Buena suerte, Chacho

El 1 de julio se abrió el período de negociación con los agentes libres en la NBA. En la jerga de la liga americana, agente libre hace referencia a todo jugador sin contrato en vigor o con una cláusula en el suyo que le permita optar por abandonar el equipo en el que juega. Este período, en el que se pueden negociar contratos pero no ser firmados hasta unos días más tarde, es aprovechado por todas las franquicias de la liga para remodelar sus plantillas, tratando de pescar en un río que siempre se presenta muy revuelto, con una o varias de las grandes estrellas habitualmente en el mercado. Esto es así porque la normativa de la NBA prohíbe los contratos de más de cuatro años de duración, que junto al límite que se impone al gasto en salarios de las franquicias y a la imposibilidad de ofrecer apenas dinero por jugadores, convierte el mes de julio en un zoco en el que se mercadea con los jugadores, que cambian de equipo de un día para otro.

Al habitual maremágnum en que se convierte este mercado de agentes libres se suma este año una circunstancia añadida y es que ha entrado en vigor el nuevo contrato televisivo en la NBA, que grosso modo, presenta estas cifras: 24.000 millones de dólares a repartir entre las franquicias por los derechos televisivos de la liga entre las temporadas 16/17 y 24/25; es decir: 2.667 millones de dólares anuales. Este contrato triplica el que acaba de caducar, que repartía 930 millones de dólares entre los equipos de la liga. El convenio colectivo existente en la NBA establece que los jugadores recibirán la mitad de los ingresos de la liga; es decir, más de 1.300 millones de dólares de las televisiones irán a parar directamente a los bolsillos de los jugadores o, lo que es lo mismo, teniendo en cuenta el límite salarial que se impone a las franquicias, estas dispondrán este año de una cifra en torno a los 90-95 millones de dólares para confeccionar sus plantillas sin incurrir en penalizaciones por sobrecoste (si el lector quiere profundizar más sobre el tema, que se escapa a partir de aquí al contenido del artículo, puede consultar este texto de jordanyippen.es donde traté en su día de explicar cómo quedaría el nuevo marco salarial a partir de este verano).

Dentro de este marco de lluvia de millones, el aficionado al baloncesto está presenciando estos días una auténtica orgía de gasto, de forma que jugadores desconocidos y en muchos casos mediocres están firmando contratos que ya los quisieran para sí las estrellas del fútbol europeo. ¿Han oído hablar de Jon Leuer? No, ¿verdad? Yo tampoco hasta hace tres días. Bueno, pues el bueno de Jon Leuer acaba de firmar un contrato de cuatro temporadas con los Detroit Pistons por el que percibirá un total de 42 millones de dólares; 10,5 por temporada. Así están las cosas en la mejor liga del mundo a día de hoy y por eso no puede sorprender la marcha de Sergio Rodríguez a la NBA.

El Chacho marchó demasiado joven a la NBA. Cuando apenas había debutado con el Estudiantes, fue reclutado en el draft de 2006 por los Suns de Phoenix, que lo traspasaron a los Blazers dentro de uno de esos intercambios de los que hablábamos al principio. En los Blazers, el Chacho estuvo cuatro temporadas en las que no tuvo continuidad. Después pasó por los Kings y los Knicks antes de aterrizar en el Real Madrid, donde lo ha ganado todo en las últimas campañas.

Sergio Rodríguez volvió a Europa con muchas dudas tras un paso frustrante por la NBA. Esto es habitual en muchos jugadores que marchan al otro lado del Atlántico demasiado pronto y allí se encuentran con un baloncesto muy diferente en todos los aspectos al que conocen y con una competencia feroz siquiera por jugar unos minutos al final de los partidos.

Al Chacho le costó casi dos temporadas completas recuperar su nivel tras su vuelta a España, la segunda de Messina y la primera de Laso hasta el playoff de semifinales contra el Baskonia. Pero a partir de entonces, recuperada la confianza, se ha convertido en las últimas temporadas en un jugador vital en los esquemas de Pablo Laso y en uno de los mayores reclamos a la hora de ver un partido del Madrid.

En estas estábamos cuando hace unos días Onda Cero anunció que el Chacho se iba; anuncio que despertó mucha expectación, pero que no se debía tomar en serio porque la prensa nacional está habitualmente muy perdida cuando se trata de vender exclusivas sobre la NBA. De hecho, la noticia quedó en nada al ser desmentida este mismo fin de semana por el propio jugador.

Pero no contábamos con la lluvia de millones de las televisiones, y tras este desmentido, llegó una nueva oferta, procedente de los Sixers: una temporada de contrato a cambio de 8 millones de dólares. Y esto ya es otra cosa.

