Llega un aroma extraño ante esta final de Champions, algo que no había ocurrido de una forma tan llamativa en el pasado, un olor peligroso: demasiado favoritismo para el Real Madrid. Si nos retrotraemos a las previas de las últimas finales, Atlético, Juventus, Liverpool, incluso Leverkusen o Valencia, no recuerdo ese ambiente de lujuriosa superioridad. Tampoco nos podemos mentir y arrojar falsa humildad, porque el equipo blanco es bastante superior al alemán, y sí, es la mayor diferencia de potencial que recuerdo de las finales jugadas pero, primero, es un equipo alemán, segundo, es un solo partido y, tercero, el Borussia es un conjunto muy irregular que ante un Madrid acomodado puede darle un gran disgusto. Es un equipo que ha ganado al Bayern de Múnich, no ha sido superado por el Leverkusen en duelos directos y ha vencido a Atlético y PSG con una muy buena imagen. En su lado oscuro aparecen hundidos en la Bundesliga debido a sus marcadas debilidades, pero hay que saber aprovecharlas, algo que no hicieron de forma óptima Luis Enrique ni Simeone.
1.- Herederos de Klopp
Jürgen creó una escuela exitosa de la cual la ciudad de Westfalia no se olvida. Rock and Roll eléctrico. Desde Tuchel hasta el actual Terzic han asumido la agenda programada en el Signal Iduna Park en la última década y el equipo actual no se aleja de esa tradición. Lo que fue el fútbol de posesión del Barcelona y el mantra “ganar o ganar” del Real, en Dortmund sigue siendo la electricidad, ese es su estilo. Aun así, a este equipo le cuesta llegar al nivel adrenalínico de los anteriores.
El Borussia es una escuadra irregular que sabe sufrir. Camina a chispazos y es capaz de absorber en defensa multitud de ocasiones y ser efectiva en ataque, pero depende mucho de que todo le salga muy bien. Necesita un partido perfecto de Kobel, su portero; que Hummels sea el del PSG y no el del Atlético; que Jadon parezca Benzema y que Füllkrug vuelva a rememorar a Alan Shearer. Cuidado, porque los partidos perfectos se dan cuando menos te lo esperas.
2.- Partirse como punto fuerte
El equipo del Rurh convive muy bien con la separación de su línea de ataque y defensa. Su 4-2-3-1 de partida suele separarse en dos bloques de 6 defensas y 4 atacantes con llegadas por sorpresa de su lateral izquierdo o de su box-to-box Sabitzer. Jugadas rápidas y sin especulación.
En todo este cisma entre ataque y defensa, destaca un buen amigo de Bellingham, Julian Brandt, mediapunta o interior con apariencia de pesado y lento pero con muy buena técnica e inteligencia. Su misión será hacer daño a las espaldas de Camavinga y Kroos.
Por otro lado, frente a un equipo más fuerte que ellos, como se observó contra el Leverkusen o Bayern de Munich, seguramente bajen el bloque y busquen más el contraataque. Alternan momentos de alta presión con bloque bajo y contragolpe. Tienen un buen ejemplo en el planteamiento de Tuchel en la vuelta de semifinales en el Nuevo Bernabéu, pero Terzic no tiene tan buen producto como los de Munich.
3.- ¿Centro del campo? ¿Para qué?
Pese a contar con dos mediocentros de buen nivel, Can y Sabitzer, el equipo suele prescindir de ellos para la creación de jugadas. Tocan poco el balón y no son muy precisos. El mayor flujo en ataque del Dortmund está en la banda derecha y esto es debido a la resurrección de Jadon Sancho, que demostró contra el PSG ser un jugador diferencial. En la banda izquierda, Maatsen y Adeyemi se han consolidado como una dupla rápida y peligrosa.
En muchas ocasiones, su central Schlotetrbeck también suele puentear al mediocampo y filtra pases a Brandt y Sancho, o son más directos usando los balones en largo sobre el delantero centro Füllkrug, nueve clásico, proletario del esfuerzo y el remate.
Supongo que, para contrarrestar esto, Ancelotti potenciará las bandas con Valverde y Bellingham, con un 4-4-2 más clásico, siempre dejándoles libertad para hacer daño por dentro. Jude tiene que jugar al escondite con su doble pivote, debe hacerse invisible.
