Desde hace unas semanas, en rueda de prensa, los mismos medios que acostumbran a discutir acerca de las aptitudes de Carlo como entrenador y menospreciarlo, haciendo de él un mero gestor de grupo y amigo de los jugadores, no cesan en su empeño de acosarlo a preguntas acerca de su futuro, deseando que el italiano responda de una vez por todas que se va a Brasil. Generalmente, si la prensa desea algo relativo al Real Madrid, este algo no suele ocultar beneficio alguno para el club blanco. Más allá de su buena gestión de vestuario y la agradable relación de Carletto con los jugadores, debe de haber algo bueno en esta segunda etapa al mando del club capitalino, y esta insistencia de la prensa me ha hecho reflexionar con algo más de profundidad de lo que suelen hacerlo ellos acerca de las virtudes de Carlo como entrenador.
Generalmente, si la prensa desea algo relativo al Real Madrid, este algo no suele ocultar beneficio alguno para el club blanco
Es justo comenzar diciendo que Carlo no era mi primera opción para el banquillo blanco de la próxima temporada. Más que nada porque ya tenía más que asumida su marcha al acabar contrato en 2024 y sonar con tal vigor los cantos de sirena cariocas. El cuerpo me pedía a un Xabi Alonso que lleva maravillando al mundo del fútbol desde el primer momento en el que se aposentó en el banquillo del Bayer Leverkusen, desplegando un fútbol vivaz, atrevido y muy divertido. Tiene a su equipo líder e invicto en una bundesliga que puede ser la primera que se le escape al Bayern de Munich en una década. Este bagaje y el miedo a que otro grande como el Liverpool o el propio equipo muniqués (clubes que guardan gran cariño al jugador tras su paso por ambas ciudades) se nos adelanten eran mis principales argumentos para tratar de encarrillar el fichaje del donostiarra para la próxima temporada sin más demora. Sin embargo, los rumores de las últimas semanas acerca de una posible renovación de Carlo dan para replantearse cualquier decisión.
Más allá de que debamos esperar a que se desarrollen los acontecimientos y tomar una decisión en función a los resultados de la temporada (abril en adelante), la sensación es que a día de hoy el Real Madrid tiene una certeza en el banquillo. Xabi Alonso, como entrenador blanco, es un melón por abrir. Un melón muy apetecible, con una pinta estupenda, pero del que no tenemos la seguridad absoluta de que vaya a funcionar tan bien como lo ha hecho en sus anteriores banquillos. Sin embargo, con Carletto tenemos a un entrenador que está en un gran momento de forma, tiene al equipo arriba en la tabla a pesar de las numerosas bajas y ha sabido adaptarse a las diversas circunstancias que le han generado las mismas en la plantilla.
La sensación es hoy el Real Madrid tiene una certeza en el banquillo. Xabi Alonso, como entrenador blanco, es un melón por abrir. Un melón muy apetecible, pero del que no tenemos la seguridad absoluta de que vaya a funcionar
Me molesta bastante que, como se hacía con Zidane, se tienda a intentar reducir a Carlo Ancelotti a un mero gestor de plantilla. Lo primero es que, aunque sólo fuera eso, ya sería suficiente para tenerle en gran consideración, pues a nivel de clubes élite (con plantillas llenas de jugadores de prestigio), una buena gestión de los jugadores es quizás lo más complicado para un entrenador. Pero es que, además, Ancelotti lleva años demostrando ser mucho más que eso. Es un entrenador que ha sido capaz de crear sistemas que favorecían a sus estrellas continuamente, adaptándolos a sus jugadores; así como un técnico interventor cuando las lesiones o circunstancias acuciaban.
Esta misma temporada, sin ir más lejos, tras la marcha de Benzema y la llegada de Bellingham, ha cambiado radicalmente el sistema y modelo de juego del Madrid en virtud de las cualidades de los mejores jugadores de los que disponía. Carletto, al ver en el centro del campo su principal arma para dominar los encuentros, ha variado el dibujo con respecto a la campaña pasada de un clásico 4-3-3 a un 4-4-2 en rombo primero y en línea posteriormente. Este cambio de rombo a línea permite a los centrocampistas un reparto de las tareas defensivas más simple y fácilmente aplicable tanto a la hora de presionar como de defender en bloque medio o bajo, a la par que sigue permitiendo exhibir las virtudes de los dos futbolistas que ejercen de interiores: Bellingham y Valverde. Además, con este nuevo sistema, los dos interiores, sobre todo Jude, se dejan ver por dentro para buscar el juego entre líneas, como si fueran mediapuntas, pasando en ataque a una especie de 4-2-2-2, especialmente en estos partidos en los que Fede ha pasado al doble pivote para proteger a Kroos y Modric está ocupando la posición del uruguayo.
