Soy una persona muy optimista, uno de esos que piensa, antes de empezar cualquier partido del Real Madrid, que va a ganar. Da igual que lleve seis meses o 32 años sin levantar una Champions. No hay Negreira que acabe con esta determinación, no hay Liga con doce puntos de desventaja que mine lo que, a mi entender, condensa la esencia del Real Madrid.
Siempre he creído que las remontadas de la temporada pasada no son más que el entusiasmo de jugadores optimistas, imbuidos de un halo de leyenda, madridistas herederos de Di Stéfano, Santillana, Gento, Pirri o Juanito, hombres que consideraban la adversidad del resultado un estímulo más que un obstáculo. La Decimocuarta nunca la hubiese levantado ningún otro equipo. Ese halo de esperanza, de fe inquebrantable, que envuelve al equipo como la manta de angora que envuelve a mi padre cuando añora a mi madre, es la mayor demostración de optimismo de la historia del fútbol.
Por eso, por mi optimismo recalcitrante, soy tan pesimista en el caso Barcelona Negreira. Necesito un yang para tanto yin, una dosis de realidad, una botella medio vacía. Mi confianza en el CTA, la RFEF, LaLiga, el Consejo Superior de Deportes, el Gobierno, la UEFA y la FIFA son las mismas que tenía Guardiola de ganar el partido contra el Real Madrid cuando Rodrygo metió el primer gol de la remontada.
La RFEF, la misma que durante dos décadas no se enteró de que su vicepresidente estaba cobrando 7,5 millones del F. C. Barcelona, la que mantiene (a pesar de cuadruplicar el sueldo a Negreira durante su mandato) a Laporta dentro de su Junta Directiva, ha decidido presentarse como acusación particular en el juicio.
Mi confianza en el CTA, la RFEF, LaLiga, el Consejo Superior de Deportes, el Gobierno, la UEFA y la FIFA son las mismas que tenía Guardiola de ganar el partido contra el Real Madrid cuando Rodrygo metió el primer gol de la remontada
¿Tengo confianza en ellos, en el CTA, en las investigaciones internas de Medina Cantalejo para esclarecer el caso? No, ninguna. Y confieso que en su momento la llegada de Luis Rubiales (soy de Motril, soy un luchador) me pareció una gran noticia. Rubiales llegó para dar transparencia a un CTA anclado en la Edad Media, para levantar las alfombras de la época del Villar y acabó manteniendo en su núcleo duro a media docena de Presidentes territoriales imputados en la Operación Soule y a Andreu Subies como vicepresidente económico. Sus negocios con Piqué, el capitán del Barcelona, en un clarísimo conflicto de intereses, terminó por socavar mi confianza. No, lo siento, ustedes me han hecho pesimista.
Afortunadamente —no todo van a ser malas noticias— la Liga de Tebas, Mediapro, el realizador Óscar Lago y el “avalista” Roures (que pagó 100 millones por el 25% de Barça Studios), también han decidido presentarse como acusación particular. Ya me quedo más tranquilo. Tan tranquilo que solo de pensarlo me entra la risa floja.
Nos quedan la rectitud de la UEFA de Čeferin y sus clubes estado, la FIFA del “Caso Qatargate” y el Consejo Superior de Deportes, un organismo dependiente del Gobierno que, por boca de su presidente, expresó su “preocupación por lo que pueda hacer la UEFA”, su convicción en la honradez de los árbitros y su intuición de que Negreira vendió un poco de humo al Barcelona. Sí, humo, han cantado humo, José Manuel Franco, el presidente del Consejo Superior de Deportes, pagado por todos los españoles, ha dicho en una entrevista concedida al diario AS que “también parece que al Barcelona le vendieron algo de humo”. Aquí ya paso de la risa floja a reírme por no llorar.
Como podéis ver, ahí, en el CSD, hay mucha más seriedad. Tanta como para ofrecer dos veces el mismo puesto a Albert Soler, imputado en el caso Barcelona Negreira, ex director de deportes profesionales del F. C. Barcelona e impulsor de la nueva y controvertida Ley del Deporte: “Las infracciones muy graves prescribirán a los tres años, las graves a los dos años y las leves a los seis meses”. Qué quieren que les diga, vistos los castigos dan ganas de comprar árbitros.
“Las infracciones muy graves prescribirán a los tres años, las graves a los dos años y las leves a los seis meses”. Qué quieren que les diga, vistos los castigos dan ganas de comprar árbitros
La UEFA y la FIFA son, según casi todos los medios de comunicación, las únicas que pueden castigar al Barcelona deportivamente ya que en España los delitos ya han prescrito.
Pelos de punta.
Entenderán que con todos estos antecedentes, sumados al ridículo que hicimos internacionalmente con la Operación Puerto, mi optimismo se resienta.
Me queda, como siempre, el Real Madrid.
Necesitamos otro milagro.
Getty Images.
muchas de las acusaciones particulares van a actuar como defensas encubiertas. En sus manos tiene la jueza impedirlo.
Estoy con el señor Gwynne en que no va a pasar nada y también en que si frente a nuestro equipo nos ponen 11 jugadores, un árbitro y un VAR en contra, hay que ir a ganar. Eso sí, hay que saber de la dificultad a la que nos enfrentamos. No me vengáis luego hablando de Ancelotti.
Lo del miércoles frente al Barca en el campo nuevo puede ser una de las mayores gestas a las que se enfrente este equipo. ¿ creen ustedes que el farsa no va a poner enfrente toda su artillería arbitral ?
Consideró que el MADRID no va a perder.
Claro me estoy refiriendo al equipo titular, porque si la Institución hiciera como hizo el Sr. Presidente no presentarse a la comida previa al anterior encuentro, el equipo que deberia hacer lo presencia en el terreno de juego sería uno compuesto por jugadores de otras categorías y que pudieran alinearse o otra cosa que sería le leche. En el sorteo que sea el Barcelona quien inicie el encuentro y una vez puesta en juego el esférico dejarlos que metan los goles que con el Tiki kaka pudieran hacer
O esto último no lo permite el reglamento?.
Perdón quise poner "u otra cosa"
Y además si tal ocurriese no digo la pocilga de la prensa deportiva en España o los politicastros que por desgracia tenemos, sino la vergüenza para estos últimos y el descrédito definitivo del fútbol español por las críticas de la prensa internacional
AMEN
Estoy de acuerdo en que no va a pasar nada. La sociedad española está bastante aborregada, en general, y traga con todo , que la mientan, que la roben, etc, y no pasa nada, ni se inmuta. El otro contrapoder que sería una prensa libre e independiente , no existe ni se la espera, son como la antigua discográfica, la voz de su amo, siempre al servicio y a la sumisión del que manda.
Con el peso político del Barça , la administración actual no va a hacer nada que irrite o simplemente
moleste a los socios, que tanto necesita, y si hay un cambio a fin de año los que posiblemente entren tampoco moverán un dedo para modificar la situación por los mismos motivos y por su tradicional inmovilismo y cobardía. No esperemos nada aquí. UEFA Y FIFA son la única posibilidad.