4.- Bandas fuertes-bandas débiles
Pero los alemanes tienen dos problemas muy importantes: Ferland Mendy Y Vinícius. El mayor especialista defensivo de la banda condiciona partidos y estrategias, mientras que el mayor agente ofensivo de la Champions genera caos. Terzic tiene un gran dilema ya que su mayor exponente ofensivo, Jadon Sancho, flota por las inmediaciones de Ferland. Puede que elija cambiarlo a la banda izquierda e intentar hacer daño a la espalda de Valverde.
En cuanto a Vinícius, el jugador más creativo y determinante del mundo, si se mueve con inteligencia entre Ryerson, lateral lento, y el renacido Hummels puede encontrar su final soñada. El brasileño está ante el partido más importante de su carrera, todas las miradas se hallan sobre él y su oponente puede no tener respuesta para su momento de forma y eficacia. Por el otro lado, Rodrygo tiene la labor de fijar a su lateral más ofensivo, Maatsen, hundirlo y marcar la diagonal hacia el centro, dejar espacio a Carvajal para recibir los que serán los últimos pases en largo de Toni Kroos.
5.-Koos y compañía
Seguimos tocados por la despedida de la leyenda pero, como él ha dicho, hay que olvidarse cuanto antes. El equipo blanco tiene mejor mediocampo que todos los equipos eliminados por el Dortmund en Champions, por eso siguen vivos, porque se han enfrentado a los Kokes y Fabianes.
Es un partido perfecto para Toni, ya que el equipo alemán sufre ante los cambios de juegos y los mediocentros móviles. Ancelotti debe plantar a Camavinga, Valverde y Bellingham por delante de Kroos en la salida del balón y buscar las debilidades de Brandt, Can y Sabitzer. Defender bien las bandas y atacar bien por el centro.
Kroos, Camavinga, Valverde y Bellingham son muy superiores técnica y físicamente. Tanto Valverde como el inglés tienen que recuperar su mejor puesta a punto y moverse mucho entre Brandt y el doble pivote, generar superioridad, ganar duelos y cubrir bien sus subidas por sorpresa. Tendremos que estar atentos por si a Terzic le entra un ataque de pánico y decide cambiar el esquema, poblando el mediocampo, dándole entrada a Nmecha. Yo lo haría.
6.-No marcarse un “Real Madrid”
El Real Madrid gana, gana y gana. Remonta, remonta y remonta, sí, pero también… se relaja. Este Borussia se siente bien frente a la presión y tiene muchas vidas. No podemos permitirnos volver a ir por debajo en el marcador, no podemos darle ninguna vida más a este equipo porque se agarra muy bien a los partidos del KO. Ellos van a jugar sin presión, van a ser muy agresivos en cada balón y van a morir con las botas puestas.
El Madrid no está obligado a hacer un partido perfecto, solo tiene que estar concentrado y saber explotar las debilidades de un rival imperfecto. Pero bueno, si toca remontar, se remonta. Por eso somos el Real Madrid.
Getty Images.
Análisis perfecto, muchas gracias.
Y también hay que hablar del árbitro:
Esloveno, amigo de Ceferino (supongo), implicado (aunque posteriormente exonerado) en asuntos turbios y sin una experiencia suficiente (es una opinión) que justifique su presencia.
No aporto datos, lo sé, solo suposiciones, chismes y opiniones, pero desde que supe de la designación estoy preocupado.
Es un equipo muy competitivo. No se va a descomponer. Can es un gran jugador y Brandt tiene mucha calidad. Es verdad que la clave puede estar en las bandas. El juego del Borussia fluye rápidamente hacia Sancho y Adeyemi donde a partir de ahí reciben las ayudas de los dos laterales muy ofensivos. Arriba un 9 típico alemán para rematarlo todo. La clave será el comportamiento de Carvajal y Mendy, si aguantan a los extremos el Madrid tendrá mucho ganado. Es clave la concentración defensiva y la paciencia. El Madrid debe mover mucho al rival, de lado a lado, donde sufren sus jugadores más estáticos y los dos centrales. No espero presión adelantada de ninguno, al menos de inicio, pero el Madrid tendrá q ser agresivo si quiere robar. El Dortmund no va a arriesgar y esperará su momento. No tienen nada q perder y eso les quita mucha presión. Partido muy peligroso ante un buen rival. Por supuesto lo de salir dormidos, algo típico en el Madrid, no puede repetirse. El Borussia sabe defender y si se pone por delante nos va a costar.