No es justo, por tanto, acusar a Carletto de falta de intervencionismo cuando precisamente es un técnico que destaca bastante en este aspecto. No es la primera vez que cambia el sistema en el Real Madrid. Ya el año pasado, cuando Rodrygo empezaba a hacerse un hueco en el once, comenzó a coquetear con el 4-2-3-1 en algunos partidos, con el brasileño haciendo las labores de mediapunta. También en su primera etapa cambió este sistema por el 4-3-3 que tanto tiempo ha mantenido el equipo blanco en la época reciente. Y precisamente, cuando el mundo del fútbol le exigía que volviera a dicho sistema para encajar a todos los jugones de los que disponía en 2014, se inventó a Di María de interior para acompañar a Xabi y Modric en un centro del campo que arrasó en Europa. Y cuando las lesiones desmontaron la BBC, tiró de Isco para recomponer el equipo y el sistema en un 4-4-2 que acabó imponiéndose en las grandes noches (semifinales contra el Bayern o final de copa en Mestalla).
Y es que Carlo no sólo ha sabido destacar por su capacidad de adaptar su sistema a los jugadores que tiene, sino también por su habilidad para reconvertir a jugadores y ponerlos a jugar en una posición en un principio extraña para ellos para sacarles un mayor rendimiento. Todo el mundo estará pensando en estos momentos en Bellingham, jugador al que Carletto colocó de mediapunta cuando todos gritaban a los cuatro vientos que era un “todocampista”, y al que el italiano ha convertido en la principal arma ofensiva del equipo vikingo. Me atrevo a decir que, más allá de su gestión humana, el italiano quizá sepa también algo de fútbol y sea capaz de ver al menos un par de leguas más allá que los gurús de este deporte, porque Bellingham no es ni mucho menos el primer caso de metamorfosis que lleva a cabo Carlo Ancelotti.
Di María, ya mencionado anteriormente, pasó de ser un extremo derecho de desborde a un vertiginoso interior que operaba tanto entre líneas como por la banda contraria a la que estaba acostumbrado, a la par que descubrimos en él a un incansable trabajador defensivo. Esta obra maestra de Carlo, quizá la más impredecible de cuantas ha llevado a cabo el italiano, culminó con el maravilloso eslalon que acabó rematando Bale para darnos la victoria en Lisboa y la recolección del premio al mejor jugador de aquella final para el fideo.
Me atrevo a decir que, más allá de su gestión humana, el italiano quizá sepa también algo de fútbol y sea capaz de ver al menos un par de leguas más allá que los gurús de este deporte
Otro de los centrocampistas reconvertidos por Carletto fue Isco, que llegó al Real Madrid con la etiqueta de mediapunta talentoso y mágico con un Golden Boy bajo el brazo y que con Carletto se transformó en un interior —primero en el 4-4-2 de la 13-14 y posteriormente en el 4-3-3 de la siguiente campaña— de un virtuoso Madrid que, hasta que las lesiones comenzaron a acosarlo, practicó el que para muchos es el mejor fútbol que han visto al equipo blanco.
Al usar este 4-4-2, también Carletto fue el primero en colocar a Cristiano Ronaldo de segunda punta, alejándolo de la banda y acercándolo al área para explotar tanto su faceta de goleador como la capacidad de asistente de lujo de Karim Benzema. Algo similar a lo que estaríamos viendo actualmente con Vinicius, al que ya le sacó un rendimiento sobresaliente como extremo, acercándolo al área en un sistema que busca potenciar más su definición que su regate y que permite al Madrid acortar los ataques buscando los desplazamientos en largo desde atrás para aprovechar la explosividad y velocidad punta del carioca. Otra muestra de la inteligencia de Carlo con Vinicius se vio en uno de los goles del brasileño este año: con el equipo asentado en bloque medio, Fede robó en el centro del campo y, sin mayor demora, lanzó un pase rápido a Vinicius, que se quedó solo ante el portero y lo regateó a placer. La mejor forma de mejorar la definición de Vinicius (y aprovechar su velocidad) es buscarle situaciones en las que tenga espacio para definir con más tranquilidad y menos presión. Nada mal para un simple gestor.
