Los Beatles, Mr. Marshall y Braithwaite

Buenos días. Nos habíamos levantado con la impresión de que Íker Casillas y su candidatura a presidir la RFEF coparían las portadas. Debe de ser que se reservan para más adelante. Y hemos de decir que esta reserva principiante nos hiela la sangre ante lo que pueda venir.  En As, donde, principalmente, esperábamos una foto de Íker como la de un Tiranosaurus Rex, nos hemos encontrado a un Atleti en formación de tortuga con atrezo de gran noche europea ante la visita del Liverpool de Klopp, que al malakito medio debe de parecerle como la de los Beatles. Nosotros vemos cierto espectro de derrotismo en esta portada pese a la épica que se pretende reflejar, o precisamente por eso. Pero debe de ser que no lo podemos entender, por supuesto.

La épica aladina (de Murcia) continúa en Marca, con un tono esta vez más de Bienvenido Mr. Marshall. No aparece la foto de Íker (aparece más abajo en una portadita incipiente), ni otra foto del Atleti sino un primer plano de Klopp, o más bien de los dientes de Klopp, tan blancos, tan blancos como para asustar al aladino más pintado. Y en Europa. Imagínense. Los dientes de Klopp como pesadilla liverpooliana/madridista. Menos mal que cuentan con el Metropolitano (“El Atlético se aferra” a él), la estrella gigante a la que se encomiendan hoy como se encomendaban al “Sueco” los del barracón de Reconocimiento para librarse del sargento Highway.

En Sport le dan relieve a las guerras intestinas que comienzan en Can Barsa (“Tú también, Sport”, parece que dirá algún día Bartomeu), pero el portadón es para Braithwaite (o mejor para un enorme y típicamente folchiano amarillo OK al mismo), buen delantero del Leganés presentado como una ilusionante estrella remendona para el lector sportivo. El descubrimiento urgente y fulgurante de los scouts culés, que ya no fichan caro y mal con tiempo, sino barato y bien sin él. Un milagro.

Braithwaite es para Mundo Deportivo una exclusiva. “DESTAPADO”, dicen, como cuando le quitan la sábana a una escultura, o la cortina a un cuadro en el museo. Un Braithwaite de cera, petición expresa de Setién. Vemos una sala de subastas repleta de aficionados culés. Abidal que dirige la puja bajo la atenta mirada de Quique. Adjudicado, Braithwaite por dieciocho millones y no se hable más, o sí, porque siempre puede haber plantón de última hora. Un Braithwaite de la escuela danesa aún podría ser susceptible de plantón por parte del Barcelona, que luego puede poner sus ojos en un, qué sabemos nosotros, Ostrowski de la escuela polaca. Ellos son así. Tiempo habrá para seguir promocionando posibilidades si acaban desechando la operación por abusiva. Alegría.

Le deseamos a Messi un feliz Laureus y a vosotros, galernautas, un mejor día.