Aún recuerdo, en vísperas de la primera llegada de Ancelotti al banquillo blanco, cuando se debatía si lo más adecuado para el Real Madrid era contratar a un entrenador con (mal) carácter, los llamados ‘de mano dura’, como su antecesor, José Mourinho, o si lo más conveniente para un vestuario con la etiqueta de complicado por el nivel de sus jugadores —a los que se les presume un ego inasumible en grandes cantidades y poco espacio— era un míster con mano izquierda, dialogante y comprensivo con sus pupilos. A todas luces, después de un periodo turbulento, el club se decantó por la segunda opción con el fichaje de Carletto, campeón de Europa como jugador, como entrenador y leyenda de una entidad amiga como es el Milan. Florentino Pérez cumplía así uno de sus sueños frustrados en otras ocasiones: contar con el técnico italiano.
Desde el primer momento, Ancelotti se ganó al madridismo por su talante en las ruedas de prensa, ese ascensor instalado en su ceja, alguna que otra broma pero, sobre todo, por su forma de comandar la plantilla, algo que se refrendó luego sobre el terreno de juego. Fabricó una de las generaciones que mejor ha jugado al fútbol con el escudo del Real Madrid en el pecho y consiguió la tan ansiada ‘Décima’ hasta que el físico aguantó tras la vuelta de Navidad de su segunda temporada (toquemos madera para que no se repita la historia, Pintus mediante).
Desde el primer momento, Ancelotti se ganó al madridismo por su talante en las ruedas de prensa, ese ascensor instalado en su ceja, alguna que otra broma pero, sobre todo, por su forma de comandar la plantilla
Carletto, de no haber sido futbolista y entrenador, debía haberse presentado a bombero porque la habilidad para sofocar fuegos la posee de fábrica. Su experiencia y sapiencia a la hora de manejar vestuarios complicados le ha valido para aprender a navegar como nadie en aguas revoltosas. Lo demostró con Bale, con James, con Isco, con las polémicas que a menudo surgían con Cristiano Ronaldo… y en esta segunda oportunidad que el fútbol le ha otorgado para sentarse en el banquillo local de Chamartín está volviendo a dar buena cuenta de ello.
Hace unas fechas, Isco volvió a tener un comportamiento más que cuestionable. Jugaba el Real Madrid en Los Cármenes y el malagueño se negó a seguir calentando. En lugar de iniciar una bronca que acabara en trifulca a ojos y cámaras de todos, el técnico le ordenó salir a jugar. Obviamente, los códigos del vestuario hay que cumplirlos y ese feo gesto no iba a quedar impune. El Chichilindri no volvió siquiera a calentar durante aproximadamente un mes, pero el club se ahorró semanas de debate en radios y televisiones por un posible enfrentamiento entre míster y jugador. Eso es tener tablas. Incendio resuelto de manera eficaz y veloz.
Carletto, de no haber sido futbolista y entrenador debía haberse presentado a bombero porque la habilidad para sofocar fuegos la posee de fábrica
En esta ocasión, las cámaras de Gol captaron otro desplante, esta vez en Alcoy, escenificado por Ceballos. El sevillano se lesionó en el primer partido que España disputó en los Juegos Olímpicos. Incomprensiblemente, la RFEF consideró que si la selección llegaba lejos en la competición (como así fue, afortunadamente) el jugador blanco tenía opciones de recuperación y podría ayudar al equipo en las rondas finales, algo que parecía harto complicado después de ver cómo le quedó el tobillo a Ceballos. Pero el jugador aguantó el mes entero allí en lugar de regresar y recuperarse con los médicos madridistas. Obviamente, (¡oh, sorpresa!), el bueno de Dani no solo no volvió a participar en Tokyo sino que comenzó la pretemporada lesionado y no ha podido reaparecer hasta este mes de enero.
Hay que situar todo en su contexto. Ceballos, chico insultantemente joven, con una proyección desmesurada y elegido para comandar el fútbol español y madridista durante la próxima década, no tuvo la mejor experiencia con Zidane. El francés no apostó por él, es un hecho, y el centrocampista tuvo que buscar una salida al Arsenal en forma de cesión ante la imposibilidad de disfrutar de minutos en el club de sus sueños (no lo digo yo, él ha reconocido en varias ocasiones que su objetivo es triunfar en el Real Madrid). Ahora, con entrenador nuevo para él, se abre una nueva opción de poder iniciar una prolífica carrera en el Santiago Bernabéu y de pertenecer a esa pléyade que conforman solo los elegidos para marcar una época en el club blanco. Son, por tanto, comprensibles las ganas de Ceballos por debutar esta temporada bajo las órdenes de Ancelotti, de disputar partidos y de demostrar su calidad. Y el ansia le pudo.
Son comprensibles las ganas de Ceballos por debutar esta temporada bajo las órdenes de Ancelotti, de disputar partidos y de demostrar su calidad. Y el ansia le pudo
A priori, un partido de dieciseisavos de final de Copa del Rey ante un rival objetivamente inferior podía parecer la ocasión perfecta para regresar al verde y coger ritmo. Eso debió pensar también el utrerano, que viendo que avanzaba el cronómetro y no le daban una oportunidad se fue desesperando. A cinco minutos del final, llegó el esperado momento por Ceballos, pero a él no le pareció procedente disfrutar de tan poco tiempo y mostró un mal gesto —de disconformidad— con su técnico. Lejos de darle importancia, Ancelotti, perro viejo (en el buen sentido de la palabra), volvió a usar la manguera y el extintor. En rueda de prensa reconoció que el jugador, por sus ganas, podía llevar razón al creer que merecía más tiempo en el terreno de juego, pero Carletto también expuso su argumentario: después de tanto tiempo parado hay que ir con calma y coger ritmo dentro de un ecosistema apropiado. El césped de Alcoy no era precisamente una alfombra y el ahínco y el empeño del equipo rival podría haber desencadenado alguna entrada más dura de lo normal que hubiera dado al traste con tantos meses de tesón y recuperación.
