El ser humano es extraordinario. Extraordinariamente diverso, y esto incluye por supuesto al madridismo. Tras la marcha de Casemiro al Manchester United, mientras que a algunos de nosotros no nos queda sino un hueco vacío donde antes teníamos el corazón, un irreductible grupo de madridistas conserva la entereza necesaria (motivada por la ira o la impotencia de su marcha, quiero imaginar) para no contentarse únicamente con criticar su salida, algo que puedo llegar a considerar entendible, sino para pronosticar todo tipo de malos augurios. Quizá sea el estado de felicidad permanente en el que me encuentro tras la consecución (y sobre todo la forma de obtenerla) de la decimocuarta el que me impide sumarme al grupo de agoreros, pero lo cierto es que soy incapaz de ver con tanta negatividad como sí tristeza la salida de nuestro Casemito.
El principal mal augurio que he contemplado repetido constantemente en las redes, como si de papagayos se compusiera parte de nuestra afición, es el mantra basado en la comparación de la salida de Casemiro con la de Makélélé. Aunque pudieran tener un rol similar como sostén y ancla de sus respectivos equipos, la salida de Case no puede producirse en unas circunstancias más diferentes que aquellas en las que se produjo la del mediocentro francés. Cuando Claude fue vendido por el Real Madrid aquel verano de 2003, la política de fichajes era radicalmente distinta a la que impera hoy en las oficinas blancas. El Real Madrid se encontraba inmerso en la creación de los Galácticos y se utilizó su venta para acometer la llegada del que sería el último de los mismos: David Beckham. No hubo, sin embargo, una gran preocupación por incluir en la plantilla a alguien de un perfil similar al del jugador de origen congoleño que pudiera realizar esa función de recuperador de balones incombustible y acabamos viendo como incluso el propio David acabó ocupando la posición de mediocentro (aunque en un doble pivote) para formar un once con jugadores de inmensa calidad pero tremendamente descompensado.
En el caso que nos atañe ahora, en cambio, el club ha hecho bien los deberes y ha sabido cubrirse las espaldas antes de que se produjera la salida del mito brasileño, no sólo fichando a Tchouaméni (mediocentro titular de Francia y el mejor recuperador de balones de Europa), sino con la llegada de Camavinga el año anterior, que también podría jugar en esa posición. Incluso Valverde ha jugado y cumplido sobradamente en la posición de Casemiro y podría ser una solución interesante (aunque su mejor posición sea la de interior) si las circunstancias lo precisan. De una manera u otra, la salida de Casemiro está más que cubierta y pese a lo emblemático que es y su peso en el vestuario, a nivel puramente deportivo no debería ser excesivamente traumática.
El principal mal augurio que he contemplado repetido constantemente es el mantra basado en la comparación de la salida de Casemiro con la de Makélélé. Aunque pudieran tener un rol similar, la salida de Case no puede producirse en unas circunstancias más diferentes que aquellas en las que se produjo la del mediocentro francés
Este punto nos emplaza a otro debate que está surgiendo desde las profundidades del madridismo y no es otro que la asunción de que Camavinga no sólo es pivote sino que además es mejor que Tchoauméni en dicha posición. Por fortuna, vengo a arrojar algo de luz sobre este asunto para que los sumergidos puedan alcanzar la superficie. Camavinga no es pivote. Camavinga no es interior. Camavinga es Camavinga. Un jugador tan único como extraordinario. Un jugador tan sumamente completo que en una misma jugada completa puedes ver en él reflejados a Redondo, Seedorf y Karembeu. Es inútil querer encorsetar en una posición o rol a un jugador tan especial, indómito y salvaje como él. No importa en qué posición del campo lo coloques, pues en cuánto empiece el partido va a aparecer en cualquier parte del mismo. Va a recuperar, va a ofrecerse, va a conducir, va a pasar en corto y en largo… Lo único que tiene que hacer el entrenador (aparte de crearle automatismos con sus compañeros) es ponerle de titular y despreocuparse del resultado. De cualquier forma, Ancelotti es un entrenador de jerarquías y sabe que se han gastado 80 millones este verano en Tchouaméni (80, todavía no 100, que les veo venir) precisamente para ocupar la posición de pivote, pero eso no impide que, cuando jueguen juntos Aurélien y Eduardo, los veamos formando un doble pivote en bloque defensivo, en lugar de uno u otro como pivote puro porque al final del día la cabra tira al monte y eso de las posiciones muchas veces solo dura lo que tarda el colegiado en marcar con su silbato el inicio del partido.
