No descubrimos nada, pero qué cosa extraña el tiempo. ¿Cuánto falta para esta noche? ¿Cuánto va a durar el partido si dura 90 minutos? ¿Cuánto más durará si acaba durando otros 30 y acaso más? ¿Alguien sabe lo que dura una tanda de penaltis? ¿Se ha medido semejante abismo de tiempo, curvatura tan demorada? En realidad no hay relojes para estas cosas, aunque abunden. La precisión matemática que hemos conseguido se queda a la altura de un inútil balbuceo cuando hablamos de medir las cosas que más importan. La experiencia subjetiva se precipita, se desparrama, se agota, se acelera o se hace eterna cuando lo que está por venir -lo que está viniendo- es la posibilidad de ganar hoy la duodécima Copa de Europa, un hoy larguísimo, un hoy que puede quedar fijado para los restos en conexión con otros once puntos de luz que relucen ahí arriba y sobre todo aquí dentro del pecho. Una cadena de hoy y hoy y hoy, y así hasta once, una estela, una trayectoria, un camino de baldosas amarillas que son blancas y que, como ocurría en Oz, conducen a lo que ya somos, a lo que podemos ser, a lo que queremos seguir pudiendo ser.
Once baldosas tiene ahora ese camino jalonado por once trofeos de la vieja y querida Copa de Europa como hitos que no permiten el desvío ni la errancia. Se va por aquí, estén ustedes seguros. Nos lo han dejado dicho -lo han dejado desbrozado y recorrido- nuestros mayores más insignes, esos que abrieron brecha machete en mano, esos que siguen recorriendo el camino con nosotros hoy más que nunca porque ya ha quedado dicho que lo que sea hoy es también ayer y la posibilidad de mañana.
Es la hora del campeón, dice Marca, y nosotros no vemos la hora de que de verdad sea ya la hora de poder empezar a demostrar que es la hora del campeón. Pero nadie sabe lo que dura una hora en estas circunstancias, y las horas que quedan para el comienzo del partido duran lo indecible, como duraron las horas que, incontables, pasaron -tranquilos, ya pasaron, tenían que pasar- entre la Sexta y la Séptima, entre Bruselas 1966 y Ámsterdam 1998. Aquello fue un acelerador de partículas, un avance científico sin precedentes, una demostración palpable de que el tiempo, casi letanía durante tantos años, puede acelerarse a conveniencia, fruto de querer hacerlo, a fuerza de convencerse de que está en nuestras manos camino de Oz. Ya lo dijo Einstein, pero quien lo hizo fue Pedja en la capital de Holanda y tras su logrado experimento no hemos hecho más que volver a saber que seguimos estando aquí para poder volver a ganar otra Copa de Europa, como hoy, otra vez y cada vez hoy.
Ahí tienen al ilustre científico Mijatovic, rodeado de otros hacedores de tiempo que conocen el secreto. Uno de ellos dirige hoy desde el banquillo. Uno de ellos elevó (nunca mejor dicho) el experimento de Pedja hasta el milagro de lo poético, acaso porque ya se sabe que la física matemática, cuando alcanza sus preguntas más abstractas, ya linda con la filosofía y con la poesía; linda, sobre todo muy linda, lindísima.
Diecisiete Copas de Europa hay en la foto de portada de As, y que nos perdonen los modernos si no decimos Champions porque nuestros mayores saben que eso de los eufemismos son cosa de estos tiempos que corren y no de los tiempos que ellos nos enseñaron a detener. Diecisiete maneras de parar el tiempo, de enlazarlo, enhebrarlo, tejerlo y entregárnoslo. Diecisiete razones para creer que hoy puede repetirse el milagro de que la física y la matemática vuelvan a quedarse a la altura de un ábaco en un suspiro, en un anhelo, en la duodécima baldosa del camino hacia lo que ya ha quedado demostrado que hemos sido, somos y queremos seguir siendo.
La bruja mala del este está al acecho. No quiere que lleguemos a Oz y no le importa mostrar en público sus vergüenzas. No sabe -la pobre- que no queremos llegar a ningún lugar al que no hayamos llegado ya. No sabe -más que rabia, da tristeza- que el lugar somos nosotros, que aquí dentro está lo que ella cree allá lejos, que en el lugar ya estamos y que solo cabe volver a actualizar el mapa. En suma, no sabe la bruja que cuando el Real Madrid llega a una final de la Copa de Europa no ha salido de casa para conquistar nada más que su propia casa. Solo nos queda saber entrar por duódecima vez, y tenemos las llaves.
