Buenos días. Hoy celebramos una nueva tradición importada desde el otro lado del charco que como toda cosa que llega desde el país del Tio Sam tiene un nombre sonoro y rimbombante. Feliz Black Friday, queridos galernautas, un viernes dedicado a las compras, ofertas y descuentos, algo así como que viene Paco con las rebajas. Y es que tal día como hoy, a caballo entre Champions y Liga, las portadas de la prensa deportiva, en general, son de saldo de mercadillo. Su particular Viernes Negro es sin embargo Blanco, dado su afán por meter el dedo en el ojo del madridismo. Son primeras planas que nos recuerdan el otro origen del término Black Friday más allá de la tradición que dicta que los números rojos de los balances de los comercios yanquis se tornaban negros ante la bonanza comercial auspiciada por la Navidad. Otro viernes, el 24 de septiembre de 1869, dos tiburones de Wall Street llamamos Jay Gould y Jim Fisk provocaron la bancarrota del sistema financiero estadounidense al tratar de acaparar todo el mercado del oro en lo que se conoció cinematográficamente como La tostada de Nueva York (1937). Así, entre rebajas, rebanadas y cracks económicos se mueve hoy el portanálisis, provocando incluso en el madridista tendencias suicidas propias de un bróker que ha perdido una millonada en un calentón bursátil.
Sin duda el pelotazo de la jornada lo protagoniza James en As y la consabida habilidad de los agentes de ‘Freddy’ a la hora de convertir en black todo lo white. Ya lo intuíamos desde la hecatombe sabatina –eso sí que fue un Black Saturday- en la que Rodríguez, como el resto del equipo, fluctuó como una acción en bolsa de la productora de Pocoyó. “Lío James”, dicen los muchachos de Alfredo, que no se ahorra en portada términos como “señalado”, “molesto” o incluso “hostigado” en su edición digital. Se veía venir. Dado que ni el Dr. Jones, ni el Dr. Stanley, ni el Dr. Livingstone (supongo) han sido capaces de encontrar resto o reliquia arqueológica alguna de la autopista que Florentino venía a construir en la selva amazónica colombiana, nuestros exploradores periodistas prefieren hacerse un "James, Benítez y viceversa" para zarandear el vestuario con la violencia propia de un tronista propinando patadas al diccionario. Si hace falta, Roncero y Alfredo tiran de calculadora como Las Tacañonas pulsando las teclas a conveniencia. “Con Carletto James jugaba el 84% de los minutos, con Rafa el 38%”, dice as.com y se queda tan ancho. Olvidan mencionar un nimio detalle que no es otro que la lesión del colombiano. Uno pensaba que Rodríguez era producto de una ventolera de Florentino, del que ya conocemos -As se ha encargado siempre de recordárnoslo- su afición por las colecciones de cromos del Mundial y los fichajes de PC Fútbol. Sorprende hoy que Relaño desde su púlpito afirme contundente que, salvo Cristiano, “no ve jugador mejor que él en el Madrid”.
Olvidadizo y perdulario, As se extravía a la hora de actualizar la información acerca del presunto Día del Juicio Final para FloPer a propósito de los estatutos del Real Madrid. Extraño. Leyendo la virulenta crónica judicial del As durante esta última semana uno se imaginaba a Pérez con un mono naranja camino de Guantánamo y resulta que todavía se deja ver por esos palcos del mundo atestados de monstruos, políticos y criminales.
Curiosamente, una vez más, el Diario de la Ouija coincide este Black Friday en invocar los mismos malvados espíritus que la prensa deportiva catalana, tan madridista como siempre.