Me consta que a Ancelotti le encanta el tipo de juego de Ceballos, que confía mucho en su fútbol y en su potencial rendimiento y que la idea del entrenador, si todo sigue su cauce normal, es devolverle la confianza al centrocampista en forma de oportunidades. Dos formas de ver una misma situación totalmente opuestas y que ocurren de manera habitual en todos los vestuarios de todos los equipos de todos los deportes del mundo pero que, en el Real Madrid, hubiera podido desatar el alarmismo y la inquina de los antimadridistas que campan por los medios, que no son pocos. Pero con Ancelotti va a ser difícil. No va a regalar polémicas porque, ante todo, sabe de qué va esto.
Fotografías Imago.
Ya andan los del Asco diciendo que cierra la Fábrica.
Buenas tardes a todos...
He podido leer el titular y la noticia en As. Yo entiendo el uso como reclamo de los titulares de prensa pero el veneno que destila este del As empobrece un poco más su de por sí muy empobrecida imagen. Será que en ese medio aspiran superar la "calidad periodística de Sport???
Seguro que fue el gesto por el poco tiempo? Yo creo que fue por qué cuando lo llamó para entrar lo volvió a sentar un poco más y a continuación lo volvió a llamar. No contéis las cosas de mala manera. Menudos " periodistas" si se os puede llamar así?
Carletto tiene muchas virtudes. Una de las más brillantes es la de torear a los ingenuos que siguen intentando hacerle la alineación.
Es una pantomima que se repite cuando un entrenador del Real Madrid, da igual el que sea, acierta. Pongamos un ejemplo. Si la cuadrilla de manipulación quiere calentarle los cascos a Zidane o a Carletto y eligen como foco de la semana a Asensio puede llegar a realizar ejercicios de prestigitación irreales entre partido y partido con el objetivo ilusorio de torcerle la mano al míster madridista.
En el espacio entre un encuentro y el siguiente, en el caso de que el entrenador leyese la antiprensa ,se podría encontrar con las siguientes perlas. En una noticia le podrían informar de la injusticia que supone que un pedazo de futbolista como Bale siga en el banquillo. Otro antiperiodista le pone al corriente del enfado de Rodrygo ,ya que como es joven se puede echar a perder. Otro reflexiona sobre el espectacular partidazo de veinte minutos que nadie vio de Hazard . Incluso otro podría informar sobre la conveniencia de situar en el extremo a Lucas, ya que defiende a muerte. No nos extrañaría leer que Asensio está acabado y que intenta fichar por un equipo segundón de la Premier para terminar allí su carrera deportiva. .
La respuesta de Carletto esta semana fue la que tenía que ser. Asensio marcó, tanto monta con o sin tilde, en el último partido de Copa y por lo tanto fue titular.Ceballos recibió un leve pellizco de monja mediático y jugó minutos contra el Valencia.
Acertado artículo.Es un bombero excelente nuestro gran entrenador. El contraste con los derrapes de Piqué o la surrealista versión del partido, concediendo portadas a un penalti a Casimiro ,es abismal.
La preguntas del millón no se las hicieron a Xavi en la rueda de prensa tras su empate de ayer. Todavía no sabemos por qué se empeña en jugar un día y otro sin delantero centro o incluso cuando se decide a situar en su sitio al que tiene y realiza un trabajo excelente, dejando evidencia de que es el único que sabe marcar goles de verdad , le quita intempestivamente y ello derrumba al Barcelona.
Tampoco le preguntaron si el Granada tenía una calidad similar al Bayern de Múnich. El día anterior había afirmado que solamente los alemanes habían sido superiores al Barcelona desde que Napoleón lo entrena.
Xavi y Piqué siguen ganando partidos con los micrófonos al ritmo que Laporta ficha estrellas del rock&roll, pero alguien debería recordarles en algún momento la distancia de puntos con el Real Madrid.
Mariano, me ha gustado mucho tu denominación de "antiperiodistas". Otro término galernauta para usar contra los antimadridistas.
Muy bien Ancelotti y su mano izquierda, pero espero que en privado les haya puesto las cosas claritas y les haya dejado muy claro quién manda en el vestuario y que no iba a pasar ni una más. Desplantes públicos como los de Isco y Ceballos, no se pueden permitir.
Ancelotti me gustaba como entrenador para el Real Madrid, fui de los que lamentó su marcha, y me gusta ahora en su segunda etapa. En cuanto al tema que nos ocupa, lo primero que digo es que si Ceballos, la rompiera, cosa que creo no va a suceder, me alegraría. Soy del Real Madrid ,no de un futbolista o un entrenador en concreto.
Daniel Ceballos no es alguien por el que (yo) sienta devoción. Por supuesto, si es cierto el desaire a su compañero y superior jerárquico, me parece inapropiado , además de una falta de respeto .