Boys don't cry

Dicen los más viejos del lugar que el fútbol tiene estas cosas, queridos galernautas. Los más nuevos podrían decir que un chorro de ocasiones de gol no acabó ayer justamente en gol, y miren que muchas de ellas parecían pedirlo a gritos. Pero Kameni -ese soul man- silenciaba cada alarido madridista. Bueno, Kameni, los desaciertos finales de los jugadores del Madrid y también el equipo arbitral, que vio un fuera de juego donde no lo había y no vio un balón que muy probablemente traspasó la línea de la portería del Málaga. Boys don't cry, que cantaban los Cure, lo que no quiere decir que se oculten las razones del acallado llanto, que no se proclamen, que no pidan ser escuchadas.

As es el único periódico que centra su portada en el extraño partido del Madrid contra el Málaga, y lo hace precisamente obviando las razones del no-llanto madridista. Al parecer solo Kameni se bastó para que el resultado acabara siendo el mismo que al comienzo, y a nosotros eso nos parece escatimar información a los lectores. Disculpen si estamos seguros de que esas contingencias arbitrales hubieran sido asunto de portada en el caso de haber perjudicado al Málaga, o a cualquier otro equipo que se hubiera enfrentado al Madrid. Porque ya hemos oído hasta la saciedad el falaz mantra de que el Madrid no se puede quejar de los árbitros, lo que de paso parece conllevar que los medios tampoco le den la importancia debida a aquellos errores arbitrales que perjudiquen al Madrid. No hace falta ser un maestro en el viejo arte de la lógica de silogismos para ver que esta asociación de ideas hace aguas por todos lados, y que más bien parte de unos prejuicios nada razonables y -por qué no decirlo- de una mala baba contra el Madrid que ríase usted de Relaño como él cree que se ríe de nosotros.

Los más viejos del lugar -As, por ejemplo, es más viejo que la tana- dirían aquello de que la pelota no quiso entrar, mientras los más nuevos -permítannos integrarnos en ese grupo- argumentarían que, oiga usted, es que todo parece indicar que sí entró en aquel gol fantasma de Isco, y además el árbitro no quiso que entrara en aquel otro gol a pase de Modric.

Marca sí da cuenta de estos asuntos, que -repetimos por si acaso- no niegan el desacierto de los jugadores madridistas, ni tampoco el máximo acierto de Kameni, pero sí contribuyen a que el mapa de la situación resulte más esclarecedor y también, de una santa vez, desacomplejado. Ocurre, sin embargo, que esta información la da Marca casi literalmente de soslayo, relegándola a un pequeño recuadro lateral, porque a partir de aquí comienza el calvario, queridos galernautas, el tormento y el suplicio de la prensa deportiva por la lesión de Messi.

"El 'crack' de la liga", titula Marca en caracteres bien grandes, para que queden bien claras dos cosas:  que Messi es el mejor jugador de todos los que compiten en la liga española, y que su lesión es un durísimo golpe del que solo nos recuperaremos cuando el argentino lo haga. Como ya habrán concluido, estamos ante la enésima prueba del inquebrantable madridismo (ejem) de Marca, quien ya no podrá usar semejante titular en el caso (que no pase, por favor) de una lesión de Cristiano Ronaldo.

Nos da igual si esto es señorío o no, pero en La Galerna no nos alegramos por la lesión de Messi, e incluso llegamos a lamentarla. No nos gusta que ningún jugador se lesione, como no nos gusta que en general nadie sufra por su salud. Pero nótese que hemos dicho nadie, lo que también incluye a Pepe, a Sergio Ramos, a Gareth Bale, a James, Danilo y a Jesé, jugadores que no están disponibles para Rafa Benítez sin que -otra vez la impuesta falacia- el Madrid pueda llorar por los perjuicios que le ocasiona su ausencia, y sin que -como ocurre con el caso arbitral- los medios destaquen el lastre que esas lesiones suponen para el buen devenir de la temporada del Madrid. Sabemos que Messi es mucho Messi y no seremos tan ilusos ni resentidos como para minimizar la importancia de su lesión, pero permítannos rasgarnos las vestiduras cuando comprobamos que otras lesiones sí son de hecho minimizadas mientras se abre el séptimo sello por la baja temporal del argentino.

Si Marca se nos presenta conmocionado, la prensa catalana ya se ha puesto el prescriptivo luto y ni la propia victoria culé ni el tropiezo del Madrid contribuyen a calmar su angustia. Todas las fotos se las lleva Messi, doliente y boca abajo en el césped, compungido a la salida de sus pruebas médicas, o focalizada y ampliada su pierna en el supuesto momento exacto de la lesión. Hasta un hashtag ha creado Mundo Deportivo para dar apoyo tuitero al argentino, precedido de un "¡Glups!" que francamente preferimos obviar por no entender el lenguaje de los delfines y por no hacer astillas de árbol tan explícitamente caído. Ya nos disculparán si a nosotros todo esto nos parece un tanto grandilocuente, un pelín excesivo y no poco melodramático. Ya decimos que no nos alegra la lesión de Messi, pero una cosa es una cosa y otra cosa es que el lamento se exacerbe y corra con ello el riesgo de ser teatral llanto de plañidera.

Por nuestra parte, esperamos que el jugador argentino -recuerden para siempre que es el crack de la liga a decir de Marca- se recupere bien y pronto, pero desde aquí reivindicamos nuestro derecho a quejarnos de nuestras propias desgracias, ya sean arbitrales o médicas, y a denunciar el hecho de que estas sean obviadas por la prensa deportiva como si fueran menudencias o llamadas de atención de niño caprichoso. Eso sí, no se preocupen, porque ese derecho se ejercerá sin estridencias, sin agotar cajas y cajas de pañuelos de papel, con toda la contundencia de lo que se razona con decoro y sin dobles raseros.