Cacicada y cortina de humo

Aquí está el 'Portanalista' de guardia, ese que trabaja mientras los titulares disfrutan de un día festivo. Me he despertado con el sabor amargo que me dejó ayer la exagerada sanción a Cristiano Ronaldo -cinco partidos de sanción-, pero he visto la prensa catalana y se me ha pasado un poco. Llega Paulinho y se desata la ilusión, aunque bien es cierto que todo depende del ojo por el que se mire. En 'Mundo Deportivo' celebran la llegada del brasileño, mientras que en 'Sport' no hacen demasiado ruido y piden más, más y más fichajes al club que ama la cantera, los valors y el teatro.

Supongo, pese a la euforia desatada, que en Barcelona verán lo de Paulinho como una cortina de humo tal y como se hizo con Modric -tela marinera, ¿eh?- hace unos años. Seguramente la trayectoria del carioca chino no acabe igual que la de nuestro Luka, pero qué más da. En Barcelona ya dictaron sentencia en su momento.

Como decía, resulta que 'Mundo Deportivo' se pone oficialista y a lo de Paulinho le da un toque de glamour y felizidane que el 99% de los culés no compra. Pero hay que comer y con lo que está ofreciendo de menú el Barça este verano, hasta un poco de mortadela parece filete de ternera.

"Potencia para el Barça", resume 'Mundo Deportivo' a la vez que mantiene las ganas de ir a por Coutinho y Dembele para que así la marcha de Neymar duela menos. Se acaba el mercado veraniego -quedan dos semanas- y a Bartomeu sólo le importa cerrar esas dos incorporaciones. Tan obsesionado está con ambas que, según su prensa afín, serán Coutinho-Dembele o ninguno. Y Verratti en París. Un circo todo.

Mientras en Barcelona sacan de la lavadora sus cortinas de humo, en Madrid se centran en la sanción a Cristiano Ronaldo, una cacicada impresentable que genera un peligroso precedente. Sin ir más lejos, a Leo Messi ni le tosieron cuando empujó a Undiano Mallenco en un Clásico hace años. Ya se sabe que todo funciona según quién lo haga.

No hay por dónde coger el castigo al jugador del Real Madrid. Primero porque la segunda amarilla fue totalmente injusta, segundo porque el árbitro del encuentro miente en el acta arbitral y tercero porque el mismo colegiado olvidó anotar que Luis Suárez se encaró con él como si fuese una pelea de barrio justo antes del atraco.

Una vez más, los comités dejan escapar 'con vida' a Luis Suárez, el que vino pidiendo perdón por morder a un rival durante un Mundial. Una vez más, sus agresiones, su teatro y su mala deportividad quedan impunes. Una vez más, la maquinaría mediática del Barcelona y su entorno esconden la vergonzosa actitud de un futbolista que, de haber seguido en Inglaterra, no jugaría más de tres partidos seguidos. Pero esto es España y nadie va a mover un dedo para que la cosa cambie. Al menos nos queda el consuelo de ver que el mundo entero es ya consciente de cómo funciona el Barcelona, la RFEF y ciertos arbitrajes. El día que todo estalle, a nosotros no nos pillará por sorpresa.