Qué bueno tener dos equipos para el mismo

El partido dejó la sensación que acompaña a expectativas cumplidas con creces, cuando la ordalía del miércoles y enfrentarse a un equipo descendido conspiraban para hacer improbable la presencia de buen juego. Sin embargo, quizá pocas veces ha jugado el Real esta temporada con una fluidez tan sostenida, yendo y viniendo sin prisa ni pausa, o mejor aún sin tics repetitivos, logrando que buena parte de las jugadas exhibieran frescura en vez de molde rígido. Nada prueba tanto la existencia de un esquema como que no se note, y he ahí que incluso cambiando a seis sí hubo destellos de lo que Zidane pretende: una asociación capaz de adaptarse en todas partes a la mezcla de potencia y calidad ofrecida por su plantilla.

El gol, la asistencia y varios pases de gol certifican que Isco quería cumplir con su parroquia y se salió con la suya, esta vez sin un solo regate de más. También brilló Kovacic, un mediocentro del que cabe, a mi juicio, esperar cada vez más profundidad y por tanto gol, mientras Carvajal puso de relieve una recuperación total del periodo aturullado, cuando su capacidad para defender y atacar se vio mermada por pequeños aunque frecuentes errores de  concepto. Ha vuelto a ser la dinamo que alimenta desde el primer minuto al último, como una hormiga tanto más atómica cuanto que sobrada de clase y hasta finura.

Ramos devolvió a la zaga el esperado aplomo, y su regreso volvió a deleitarnos con el entusiasmo contagioso que le mueve a tirar de vez en cuando hacia arriba como una flecha, recordando a Beckenbauer. Ya es una leyenda, y aunque Vallejo falló estrepitosamente en el último minuto me sigue pareciendo por ahora el más calificado aspirante a sucederle. También me habrían gustado algunos minutos más para Ceballos, que muestra destellos de crack sin perjuicio de volver a incurrir en una pérdida tan peligrosa como evitable. Los demás estuvieron cuando menos de aprobado alto, y a estas alturas de la temporada es una noticia estimulante, porque la Liga dejó de existir hace ya mucho; pero el Bayern exigirá hasta el último recurso para compensar esa decepción, y alguna otra, con una nueva proeza en la Champions.