Sergio Rodríguez tiene una cláusula de rescisión de 3 millones de euros. La NBA prohíbe pagar más de 350.000 dólares por jugadores, así que es el base el que tiene que comprar su carta de libertad de su bolsillo. Pero 8 millones de dólares, menos un 39% en impuestos, menos los 3 millones de euros de la cláusula aún dejan en la cuenta del Chacho casi 2 millones más de dólares; cifra muy superior al millón de euros neto que aproximadamente percibe del Real Madrid.

A esto hay que sumar que Sergio Rodríguez va al peor equipo de la liga, donde podrá disfrutar de muchos minutos en los que intentar destacar para obtener un mejor contrato dentro de un año. Es decir, el riesgo que asume el jugador es muy limitado: recibe más dinero, conoce la liga y en un año quedará libre.

Por cierto, que esta decisión de Sergio Rodríguez da aún más valor a la que tomó hace un año Sergio Llull, renunciando a un contrato de unos 6 millones de dólares anuales con los Rockets a cambio de quedarse en el Real Madrid.

Esta baja, junto con la que parece evidente de Gustavo Ayón, deja ahora en problemas al Real Madrid. Tras un par de meses en los que se filtraron varios nombres, al final parecía que sólo la baja de Hernangómez y la cesión de Augusto Lima iban a obligar a hacer algún cambio en la plantilla y que se iba a mantener el mismo bloque de esta temporada con las incorporaciones de Othello Hunter y Fran Vázquez.

Sin embargo, la marcha del Chacho obliga a buscar un tercer base, quien parece que será de nuevo nuestro viejo conocido Dontaye Draper. De todos los nombres que había en el mercado, teniendo en cuenta que el Facu Campazzo ocupa plaza de extracomunitario (recuerden, solo dos por equipo), el de Draper me parece el más acertado. Es un jugador con una muy buena visión de juego y capaz de controlar ataques largos, extraordinario defensor y ya en su anterior etapa en el Madrid aceptó sin ningún problema un rol secundario en la plantilla. Con Llull, Doncic y Draper la posición de base parece muy bien cubierta.

Con Hernangómez ya oficialmente presentado como jugador de los New York Knicks, al Madrid le ha surgido un problema adicional con Gustavo Ayón. Durante la segunda mitad de la temporada se especuló con que el mexicano abandonara el club por problemas familiares (básicamente, su hijo estudia en Estados Unidos y Ayón tan solo puede verle un mes al año). Sin embargo, con el final de temporada, club y jugador acercaron posturas y se daba por hecha su renovación. El Madrid le ofrecía una subida que equiparaba su sueldo al de Llull, y Ayón a cambio renovaba. Sin embargo, la lluvia de millones procedente de Estados Unidos ha hecho que el jugador pare toda la operación a la espera de una llamada de la NBA. Esto es absolutamente legítimo, pero la actitud del jugador no está siendo la mejor si tenemos en cuenta que hace dos años Ayón no tenía ninguna oferta tras su primera experiencia frustrada en la NBA y sólo el Madrid apostó por él entonces y le devolvió a la elite.

Como consecuencia, el Madrid se ha tenido que mover rápidamente y según fuentes estadounidenses ha firmado a Anthony Randolph para sustituir a Ayón. Randolph es un pívot norteamericano de 2,11 y 26 años que ha cuajado una excelente temporada en el Lokomotiv. Con buena mano de media distancia, es un muy buen jugador pero demasiado parecido a Trey Thompkins y sobre todo no muy buen defensor. El Madrid se ha movido bien para atar su fichaje (el FC Barcelona parecía llevar la delantera tan solo un día antes), pero esa similitud a Thompkins limitará las opciones tácticas de Laso. Randolph firmará, según parece, por una temporada y su contrato incluirá una cláusula de escape rumbo a la NBA, ya que los Dallas Mavericks podrían hacerle alguna oferta en esta pretemporada o a lo largo del curso.

¿Necesita el Madrid a Randolph? Si se va Ayón es evidente que necesita un pívot de garantías y el norteamericano es de lo mejor que se puede encontrar en este mercado europeo tan enloquecido por el dinero que viene de la NBA. Parece un buen fichaje, aunque en mi opinión no mejora a Gustavo Ayón. En todo caso, la dirección de la sección ha estado rápida tanto en el caso del Chacho como en el de Ayón y, con todo, la plantilla que queda para la próxima temporada no tiene mala pinta, máxime si tenemos en cuenta la diáspora que está habiendo rumbo a Estados Unidos.

Al final de todo esto, el Chacho emprende su segundo asalto a la NBA y lo hace mucho más maduro que la primera vez. Ojalá tenga suerte y pueda acabar su carrera en la liga estadounidense.