Carletto, aunque no tenga las estadísticas de los puntos o goles esperados tan favorables como otros, a día de hoy es una certeza para el banquillo blanco
Podrá gustar más o menos como entrenador, se podrá disentir de algunas de sus decisiones, faltaría más, pero es innegable que Carlo es un hombre de fútbol, un entrenador que sabe muchísimo de este deporte (ha triunfado como jugador y como entrenador). Si decidiera quedarse en el Madrid tras esta temporada sería una gran noticia para ambas partes.
A lo mejor la llegada de Xabi Alonso pueda generar más ilusión y este sea capaz de crear un Madrid que juegue tan bien como su Leverkusen y opte a todo. Quizá el retorno de Jose Mourinho al banquillo blanco podría suponer una resurrección de la carrera del portugués similar a la del propio Carlo que se tradujera en éxitos y los títulos que le quedaron por ganar aquí. Tal vez el regreso de Zidane o el ascenso de Raúl mantendrían al Real Madrid con una pulsión competitiva que lo elevaría en la pelea por los títulos. Pero al final del día esto no son más que teorías o cábalas. Y Carletto, aunque no tenga las estadísticas de los puntos o goles esperados tan favorables como otros, a día de hoy es una certeza para el banquillo blanco. Una certeza que, a pesar de las incontables bajas que le impiden no poder contar con varios jugadores élite en sus respectivas posiciones, está manteniendo al Madrid en la pelea por todo realizando un fútbol bastante vistoso y competitivo, a la par que siendo el equipo más sólido defensivamente. Y en el fútbol, y especialmente en el banquillo blanco, las certezas son muy complicadas de encontrar.
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Puedes definir en más altura a alguien pero mejor definición de una persona en su oficio no los supera nadie ni a ti como un buen articulista ni a Carleto como buena gente y fenomenal profesional
Muchas gracias, Edelio. Un honor.
Bravo ambos escribidor y aludido.
Jejeje
Otra cosa hank, no sólo el mérito de estar en cabeza a pesar de las lesiones. Y también del negreirato, que está más vivo que nunca como estamos viendo en las últimas jornadas. El Madrid de carleto, sería líder en solitario en una competicion limpia
Con arbitrajes normales, esta competición infesta no tendría ni emoción. Habríamos pinchado un solo partido como mucho.
Mourinho que no vuelva bajo ninguna circunstancia al Madrid, por Dios, ni en broma hay que mentarlo que tito Floren es capaz de hacer alguna tontería y que se le ocurra volver a ficharlo y no estamos para regalar a los rivales.
Reconforta leer , porque a muchos se les olvida y/o le niegan la sal al de, Reggiolo , que con Ancelotti el equipo desarrolló en su primera etapa un fútbol exquisito. Al margen de resultados, aqui uno que disfrutaba con el estilo de aquel equipo.
Tan mal me supo cuando le cesaron como alegre me sentí hace un par de años largos cuando regresó a su casa . Ningún técnico luce mejor palmarés que Carlo, es un tipo educado, elegante , con un sentido del humor y una ironía que le definen. ¿No es suficiente? ¿Que quieren?
El club y el propio Carletto decidirán lo que sea. Como madridista informado y observador sé que, sea Xabi Alonso u otro el que sustituya al italiano, no modificarán lo que, desgraciadamente, más influye en el desenlace de las competiciones domésticas. Lo que no es deporte , lo que llevamos décadas aguantando.
Desgraciadamente, para el Real Madrid, que esté fulanito o zutanito de entrenador , por mucho que estén entre los mejores del mundo, no es lo prioritario. El fútbol hispano está muerto. Entre todos lo mataron y el solito se murió.
Totalmente de acuerdo, Snowing. Y oye, que a lo mejor Xabi Alonso viene y nos sale tan bien como Zidane o Carletto porque también se ve una persona de fútbol, elegante, con clase y educación, pero lo de la liga Negreira es harina de otro costal…
No hay hoy en día ninguno mejor que Ancelotti. Con mucha diferencia.
Otros renuevan al cholo, o tienen a un jardinero constructor...que lástima dan