Otro de los mantras repetidos es el de la similitud con la salida de Xabi Alonso en 2015. Ya saben, mismo entrenador en su segunda temporada, salida del mediocentro tolosarra en la fase final del mercado estival, ausencia de rotaciones a lo largo de la temporada y de títulos al final de la misma por la caída física del equipo. Sin embargo, también en esta ocasión es sencillo encontrar diferencias entre ambas ventas y plantillas. La principal de ellas es el fondo de armario actual con el que cuenta el míster italiano. Quizá la delantera se pueda estar quedando algo coja ante la situación de incertidumbre con el futuro de Asensio, el rendimiento dubitativo de Hazard y el pasotismo de Mariano, pero tanto en la defensa, como sobre todo en el mediocampo, nuestro entrenador va a tener gran variedad de opciones para mover la maquinaria. Y de hecho, ya ha comenzado a hacerlo, pues en prácticamente todos los partidos disputados hasta la fecha, los siete centrocampistas de los que disponía han gozado de minutos. En 2015, en cambio, Ancelotti únicamente utilizaba en el centro del campo a Kroos, Modric, James e Isco y no tenía en su haber el abanico de posibilidades del que dispone ahora.
Pintus y las rotaciones de Ancelotti sumadas a la presencia de auténticas bestias físicas como Valverde, Camavinga o Tchouaméni hace difícil presagiar que el equipo se vaya a volver a desmoronar físicamente (y si lo hace, dudo que sea por el centro del campo)
En pleno 2022, Carletto parece más concienciado de lo que nunca ha estado en toda su carrera de la necesidad de hacer rotaciones y no sólo se debe a que quizá sea la plantilla más completa que ha tenido, o en la que ha contado con un mayor número de jugadores, sino también a la permanente sombra que le acompaña y que no pertenece a otro que al sargento Pintus, especialista en poner y mantener a tono a los futbolistas para que alcancen su mejor rendimiento cuando se juegan las noches importantes. Ya hace tiempo que se viene hablando de un plan específico que han confeccionado conjuntamente entrenador y preparador físico pensando en esta temporada tan especial que se encuentra dividida en dos partes por la celebración del mundial de Catar. El caso es que estamos viendo desde el minuto 1 de temporada a un Carlo entregado como nunca a la religión de las rotaciones y abonado a la oración de los 5 cambios por partidos (algunos incluso antes del 70). Esta filosofía sumada a la presencia de auténticas bestias físicas como Valverde, Camavinga o Tchouaméni hace difícil presagiar que el equipo se vaya a volver a desmoronar físicamente (y si lo hace, dudo que sea por el centro del campo).
No encuentro por tanto ningún síntoma de debilidad en el centro del campo de la plantilla más allá del vacío que pueda dejar en sus compañeros una persona tan absolutamente excepcional como es Carlos Henrique Casemiro. Como él mismo dijo en su despedida: “El Madrid va a seguir ganando más allá de los jugadores. Siempre.” Decía esto justo después de deshacerse en elogios hacia Fede Valverde especialmente y hacia Camavinga y Tchouaméni. Estimo que se puede confiar en la valoración de estos centrocampistas que nos hace el mismo hombre que ha jugado con los dos mejores de su época formando ese célebre “triángulo de las Bermudas” que ya es historia absoluta del fútbol mundial.
Solo resta agradecer con todo el corazón el legado de Casemiro y la huella imborrable que nos deja a todos los aficionados. Porque Case no ha sido simplemente el mejor centrocampista defensivo de nuestra historia. No ha sido un profesional intachable y un trabajador incansable. No ha sido ese jugador que se paraba a saludar a cada trabajador del club y siempre tenía un momento y una sonrisa para cada uno. No ha sido ese compañero que guardaba las espaldas de los suyos, se dejaba todo cuanto tenía en el verde y salía a dar la cara cuando más se le necesitaba. No ha sido una auténtica leyenda del deporte dentro y fuera del campo. No, amigos. Carlos Henrique ha sido incluso más.
