Excelentísimo Sr. Ministro:
Preguntar no es ofender: ¿es usted un gandul? Lo pregunto porque ha declarado usted que “no está siguiendo de cerca” el asunto Negreira. Con el debido respeto, ¿cómo es posible que el Ministro de Cultura y Deporte no esté siguiendo tan de cerca como sea posible el mayor escándalo deportivo que ha vivido España en toda su historia? Bien está que, como es público y notorio, a usted le interese más la vertiente cultural que la deportiva, de entre las dos ramas que definen sus atribuciones como servidor público. Sin embargo, déjeme si es tan gentil recordarle que usted cobra de todos nosotros para desempeñarse con idéntico celo en aquellas materias que le seduzcan como en aquellas que le sean áridas dentro de sus competencias.
Otra posibilidad es que no sea tanto la vaguería cuanto el propio interés lo que hasta la fecha le haya inducido a mantenerse a una prudencial distancia sobre un asunto que está pudriendo por minutos el prestigio del deporte que, de largo, más expectación despierta y más dinero mueve en este país. Si no quiere usted seguirlo de cerca, acaso no estaría de más que lo siguiese desde más lejos todavía, no sé si me explico.
Si no se la sabe, malo. Si se la sabe y la elude, peor aún
Señor ministro, preguntar no es ofender. ¿Por ventura se ha enterado usted de que el FC Barcelona ha estado pagando durante al menos 17 años al número dos de los colegiados españoles, y que tanto la persistencia en el tiempo de esos emolumentos como las anomalías estadísticas cosechadas en esos años mueven a concluir, con muy escasa sombra de duda, que el Barcelona utilizó el poder de la cúpula arbitral, convertida en proveedor de servicios, para garantizarse arbitrajes favorables?
Lo dicho: o es usted uno de los mayores holgazanes que se han sentado en esa poltrona o, alternativamente, y no sé si esta hipótesis es más o menos generosa, usted sabe más de lo que dice pero le interesa aparentar lo contrario por razones políticas que a nadie escapan, es decir, el apoyo del independentismo catalán al gobierno del que forma parte y la íntima conexión entre el FC Barcelona y dicho independentismo, que hoy rige Cataluña. Sea como sea, solo con arreglo a una desfachatez que por desgracia nos es familiar en la clase política que sufrimos puede manifestarse sobre un asunto que tiene al fútbol español en pie de guerra con un desacomplejado “ay, esta no me la sé”. Repito: si no se la sabe, malo. Si se la sabe y la elude, peor aún.
Si lo único que se siente con fuerzas de llevar a cabo es sembrar cizaña contra el club que es el principal damnificado por la corrupción arbitral culé, ¿por qué no dimite?
Donde ha estado mucho más locuaz ha sido, en cambio, al referirse al vídeo que Real Madrid TV, con cientos de millones de visualizaciones, ha elaborado y emitido en respuesta a las incalificables descalificaciones de Laporta. Recordemos que, ante la imposibilidad metafísica de explicar los pagos a Negreira con una tesis digna, distinta a la que todos colegimos, Laporta optó por insultar al Real Madrid, que pasaba por allí, tildándolo de “equipo del régimen”. A cuenta de dicho vídeo, que no era más que una respuesta a esa invectiva laportiana, se ha permitido usted dar lecciones al club blanco, aplicándole el consejo bíblico: “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra”. Usted debe de sentirse libre de tal, porque bien que ha lanzado un cascote a la entidad de Concha Espina, a despecho de que en este caso no sea la primera sino la enésima.
Dado que en su alocución hablaba tanto del BarçaGate como del célebre vídeo sobre el franquismo, no queda claro si su insinuación, tan sibilina, alude a presuntos pecados del Madrid en el contexto de complicidad con el dictador o en el de la compra de “neutralidades” arbitrales. En cualquiera de los dos casos, está usted ampliando el espectro de la sospecha de manera tan discrecional como indignante. Me va a perdonar (o quizá me va a agradecer) que me guarde todo lo que su sugerencia evangélica me suscita a mí.
