“Cantar bien o cantar mal
en el campo es indiferente
pero en llegando a donde hay gente
cantar bien o no cantar”.
No recuerdo dónde escuché esos cuatro versos que les he dejado a modo de entradilla, de hecho no sé si son versos, una estrofa de una canción o qué, pero para lo que vamos a tratar nos vienen a la perfección.
Ya sabrán de este eterno debate que se ha instalado en lo que ahora se llama “fútbol moderno” sobre jugar bien o jugar mal. Hay en ciertos entornos deportivos y periodísticos donde prima sobre cualquier aspecto el jugar bien, y justifican cualquier resultado, ya sea este un descalabro o no, con que “el equipo ha jugado bien”. Problema: Nadie hasta hoy nos ha definido qué es jugar bien, y ya les adelanto que yo tampoco lo voy a hacer. Sí les puedo afirmar que yo prefiero que mi equipo juegue bien, entendiendo como bien que sus partidos me resulten entretenidos y poco más, ya que no tengo los conocimientos suficientes como para ponerme aquí a analizar tácticas futbolísticas. Ahora, en cuanto a lo que nos incumbe en La Galerna, que es el Real Madrid, hay que decir que este giro que ha tomado nuestro equipo ha supuesto dos cosas: La primera, resulta que sí tenemos entrenador. Ante esas dudas que sobrevolaban el Bernabéu y que sólo atribuían los éxitos del equipo a la flor de su entrenador, este cambia el guión, llena la alineación de centrocampistas y eso descoloca a rivales y críticos. La segunda, el equipo se ha apropiado del balón en los partidos, ha ganado solidez pero ha perdido profundidad, la famosa pegada. El Real Madrid ha empatado en esta liga cuatro partidos a cero y es el equipo menos goleado del campeonato, el cual lidera. 13 goles en contra y 39 a favor. Como comparativa en las ligas europeas, en Alemania el líder RB Leipzig lleva a favor 51 goles y 23 en contra, el Bayern, segundo, un balance de 55-22. En Inglaterra, el Liverpool, 54-15 y el Manchester City 65-27. Italia, Juventus 40-21, Inter 42-18. De los líderes de Europa, somos el equipo menos goleador y el menos goleado, en diferencia de goles seríamos sólo terceros por delante de la Juve.
¿Ha cambiado el Real Madrid su identidad de fútbol directo por otra más elaborada? En mi opinión, no ha quedado más remedio que hacer de la necesidad virtud, y eso dice mucho de la mano del entrenador, uno que aparte de flores parece que sabe los mimbres que tiene y los teje de un modo adecuado para crear el cesto que necesita. Que me aburro un poco a lo largo de los partidos, pues sí no voy a mentirles. Que echo de menos ese vértigo que nos daban Cristiano, Bale y Benzema cuando se les llamaba, peyorativamente, atletas, pues también. Pero es que Cristiano ya no está, Bale tampoco y Benzema desarrolla otro rol en el equipo. Y lamento decirles que esos tiempos, como las golondrinas de Bécquer, ya no volverán, así que el equipo ha adoptado el darwinismo como filosofía y ha evolucionado por selección natural, en este caso por plantilla. No sé si jugamos bien o jugamos mal, ni sé qué es jugar bien o jugar mal, pero ya que hemos citado a Darwin hablaremos también del ADN del Real Madrid, y este, sin duda alguna, por muchas mutaciones que desarrolle y muchas adaptaciones que tenga, consiste sólo en ganar. Así lo dice nuestra historia y así nos lo han ido transmitiendo nuestros mayores, y de momento vamos ganando.
Para mí, jugar bien ofensivamente es generar oportunidades, sobre todo de esas que dices que o bien son gol, o el equipo contrario ha tenido mucha suerte en no encajarlos, o una maravillosa actuación de su portero (que también es del equipo), jugar bien defensivamente, es tener esa sensación de que el contrario es incapaz de generarte peligro, de que siempre estás acertando en los apoyos y robando el balón, llevándole a la desesperación.
Una cosa es jugar bien y otra merecer ganar, porque hay que sumar a los méritos del equipo que juega bien, el acierto de los delanteros (o quien sea que golee) y el de los porteros. Como he dicho antes, estos también son parte del equipo.
Creo que estamos jugando muy bien defensivamente, y que nos falta algo de claridad en el ataque (más en la elaboración que en la finalización, donde hay pocas oportunidades). También creo que nuestro bloque ofensivo se ha visto muy mermado con la lesión de Hazard, y que cuando este regrese nos vamos a divertir.
