sobre todo porque el año que viene tendremos que jugar las competiciones UEFA. Todo esto ha salido mal y hay que afrontarlo con normalidad tal y como han hecho el resto de clubs. Al final vamos a quedar como los únicos responsables y no es justo. Ahora mismo la súper liga es inviable por múltiples razones. Ni Europa es America ni la uefa es la fiba. Una competición cerrada al estilo NBA es muy difícil de vender por la falta de méritos y de competencia. Hay que darle una pensada al proyecto y trabajar mucho más la estrategia de comunicación. Continuar con esta historia es absurdo y está afectando a la imagen del club.
Tu eres culé.
El combate sigue su desarrollo.
Miedo, el justo .
Van a caer todos, rpt. TODOS.
!! HALA MADRI !!
Pues una cosa debería saber Ceferino, se está enfrentando al club con más seguidores en el mundo ( según donde mires datos entre 250 y 500 millones, casi nada). A lo mejor, es la hora, de unir esa afición y que tome cartas en el asunto, nos cansamos los madridistas de pedirle al equipo, esfuerzo, sacrificio, orden,estrategia....pues ahora nos toca a nosotros estar a la altura del equipo más laureado de la historia. BOICOT a las organizaciones corruptas que nos ningunean constantemente. Contra eso, ni Ceferino,ni Ceferina, pueden luchar, hay mucha pasta en juego.
¡ HALA MADRID! En las buenas, pero sobre todo en las malas
Ahí, ahí...David ,en cambio, critica a Zidane, a Florentino y dice que que traguemos... Anda que no canta...
El citi y el chelsi, no van a ganar 13 champions ni jartos de vino, los trampas dieseleros ni idem de grifa, y los yelowlaci....?
Está claro que si no puedes por las buenas con algo, pues eso....
Y ese algo tiene nombre, además es de esos que deja poso, lo dices y joder, te quedas más a gusto que un arbusto, repetirlo REAL MADRID, uhmmm.
Lo peor es cuando la gente hace comparativas, por un lado nuestra sala de trofeos y por el otro la cabina de teléfono donde esconden algunos los "suyos".
De momento por el "bien" del fúrgol cartofenero , los humildes defensores de la igualdad, y los méritos deportivos, ya han hecho una de sus continuas fechorías. Se pirará el villarreal a esa liga, esperemos que NO, por el bien del furgol, de la competencia, del saber estar, la cración de empleo y el descongestionamiento de la masa uniforme del magma terraqueo.
De todas formas somos de hablar/escribir mucho y no hacer nada, es muy nuestro.
Que nos suben el combustible, pues gfrkdvbfs, pero si yo echo siempre 20 pavos
Que nos la clavan con los refrescos, ah, yo "sólo" bebo cubatas .
Cuando es el pan, pues me voy al chino(vale más caro que en la panadería)
Que hago reforma, pues sin iva.
Y así pasan los días, meses, años, y los hispanos, rojos eso sí, pues a "lo" nuestro.
A ver si nos la están clavando desde dentro, conociendo los "pactos" picapiedriles no me extrañaría que hubieran o hubiesen añadido "algo más" .
Máxime siendo el único equipo español.