Casemiro de mi vida, eres bueno mogollón, por eso te quiero tanto y te doy mi corazón.
Casemiro es una bendición para el Real Madrid. Su fichaje estuvo envuelto en polémica —como todo lo que ocurría en el Real Madrid de Mourinho—. Cuando llegó para jugar en el Castilla, se acusó al entrenador portugués poco menos que de caprichoso, por fichar a un jugador ya crecidito de fuera para la cantera cuando la cantera está precisamente para formar jugadores de dentro sin recurrir a los de fuera.
Casemiro de mi vida se mostró ajeno a toda polémica. De hecho, se sigue mostrando ajeno a todo lo que no sea jugar al fútbol, defender al Real Madrid y a la selección de su país. Casemiro es ese jugador que habría sido Gutiérrez Mellado en el 23-F. Si ocurriese un terremoto durante un partido, Casemiro seguiría recuperando balones, subiendo a rematar un córner o presionando a los rivales, aunque estos ya se encontrasen corriendo para esconderse a plena intemperie ateridos de pánico.
Casemiro de mi vida es actualmente el jugador más valioso del Real Madrid —según KPMG— con un precio de mercado de 72,6 millones de euros. Aunque no hace falta ningún estudio sesudo para llegar a la conclusión de que es el jugador más importante. Hay futbolistas con más ascendencia en el equipo, como Ramos, pero su edad hace prever que será por poco tiempo. Otros, como Benzema, son indispensables para engrasar el juego ofensivo. O Modric o Kroos para que todo funcione. Pero Casemiro es esa pieza de la edificación que si la quitas se derrumba el inmueble entero. Además, estos señores de KPMG no se dejan llevar por las filias o las fobias que mueven a muchos aficionados a la hora de valorar a un futbolista. Ellos van a los hechos, sin más.
Casemiro de mi vida irrumpió con importancia por primera vez aquella noche en Dortmund en la cual parecía que la nave blanca se iba a pique (que no a Piqué, ojo). Salió al campo a comerse literalmente al rival y el Madrid siguió adelante en Champions y ganó la Décima.
Casemiro de mi vida se marchó cedido al Oporto al año siguiente y el Madrid no ganó la Copa de Europa. En Portugal ganó empaque y volvió a quedarse para siempre, contra viento y marea, del modo que se queda una suegra viuda en casa del yerno.
Casemiro de mi vida, tras su vuelta de la mili en Oporto, ganó tres Champions League seguidas escudando a Kroos y Modric. Un centro del campo que ya ha pasado a la historia como hizo aquella delantera de los 50 formada por Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y Gento.
Casemiro de mi vida tampoco rehúye el enfrentamiento mediático y cuando el Madrid sucumbe, con las pulsaciones aún disparadas, es el primero en dar la cara y contestar con temple al periodista a pie de campo, que en ocasiones realiza preguntas propias de la inteligencia de una momia disecada y sumergida en formol.
Casemiro de mi vida, eres bueno mogollón, por eso te quiero tanto y te doy mi corazón.
Fotografías: Getty Images.
Amén
Orgullosos de ti por todo lo que nos das y representas.
Eres la imagen viva del jugador que desde los principios del Club representas todo lo que conlleva el ADN madridista
El jugador criticado cuando vino al Castilla estando Mou fue Fabinho y si Casemiro no se hubiera ido al Oporto para que jugara Illarra serian 5 seguidas no 4 en 5 años y si hubiera jugado en Valladolid en e,l partido de liga y no Illarra no se hubiera empatado en el ultimo minuto en un saque de banda que remato un jugador del Valladolid saltando con Illarra
Y por ese empate de Valladolid se perdio la Liga que gano el malekito
Y fue Illarra el que se "acongojó" el día del Borussia y tuvo que salir Case.
Extraordinario artículo. Felicidades y amén a todo.
Casemiro es un jugador especial para mí. Espero que siga con nosotros muchos años. Gran jugador y persona.
Yo también amo a Case, pero admitamos que tiene una falla, una carencia, y es que no ayuda apenas en la salida del balón, casi que se esconde para esas labores, fijaos.
No participa, se inhibe. Y aunque no la fuera a recibir, por previo acuerdo con los compañeros, debería habilitar una línea de pase para así ocupar a un defensor contrario. Pero los rivales lo saben y no lo cubren en la salida del balón lo que les da un jugador más para tapar las salidas de balón del Madrid.
No se entiende que un mediocentro, aunque sea "defensivo", no ayude en eso. Es inexplicable.
Depende de momentos de forma. Cuando está bien tiene un desplazamiento largo espectacular, y ayuda en la salida del balón, y mucho. Otro jugador que depende mucho de su momento para esa función es Mendy.
CaseMITO
Me acordé mucho de Casemiro cuando perdimos en Turín en semifinales ante una Juve inferior por culpa de un mediocentro improvisado (Sergio Ramos) que tuvo 10 pérdidas de balón no forzadas mientras Casemiro la rompía en Oporto.