Mucho se habló de la pérdida de liderazgo que supuso la marcha de Cristiano Ronaldo y de Zinedine Zidane tras la final de Kiev. A priori resultaba imposible restituir el carisma de dos figuras tan emblemáticas a corto plazo. Los efectos de dicho impacto pronto se pudieron percibir en un equipo que vagó como alma en pena a lo largo de todo el curso. El único jugador que dio un paso adelante fue Karim Benzema, aquel futbolista al que durante años se había señalado como un pusilánime. En contra de esa percepción Karim aceptó la responsabilidad de llevar el peso del equipo, de ayudar a los más jóvenes - o más bien adolescentes -, recién llegados en su integración o, incluso, en dar ejemplo redoblando su preparación física, con un tratamiento dietético que con el que adquirió una formidable forma física que contrastaba con la de muchos de sus compañeros. Pero el aporte del bueno de Karim tampoco fue suficiente para sostener a un equipo que había colapsado y el que luego le resultó imposible frenar su caída libre.
La presente temporada, no obstante, ha tenido un rumbo muy diferente. Transcurridos más de tres meses de competición. Zidane vuelve a ser el faro que ilumina al madridismo y su presencia vuelve a ser un motivo de confianza y estabilidad para el vestuario, la grada y el club. Karim continúa la misma senda que inició el año pasado, pero a diferencia de entonces son varios los compañeros que se han adherido a la causa y que están ejerciendo de líderes del grupo, en una tarea que va más allá de brazaletes.
Transcurridos más de tres meses de competición. Zidane vuelve a ser el faro que ilumina al madridismo y su presencia vuelve a ser un motivo de confianza y estabilidad para el vestuario, la grada y el club
Tras el francés habría que destacar a Casemiro que más allá de la mejora ostensible en su rendimiento está ejerciendo con mando en plaza sobre el terreno de juego. Nos consta que, además, su voz es de las que más resuenan con autoridad en el vestuario y que su labor con los jóvenes está siendo crucial, en especial con Fede Valverde. El brasileño está llamado a ser la cabeza visible del equipo en el futuro. Lo que se llama un jefazo.
Uno que ya lo es y que no lo pudo demostrar el año pasado, por el desgaste sufrido en el Mundial, es Luka Modric, posiblemente junto a Sergio Ramos el futbolista con más ascendencia sobre el resto. El croata ha recuperado la forma, en la medida que su edad se lo permite, y eso se ha tenido su reflejo en el terreno de juego donde también ha comandado al equipo.
Zidane, Benzema, Casemiro y Luka Modric. Cuatro líderes que precisamente destacan por una virtud que últimamente no asociábamos a los que ostentan el mando: la humildad. El recuerdo del portugués, empujando hacia delante al equipo con su ambición desaforada, quizás ha distorsionado el concepto de liderazgo en el reciente imaginario madridista. Pero lo cierto es que el carisma no se alcanza exclusivamente por medio de la dureza o la ferocidad propia del egoísmo, sino también de la humildad que te mantiene alejado de todo exceso de confianza, que te impele a entregarte, sin descanso, en beneficio del equipo y no del registro individual.
Zidane, Benzema, Casemiro y Luka Modric. Cuatro líderes que precisamente destacan por una virtud que últimamente no asociábamos a los que ostentan el mando: la humildad.
De ese talante humilde dio testimonio ayer Luka Modric, no sobre un terreno de juego sino en la gala del balón de oro. El croata entregó el premio a Leo Messi a quien elogió y felicitó por el galardón sobre el escenario. Cuando le preguntaron por su presencia, tras no haber acudido ni el propio Messi ni Cristiano a la gala del año anterior en la que se daba por hecho que él resultaría ganador, Luka respondió: “Se trata de una cuestión de respeto. Es muy simple”.
Pero simple siempre que seas un líder de la categoría de Luka Modric.
Formidable artículo
En el se resalta la humildad como uno de los grandes valores de la persona humana
Valor que entre los futbolista, y sobre todo de élite, abunda, por desgracia, por su ausencia.
Un cordial saludo
Gabriel
Todo eso está muy bien. Pero no soy partidario de elevar a unos para bajar a otros. Es siempre injusto cuando de colectivos se trata. Este equipo, el de ahora mismo, está cómo está por qué, como comentó ese gran madridista que anda por los medios, Álvaro Benito: " En este Madrid, nadie se ahorra una carrera". Tanto valen los esfuerzos de unos como los de otros. Juegan 14 y se esfuerzan 14. El trabajo de Kross, Carvajal, e incluso el regresado Isco que ha dado dos postes que terminaron en goles, hacen con Hazard que la ilusión regrese a los madridistas. Espero que en el próximo partido, venga quién venga, se agoten las entradas. Ha vuelto el buen fútbol.
Casemiro es una suerte tenerle en el Madrid. Y a Modric, Benzema. Es curioso que a veces los jugadores de fuera son los que más representan al Madrid. El Madridista es universal. Eso no lo entiende la prensa, o sí y por eso enredan.