Señor ministro, preguntar no es ofender: si no es usted capaz de hacer absolutamente nada sobre el BarçaGate, o si es capaz pero no quiere hacerlo, o si lo único que se siente con fuerzas de llevar a cabo es sembrar cizaña contra el club que es el principal damnificado por la corrupción arbitral culé, ¿por qué no dimite?
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Nueve con nueve, Jesús. ¡Ya está bien!
Señor ministro, preguntar no es ofender. ¿Por ventura se ha enterado usted de que el FC Barcelona ha estado pagando durante al menos 17 años al número dos de los colegiados españoles, y que tanto la persistencia en el tiempo de esos emolumentos como las anomalías estadísticas cosechadas en esos años mueven a concluir, con muy escasa sombra de duda, que el Barcelona utilizó el poder de la cúpula arbitral, convertida en proveedor de servicios, para garantizarse arbitrajes favorables?
Hombre D. Jesús, por supuesto que se ha enterado, el problema no esta ahí, el problema no es para ellos, si no para nosotros, es que en el fondo a D. Miguel, no le causa ningún problema moral ( por ser comedido) la actuación del Futbol Club Varcelona, como decía Henri Kisssinger mientras sean de los nuestros
respecto a Somoza el dictador nicaragüense
A ver si nos vamos a caer de un guindo después de años escuchando excusas inverosímiles ante preguntas incómodas. ¿O hemos olvidado ya a todos cuantos decían ignorar quién era M. Rajoy? Que si nos ponemos a pasar facturas políticas so pretexto futbolístico hay mucho que facturar.
El ministro Iceta es el mismo del que no se conoce ninguna declaración o acción destinada a combatir los ataques racistas y violentos contra Vinicius . Que, por cierto, baila mucho mejor que el alto funcionario catalán. El mismo que, sin embargo, no parece que conceda importancia al mayor caso de corrupción habido en el deporte europeo, pero que se ha aprestado a criticar al perjudicado , Real Madrid , en lugar de cuestionar a los presidentes del club que reiteradamente , durante dos décadas -como minimo-, ha pagado a un jefe de los árbitros.
Al señor Iceta se le ve el plumero.
Este lameculos claro que sabe más de lo que dice. Lo que ocurre es que la vida padre que se está marcando es de chupa pan y moja, y claro eso no lo puede perder.
Viven todos en un MULADAR
Miquel Octavi Iceta i Llorens, ministro de cultura y deportes, del que dependía Albert Soler socio barcelonista y culpable de que todo este fraude haya prescrito. Ambos del PSC, ambos pertenecientes al partirt dels socialistics de Catalunya, que recordemos, es un partido independiente del PSOE, vinculado a éste por medio de una confederación de partidos.
Cerca de unas elecciones no va a hacer nada que pueda poner en su contra a los barcelonistas que les votan. Al contrario deben mantener el pacto con ERC tanto en Cataluña como en toda España.
Como todos sabemos, el barsa, siempre del lado de los que mandan, tiene mucha influencia tanto en PSC como en ERC. Y estarán del lado de quién haga falta para obtiener trato favorable, con o sin informes.
El deporte debería mantenerse lejos de la política, pero el barca no lo hace, al contrario lo tiene como objetivo, como ideal (más que un club)
La política debería interesarse en la transparencia y limpieza del deporte, pero si hay intereses políticos no lo va a hacer.
Buenos días a todos. El señor Iceta es uno de los peores Ministros de Cultura y Deporte que hemos tenido en España. Su respuesta sobre el Barcagate, vergonzosa. Igual que no haber cesado a Rubi cuando salió a la palestra su negocio con Geri. Es escandaloso. Respecto a su desempeño en la faceta de cultura, igual o más nefasto que la de deporte. Un Ministerio con un presupuesto bajísimo, profesionales haciendo malabares para sacar el trabajo, museos nacionales con goteras y sin sistemas de climatización que protejan los bienes de interés cultural allí custodiados, su buque insignia, como es el Museo Arqueológico Nacional, con salas cerradas por falta de personal de vigilancia... Y podríamos seguir. De donde no hay, no se puede sacar.
¡Hala Madrid!
Gusto en saludarles
Suscribo cada palabra de esta carta.
Gracias Jesús.
Hala Madrid!!