Casemiro, Kroos, Modric, Fede Valverde, Antonio Blanco, Isco, Asensio y Ceballos. En toda esta nómina de centrocampistas de la que disfruta Ancelotti, el Real Madrid no tenía un jugador como este. El club blanco oficializó alrededor de las 18:30 h. de la tarde del 31 de agosto el fichaje de Eduardo Camavinga, una promesa francesa de tan solo 18 años que irrumpió con fuerza en el Rennes en la temporada 19/20 y que incluso le valió para ser internacional absoluto con la selección gala encabezada por Deschamps. Camavinga se puede definir como un todocampista, puesto que puede desempeñar cualquier labor en esa zona del campo, aunque donde mejor rinde es en el puesto de interior. Al fin Modric podrá tener un sustituto de garantías especialista en el puesto. Porque ni Isco ni Asensio se ajustan a ese perfil. Quizás Ceballos pueda estar algo más cerca de lo que exige esa posición, pero tanto el malagueño como el mallorquín necesitan estar bastante más cerca del área rival.
Camavinga se puede definir como un todocampista, puesto que puede desempeñar cualquier labor en esa zona del campo, aunque donde mejor rinde es en el puesto de interior
Por tanto, el joven francés no llega (al menos en el plan inicial) para sustituir a Casemiro, dar descanso a Kroos y Valverde o robar minutos a Antonio Blanco, que cuenta con la total confianza de Carletto. Camavinga necesita ver el fútbol de frente para poder romper líneas en conducción, asistir gracias a la gran visión de juego que posee e, incluso, distribuir con pases largos. Es decir, aúna todo lo bueno de cada centrocampista blanco aunque quizá en lo que tenga que aplicarse más es en la colocación para recuperar el balón. Su juventud y entrega hacen que en multitud de ocasiones, el talento francés defienda con más ansia y energía que inteligencia. Carencias propias de la edad y que seguro que corregirá puesto que tiene un margen de mejora enorme y su techo es ilimitado.
La edad de Modric y la maldita pubalgia de Kroos (imposible no acordarse de Kaká) van a posibilitar mucha rotación en el centro del campo de Ancelotti. Habrá minutos para todos aunque con el fichaje de Camavinga lo que sí parece claro es que el técnico italiano utilizará siempre —salvo emergencia extrema— a David Alaba en la defensa. Así las cosas, el mayor damnificado con la llegada del francés es Ceballos. El sevillano no cuenta con la confianza de Carletto, ha estado en la rampa de salida hasta el final del mercado de fichajes y, además, es el futbolista más parecido al exjugador del Rennes que hay en la plantilla.
Camavinga aúna todo lo bueno de cada centrocampista blanco aunque quizá en lo que tenga que aplicarse más es en la colocación para recuperar el balón
Pero en el horizonte aparece otro gran perjudicado, un jugador que ha estado sonando verano sí y verano también para adherirse a las filas del Real Madrid y que, según cuentan desde Inglaterra, termina contrato el año que viene y no tiene intención de renovar por su deseo de recalar en el club de Concha Espina con un coste de traspaso cero. Este centrocampista, también francés, no es otro que Paul Pogba. Su relación con el Manchester United finaliza el verano que viene y el futbolista parece decidido a salir. El Real Madrid y el PSG (también rivales en el fichaje de Camavinga) son sus destinos más probables pero, tras la operación cerrada ayer, queda en entredicho que Pogba pudiese tener hueco en el Real Madrid del futuro. Sea como fuere, la summeriana blanca de 2022 se presenta apasionante, como la de 2009 cuando Florentino consiguió traer de una tacada a Cristiano Ronaldo, Kaká, Benzema, Xabi Alonso, etc. En esta ocasión, si todo sale bien, las dos piedras angulares del proyecto blanco para la próxima década serán Mbappé y Haaland. Además, varios jugadores top acaban contrato el verano que viene (el propio Pogba, Goretzka, Rudiger...) y el Madrid estará atento para cazar oportunidades de mercado como ha ocurrido en esta ocasión con Alaba.
Fotografías Imago.
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