De borrajas y amapolas

Pertenece a la familia de las borragináceas, con un talla de 20 a 60 cm, tallo grueso y ramoso, hojas grandes y aovadas, flores azules dispuestas en racimo y semillas muy menudas. Así define la Real Academia a la borraja, en cuyas aguas nada esta mañana cierta conspiraçió arbitral diseñada por un anónimo Serafín El del Banderín, un letrado llamado Jacinto, un árbitro falangista, la prensa deportiva catalana y los Caballeros del Zodiaco. Rafa no me jodas.

Estábamos todos en línea esperando el Clásico y ahora nos dejan en fuera de juego inmersos en una trama de corrupçio que ríase usted de la Gürtel, los ERE, la Púnica, la Pokemon, del Neymar y del 3%. Tan ridículo es el tema que la novia en la boda, el niño en el bautizo y el muerto en el entierro -esto es, el señor Javier Tebas presidente de la Liga- ha salido a la palestra para juzgar inverosímil que un linier sin nombre denuncie presiones para perjudicar al Barcelona contra el Real Madrid cuando “el equipo arbitral no ha sido siquiera designado”. Con Messi y sus amigos haciendo cola en la Agencia Tributaria y Artur Mas abrazado al martirologio, el ansia por creer en la mano negra madridista/falangista/franquista conduce al culerío mediático al más absoluto de los esperpentos. Aunque, justo es decirlo, esta mañana sólo la primera plana de Sport continúa abrazando sin condiciones, cual besucón adolescente enamorado, el conciliábulo conspiranoico.

El resto comienza a deslizar un tupido velo tras 24 horas de intenso periodismo de investigación en las que Tebas, Cardenal, el linier sin rostro y el letrado llamado Jacinto -hasta ayer conocido en su casa a la hora de comer- han desfilado por nuestras computadoras como gusanos que no ha podido detectar el Panda. Les hubiera gustado que el árbitro falangista apellidado Jiménez Muñoz de Morales, El Facha que presuntamente presionó al cliente de Jacinto, tuviera parche en el ojo y pata de palo para parecerse a Millán Astray y no darse más bien un aíre de abuelito perplejo. Ni siquiera Relaño, ávido de sembrar el terror en la Casa Blanca cual muyahidín afgano, ha sido capaz de comprar semejante patraña que excluye de su portada y critica en su editorial.

“Lo peor que le puede pasar a alguien con manía persecutoria es que le persigan” dice Alfredo en su tribuna. Sin embargo, imbuidos quizás por estos días de homenaje al Delorean de Doc y Marty McFly, los muchachos de As nos brindan hoy una portada atrapada en el tiempo cuyo frescor canta cual aceituna en salmuera y pescado en salazón. Aunque As llegue con retraso, desde La Galerna nos adherimos al aplauso a Casemiro, aquel monstruoso brasileño que trajo Mou para que desayunara mirlos blancos vivos en Valdebebas. A algunos se les ve tanto el plumero como a un pavo real levantando el culo en el Retiro. No es el caso de La Galerna que supo ver desde el principio en Casemiro las virtudes de un stopper de tronío. Lean a Jorge García Vela.

Marca prefiere destacar la férrea defensa del Real Madrid a la que rebautiza como El Muro en un alarde de originalidad propio de un especial de Raphael en Nochebuena. Parece lo más destacado de una primera plana insulsa en la que las verdaderas noticias se acumulan en la columna derecha. A destacar el afán por convertir al colchonero Oliver en mago del balón por marcar un bonito tanto ante el todopoderoso Astaná kazajo.

Marca también se hace eco de la rimbombante denuncia del juez de línea, de la que dada su credibilidad –similar a la de Colin Powell vendiendo armas iraquíes de destrucción masiva en el Consejo de Seguridad de la ONU-  pronostica un archivo automático. Automáticamente desde La Galerna nos sumamos al apoyo a Johan Cruyff del que ayer supimos que padece un cáncer de pulmón. Ánimo Flaco. Curiosamente As ha preferido limitar la enfermedad de Johan a una línea en detrimento de la enésima perogrullada de ese gran orador que es Leo Messi, que acaba liándose –como siempre que emplea una oración esdrújula- al hablar de su rivalidad con CR7. Es lo que tiene estar en el minarete dictando fatuas contra galeses. Que se te pasan las cosas importantes.

En tal día como hoy apreciamos la portada de Mundo Deportivo. Nosotros también estamos contigo, Johan. Confiamos en que superes este momento tal y como hiciste a principios de los 90. Entonces, Cruyff nos legó una sublime campaña contra el tabaco auspiciada por la Generalitat, con un genial Johan pateando un paquete de cigarrillos.

No obstante, ni siquiera la grave dolencia de El Flaco despeja la portada de Esportivo de malos humos. Los chicos de Mascaró prefieren anunciar que nadie se atreve ya a pitar el Clásico. Normal. A ver quién es el guapo. Resulta mucho más rentable enfundarse el pijama de invierno del Barcelona, taparse con la manta polar blaugrana y pasar la tarde viendo películas románticas frente a la chimenea. Cualquiera sale allí fuera a pitar una falta a Busquets con la que está cayendo. Aunque parezca increíble, la conspiraçio tiene más peso que Cruyff en la portada de Esportivo. Y es que uno no inventa yugos y flechas arbitrales todos los días.

Como remataría otro ilustre ‘14’, en este caso madridista, con semejante delirio paranoide podéis ir todos a recoger amapolas tranquilamente.