Getty Images.
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Ninguna de las dos salidas, Makelele y Alonso, se parecen a la de Case. En ambos casos no había sustitutos. Pero si merece una reflexión el hecho de q ambas se produjeran con Florentino, que no suele prestar mucha atención a este tipo de detalles. El caso Benzema es muy parecido esta temporada. Cualquier equipo tendría ya otro delantero, nosotros lo fiamos todo a que no se lesione. No me parece una planificación adecuada. El resto de los puestos están doblados con la duda de Asensio pero el delantero centro es una posición especialmente sensible.
Buen articulo, y pienso los mismo quitando los sentimentalismos por la partid de Casemiro. Este año hay jugadores para hacer una transición rápida y quedan suficiente veteranos para que acompañen (Kross, Modric, Benzema, Nacho) a los jovenes y no se pierda la esencia. Finalmente ayudara a dar mas minutos a los jovenes para saber si sirven: Ceballos o conocer su techo: Camavinga y Tchouameni.
Chapeu!!
Porque el pasotismo de Mariano? Cuando es de lo único que no se le puede acusar, entrena a tope y cada vez que le ponen a jugar lo hará mejor o peor pero se entrega al máximo sean 10 minutos o el partido entero, sin una mala cara y corriendo a tope
¡Ya te digo!
¿Por qué?, preguntas. Pues porque hay una campaña contra él que en algunos casos continúa de forma premeditada y, en otros, como puede ser este, afecta al inconsciente no solamente del aficionado pipero, sino también al de los profesionales.
Con Isco y Asensio a cambio, los periodistas amigos enseguida han acudido al rescate, llorando porque el entrenador no cuenta con ellos o gimoteando porque no lo hace lo suficiente. Ni una palabra con ellos acerca de por qué no quieren irse. Personalmente, con periodistas amigos así, les acabo cogiendo asco a esos jugadores, aunque ellos no tengan la culpa.
En el caso de Mariano me sigo preguntando si esto proviene del propio Real Madrid (como "Nobita" con Piqué y Messi, que contrató a una empresa para desprestigiarlos) o si se debe únicamente a un periodismo servil mal entendido y de baja profesionalidad.
Cuando tengan algo que decirnos acerca de que Mariano haya puesto mala cara o que se entrene a medias (y tengan información tangible al respecto), háganlo. Hasta entonces, por favor, ¡absténganse de juzgar a Mariano en base a su profesionalidad! (A ver si va a resultar que el bueno es Casemiro, que es el que quiere irse (y se ha ido) y el malo es el que quiere quedarse. ¡Hasta ahí podíamos llegar! (Y lo digo con todo mi apoyo hacia Casemiro porque ha sido una operación en la que todos han salido ganando)).
Mariano no es jugador para el Real Madrid ni de lejos y si abandonase el Real Madrid este año en vez del que viene, que es cuando, gracias a Dios,termina su contrato, y, obviamente, no se le va a renovar, sería muchísimo mejor para ambas partes, el club se ahorraría el 100% de su ficha, ya que yo creo que estarían dispuestos a no cobrar traspaso si el Real Madrid no tiene k pagarle más, y el jugador tendría la opción de poder jugar con bastante más regularidad. El que también debería acompañarle cuando deje el club es el que le firmó el leonino contrato de 5 años a razón de unos 4,5 kilos limpios anuales.
"Un jugador tan sumamente completo que en una misma jugada completa puedes ver en él reflejados a Redondo, Seedorf y Karembeu."
¡Perfectamente explicado! Debo reconocer que Camavinga es mi jugador predilecto... después de Modric, claro. Bueno, voy a ser más preciso: Camavinga es mi jugador joven predilecto... después de Vinicius, claro. Bueno, voy a decirlo bien: Camavinga me gusta mucho y tengo muchas esperanzas depositadas en él.
"Este punto nos emplaza a otro debate que está surgiendo desde las profundidades del madridismo y no es otro que la asunción de que Camavinga no sólo es pivote sino que además es mejor que Tchoauméni en dicha posición."