Sí, el Madrid sirve para establecer paralelismos e, incluso, como ejemplo a la hora de comprender o facilitar la comprensión de diferentes cuestiones. Eso también forma parte de la grandeza del Madrid.
Darwin , un adelantado a su época, aunque un tanto errado en sus conclusiones y rebatido por el cuerpo científico actual.
Por cierto, sin pretensiones pedantes, solo aclarar que aunque haya cierta relación entre evolución de la especie y el ADN...sobre esto último , en concreto, matizar que el investigador-descubridor fue el tándem Watson-Crick.
Aprovechándose del hallazgo de Rosalind Franklin de la doble hélice en la famosa foto número 51.
Al César lo que es del César.
También contribuyó el físico Maurice Wilkins.
Evidentemente, de todas formas a mí el fútbol del madrid de un tiempo a esta parte, pongamos lo que llevamos de año, me parece un tostón, se sube el balón con mucha parsimonia y no hay rupturas. Muchas veces el centrocampista recibe solo y de frente, y se da la vuelta y recula. Otras veces mediante un gran gesto técnico, sea dribling o pase, se deshace de la presión, y entonces echo de menos que el equipo no acelere. El partido contra el Valencia (a pesar del holgado triunfo) y los dos de liga han sido paradigmáticos. Cuando veo las alineaciones y falta Vini, Bale (Hazard no puede ser convocado) o incluso Brahim, se que nos espera una partida de ajedrez que firmarían Petrosian o Karpov, cuando a mí me han gustado más Thal (riesgo o imaginación) o Spassky (elegancia y brillantez), pues no tenemos de momento talento para ser Fisher, Kasparov o nuestro campeón mundial Magnus Carlsen.
De todas formas prefiero ganar así, que perder jugando bien, pero más que nada por los berrinches de los Tattaglias.
Bien traído el símil ajedrecista. A mí también me gusta el juego brillante de Tal, el incendiario de Shirov o el romántico de Andersen. Pero me alegro de que elija las jugadas un estratega de la escuela de Capablanca.
Y sospecho, estirando la metáfora, que en Valverde pudiéramos tener un jugador que "rompe líneas" como el agresivo rey de Short (Short-Timman, 1991), decidiendo la partida con su invasión del espacio rival.
Buenas tardes, le entiendo perfectamente a usted sobre su aburrimiento o no, no es mi caso porque soy un fanático de la defensa, soy de los que piensan que a igualdad de calidad el nivel defensivo define la competitividad de los deportes de equipo, vamos que prefiero mil veces ganar un 2-0, que un 5-3, por eso la reconversión que ha hecho Zidane, del equipo priorizando los conceptos defensivos me parece de lo más acertado, una pena que en ataque no termine de colocar bien las piezas, porque si bien es cierto que la calidad que tenemos arrbia es justita, con todos los respetos algo más se podría hacer,
Saludos blancos, castellanos y comuneros
Muy de acuerdo en la primera parte. También yo abogaba por la construcción del equipo desde la defensa. Y eso es lo que está haciendo Zidane, construyendo un equipo, con un número bastante amplio de jugadores, y poquito a poco cada uno va encontrando su lugar.
Creo que el futuro pasa por consolidarnos en el juego defensivo, y por seguir creciendo en el ofensivo. En ese sentido considero clave la vuelta de Hazard, y también que nos consolidemos en la aportación ofensiva de nuestros defensas y centrocampistas, así como en el balón parado. Si hay un récord que deberíamos buscar, ese es el de minutos sin encajar un gol.
Y yo con 1-0 estoy contento, sea el Mirandés o el Bayern de Múnich.
"así que el equipo ha adoptado el darwinismo como filosofía y ha evolucionado por selección natural"
Pues mal vamos si el equipo ha adoptado por filosofía algo que cada vez está más rechazado científicamente. El propio Darwin dijo que su "teoría" solo sería demostrada si se encontrase algún fósil de transición de una clase taxonómica a otra. Han pasado 150 años y no se ha encontrado ni uno verdadero. Porque falsos (falsificados), sí que los encontraron en muchas ocasiones.
Y uno se pregunta qué interés puede haber en "falsificar pruebas" para demostrar esa teoría.
Tal vez el mismo interés que pueda haber en falsificar o manipular el cuentakilómetros de un coche de segunda mano a la hora de venderlo...