Buenos días, amigos. Con el final del parón de selecciones, las cosas van adquiriendo ciertos tintes de normalidad. Hasta el momento, y desde hace unos diez días, ha sido como cuando las imágenes quedan congeladas en una película para dar paso al narrador dando la brasa y emplazándote a otra escena posterior. Qué pesadez, especialmente cuando el narrador no es James Earl Jones ni Constantino Romero, sino Infantino.
Cómo será de aburrida la cosa del parón que hasta el retorno de la liga corrupta de Tebas y Medina Cantadejos nos hace algo de tilín como alternativa. Y eso que la RFEF (siglas que un argentino desgrananaría como Real Federación Española de Forros) ya nos ha colocado como árbitros frente al Leganés -que es nuestro rival del domingo- al dúo Calatrava del arbitraje patrio, a saber, Arberola Rojas sobre el césped y Cuadra Fernández en el VAR.
Ambos músicos, negreiros ilustres, atesoran grandes éxitos, tanto en formato dúo como en solitario. Juntos perpetraron la única derrota del Real Madrid en la liga de la temporada pasada. Lo que Arberola urdió sobre el césped (dando por bueno un gol de Morata con falta previa a Bellingham, anulando absurdamente un gol de Camavinga y perdonando la expulsión a Giménez tras una entrada terrorífica a Rodrygo) lo sancionó, con su silencio, Cuadra en el VAR. Cuadra, cuyo sentimiento colchonero es bien conocido, tiene varios hits en la negra historia del CTA contra los blancos, en especial la anulación de un gol de Vinícius pese a que el monitor dejaba cristalino que no había habido mano del brasileño. Fue en el Pizjuán, y solo la grandeza del Madrid evitó una derrota escandalosa.
Pues, con todo y con eso, aun con estas restricciones, nos apetece el partido de Butarque.
Insistimos: el de Butarque. Dejen el de Anfield para cuando lo tengamos delante.
No, amigos de As. Nada de “Operación Anfield”. Operación Butarque. Esa es la operación que tenemos ahora entre manos. Cada día tiene su afán, como consagra el Evangelio. El peor consejo que se puede dar ahora mismo a los jugadores del Madrid es que piensen en el partido contra el Liverpool de la semana que viene. Bastante lastre supone venir de la distracción anticlimática del parón como para meter en la ecuación el ansia relativa a un partido que no es el que tenemos primero.
Contraviniendo el célebre lema escrito en la entrada de tan magno estadio, "This is NOT Anfield". Butarque is not Anfield. Anfield no existe hasta la madrugada del lunes. Nada de ver el partido como “un ensayo para Liverpool”. Aunque suene blasfemo, y aunque todos prefiramos ganar la Champions a ganar la liga, los puntos de Leganés pueden ser más imprescindibles que los que ojalá nos esperen a orillas del Mersey.
Marca también habla de operaciones, pero por lo menos son a medio plazo y no obvian el reto en el sur madrileño. “Operación Blanca Navidad”. Se entiende que el equipo desea que la Navidad sea este año especialmente blanca, a base de ganar los ¡nueve! partidos, la mayor parte lejos del Bernabéu, que se le presentan en el horizonte de lo que queda de 2024. Nueve partidos en menos de un mes. Un rompepiernas, una aberración que solo se le ocurre a quien desprecia la salud de los jugadores mientras la máquina siga facturando, y minusvalora el riesgo de saturación para el aficionado.
La prensa cataculé, entretanto, sigue a sus cosas.
Bueno, y a las nuestras, como siempre. “Florentino propondrá a sus socios cambiar el modelo de propiedad. El Madrid, como el Bayern”, dice Sport. “Florentino pedirá a los socios que sean accionistas”, insiste Mundo Deportivo. Nosotros, con la cautela debido, preferimos esperar al domingo, cuando Florentino hable en la Asamblea de compromisarios, para formarnos un juicio de valor sobre este particular.
Os dejamos con las cuitas culés hasta nueva orden.
Pasad un buen fin de semana.
La Galerna trabaja por la higiene del foro de comentarios, pero no se hace responsable de los mismos
Un comentario en: Butarque is not Anfield
Sí, señor. Concentración plena y foco puesto en Butarque. Utilizando una expresión relativamente conocida de Juan Laporta: "que no os embauquen..., al loro (con Butarque)".
.