Es un debate mal encaminado. Se trata del equipo, no de jugadores individuales. Lo interesante es lo que pueden hacer Camavinga y Tchouaméni juntos, no cómo se comparan para un puesto determinado. Debo decir que estoy esperanzado y que creo que juntos son mejores (y diferentes) a Casemiro y Kroos (Modric es harina de otro costal, aunque la movilidad de Camavinga le permite acercarse). Creo que hemos hecho un excelente "trueque" con Casemiro "por" Tchouaméni. Llamadme iluso, pero creo que este centro del campo tiene más potencial que el que estamos acostumbrados (otra cosa es que se realice ese potencial y que, además, se consigan títulos en abundancia, que siempre hay ahí también un factor suerte incontrolable).
El tema es que necesitamos seguir fichando a centrocampistas, a pesar de haber fichado a Camavinga y Tchouameni. Con Casemiro, parecía que abundaban los centrocampistas. Ahora, sin él, andamos justos. Pero ¿qué pasará con Kroos y con Modric a la vuelta de la esquina? ¿Ceballos será capaz de hacer de Modric? Tenemos una urgencia con el sustituto para Benzema, pero no debemos relajarnos con respecto al centro del campo: en uno o dos años debemos fichar al siguiente centrocampista joven (además de un delantero, salvo que Rodrygo o Hazard funcionen de falsos 9 de forma eficaz).
"[...] el pasotismo de Mariano."
¡Por ahí no paso! ¿Tiene el periodista información que nosotros no tenemos y que demuestre que está en plan pasota? Porque el único pasotismo que sabemos de él a ciencia cierta es el de abandonar el Real Madrid. Lo que hemos visto de Mariano en el terreno de juego es que se parte la cara (literalmente), si es necesario (incluso cuando no lo es... y ese es su problema, que sale sobrerrevolucionado).
"La potencia sin control no sirve para nada...", como decía un viejo anuncio.
Parcialmente de acuerdo, con el artículo. Creo que Tchuomeni, será un magnífico medio cierre, con Camavinga cerca de el.
Para un solo pivote, en la actual plantilla, solo creo capacitado a Álava.
Un solo medio centro, era tarea para futbolistas, como Redondo o Jankovic.
No se trata de ser agorero, pero digamos que la baja de Casemiro no es nada beneficiosa para el Real Madrid en varios aspectos. En primer lugar el papel de maestro por lo menos una temporada y la labor de aprendizaje de entrenar todos los días con él, por parte de los jóvenes franceses no se producirá (creo que le hubiera venido muy bien). En segundo lugar del tridente de medios que tanta gloria le ha dado al Real Madrid es el más joven todavía le quedan 5 o 6 años al máximo nivel. Modric ,ya con 37 y siendo el mejor medio actual, es posible que este sea su último año rindiendo así y Kroos no es un dechado a nivel físico. En tercer lugar no se puede minusvalorar a un jugador cuando ha sido funadamental en todos los logros deportivos del club en los últimos años, a nivel táctico fundamental, a nivel de mando en plaza en partidos de máxima presión vital. Que se tiene que ver el vaso medio lleno lo compro, pero no es una buena noticia para el club blanco a nivel deportivo.
Demasiado azúcar para un señor que se va del club que se lo ha dado todo. Era titular y capitán en el mejor club de fútbol del mundo y de la historia y ha preferido la mediocridad a cambio de dinero cuando ya era inmensamente millonario. No tiene mi respeto por ello. Personalmente no le habría dejado salir, cosa que el resto de clubes hacen habitualmente.
Respecto a si la comparación con Makelele es justa solo decir que el Madrid también siguió fichando mediocentros defensivos en aquella época y no pudimos encontrar uno medianamente decente durante 10 años, el barsa se hincho a ganar títulos. Cuando tienes algo que funciona, no lo toques.
Emerson, Gravesen, Pablo García, Cambiasso, Faubert, Diarra, Pepe en posición de mediocentro defensivo, Sergio Ramos en posición de mediocentro defensivo....
¿Queremos más ejemplos? Más nos vale acertar con Thouameni, porque sino tendremos otra travesía por el desierto. Y de la delantera mejor no hablamos, porque ahí necesitamos que el que mete los goles no coja un resfriado.