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14 comentarios en: El camino a casa
#HalaMadrid
#Aporla12
Tengo la esperanza de ganar esta noche de forma clara y que CR7 le haga un par de rotos a bocas de Dani Alves ganando de paso el pichichi de la Champions al humilde déspota del rinconcito.
Lo del AsSport es como la fábula del escorpión y la rana: está en su naturaleza el hacer daño. Hasta cuando parece que apoya al Madrid, suelta una andanada: que nos den la doce. Que nos la den; no que la ganemos en buena lid. Éso, nunca. Si campeonamos es porque nos la dan. ¡HDLGP!
A mí me gustan las portadas de la prensa catalana. Que se pongan la camiseta del equipo que les eliminó demuestra que han vuelto a la desesperación de tiempos pasados.
+1
Ni rastro de Neymar, Suárez o Messi (¿anunciarán mañana su renovación..? Ojalá!...) en las portadas de los comics catalanes.
Deben estar prisioneros en alguna oscura mazmorra, raptados por las fuerzas blancas del mal.
Es la hora de nuevos superhéroes que les liberen y restablezcan la paz y la armonía en el mundo.
Alves y Buffon. Buffon y Alves. Dos insignes paladines que tantísimas veces han ocupado las portadas de Sport y Marvel Deportivo.
No importa que Alves fuera despreciado y desterrado fuera de las aventuras culés. Ahora vuelve con sangre blaugrana aún en las venas y dispuesto a aplicar las artimañas aprendidas en esa fantástica organización secreta que es el FC Barcelona, destinada a combatir al malvado madridismo y liberar al mundo, y sobre todo a Catalunya, de sus garras...
No importa si Buffon se hace con el Balón de Oro en detrimento de Messi... ¡Balón para el italiano, si nos libra del mal...!
El mundo de los comics deportivos nos llena de ilusión todos los días..!
No importa con qué héroes...
Un pequeño inciso, si no estoy equivocada la Sexta fue en 1966, fueron 32 años entre la Sexta y la Séptima. Sé que ha sido un lapsus calami, o laspus "tecli" porque seguro que ha sido un error al teclear jeje..
Sólo quiero decir lo que todos los madridistas decimos al unísono:
¡¡ Hala Madrid !!
#APorLa12
Solos, contra todo y contra todos.
Hasta el final, vamos Real.
Hala Madrid, y nada más.
#APorLa12
En el Juventus hay dos bufones: el portero y Alves.
¡Hiiiiiiiiiiiiiii, no me llega la camisa al cuerpo!
¡Halaaaaa Madríiiiiiiiii, vaaaaaamoooooossssss!
Yo independientemente del resultado, en una final puede pasar cualquier cosa y ni que decir tiene que si ganamos será inolvidable, me mojo y digo que el equipo ha realizado una GRANDÍSIMA TEMPORADA luchando hasta el final por los dos grandes títulos y eliminado en Copa, en un partido aciago con un autogol, sin que el rival fuera superior.
Y lo digo ahora porque si se produjera ( Dios no lo quiera) un resultado adverso apareceran en tropel esa legión de "madridistas" eternamente descontentos, que ahora están agazapados porque la valentía no es la cualidad que los define, sacudiendo a todo el que se menea desde FP hasta el último jardinero y que no realiza la crítica como algo sano y necesario para mejorar sino como una reafirmación de su ego "ya lo decía yo que ..... Fulano es un vago , Mengano no vale , Zidane no tiene ni p^^^^, etc, etc.
¡¡ HALA MADRID, SIEMPRE!!
Vamos a ganar porque somos mejor equipo.
¡¡¡Hala Madrid y a Cibeles!!!
Ladran!!! Jajajaja!!!
Au! Au! Au! Espartanos!!!
JA, JA, JA, vaya paliza le hemos "dao" a los fetuchini. Qué grandeza. ¡Hala Madrí!
Jajajajaja no puedo parar!!! Hala Madrid!!! Qué feliz!!!