Sport, cuya redacción en lugar de leer cuentos a los niños antes de acostarse recita editoriales de Relaño, se abona a la teoría de la conspiraçió y hostigamiento a James que predica su adversario de la Central Lechera. Añade, eso sí, su toque personal, que no es otro que meter en la batidora a Sergio Ramos –uno de sus personajes favoritos- para sacudir, agitar y servir un cóctel que más allá de la presunta tirria de Benítez a Rodríguez apunta a una división del vestuario liderada por el capitán del Real Madrid. “Ramos y James se unen contra Benítez”, dicen los amics de Mascaró, y sólo mencionaremos que una alianza de dos se nos antoja como un poco justita. Más o menos como su titular de portada. “Objetivo triplete dos”, proclama Sport con un título que parece diseñado por un robot de cocina. Hasta cierto punto es lógico. La imaginación se agota después de tantos tripletes, sextetes, o destetes de Alpedrete con los que el culerío mediático nos tortura día a día. Al final, solo te quedan encabezamientos propios de un cyborg oxidado.
En esta puja por soltar el guantazo más gordo a la Casa Blanca, Mundo Deportivo toma asimismo sus posiciones con una de aquellas exclusivas -las suyas- en las que, por regla general, lo primordial es atizar al Real Madrid. Ya lo decía William Randolph Hearts: “No dejes que la verdad te arruine una buena noticia”. El diario de Godó, grande de España, nos despoja de la infancia plasmada en aquel trineo llamado Rosebud para proclamar que la FIFA nos castigará con dos mercados sin fichar por irregularidades en los fichajes de menores. Sería una noticia nefasta sin duda… cuando suceda, si sucede, añadimos. Esta cantinela suena desde hace tiempo. Exactamente el mismo que lleva el Barcelona, el entorno y la Factoría de Butifarras deslizando que el Real Madrid es responsable del fraude fiscal de Messi, los chanchullos del fichaje de Neymar, las majaderías mesiánicas de Artur Mas y el hambre en el mundo. No sabemos lo que será pero sí sabemos lo que ya es. Aquí, de momento, el único sancionat por este motivo es el Barça.
Lo dijimos en el portanálisis de ayer. Nos gustó sobremanera la imagen elegida por As para ilustrar su portada con Cristiano dando la mano a Gareth para ayudarlo a reincorporarse. Hoy Marca, en la que es sin duda la mejor primera plana de la jornada, rescata esta fotografía para enviar un mensaje positivo (¡Aleluya!) al madridismo. "El pacto de Ucrania", escoge como bélico titular el diario para evocar la alianza entre el Apolo luso y el expreso galés que habría de conducir al Madrid a las más altas cotas a pesar de las dificultades actuales.
La empresa es complicada. Hoy hemos comprobado –como quien no quiere la cosa- que hay cierta prensa que nos desea un porvenir más negro que el corazón de un orco huruk-hai oriundo de Minas Morgul, provincia de Mordor.
¿Será que es Black Friday?
Es igual. A nosotros nos sienta mejor el blanco.
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5 comentarios en: Black Friday
Dia tras dia me sigo haciendo la misma pregunta esperando que alguien me la pueda responder ¿como puede alguien ser seguidor del madrid y al mismo tiempo lector de as?¿alguien de la galerna sabria responderme?gracias una vez mas.
Porque son personas que no han abierto los ojos como otros hemos hecho. Y de lo único que se les puede culpar es de ser ignorantes.
En particular, el diario As surgió con una vocación más madridista, pero desde el lado del "mangoneo". Como no les ha ido bien, tratan de desestabilizar al club disparando a todo aquello que se menea.
Por otro lado, los seguidores madridistas, compren prensa o no, ven la televisión y ya con eso es más que suficiente. El espectador ve lo que se comenta en los programas de "los manolos" o de Pedrerol, y piensa que cuando el río suena, agua lleva. Y como le bombardean desde todos los flancos con informaciones similares, al final acaba en su mente proyectándolas como una verdad absoluta, ya que piensa que todos los periodistas no pueden estar equivocados.
De lo que se trata, en definitiva, es de crear opinión teledirigida.
Yo creo que muchos madridistas compran As (o Marca) por costumbre. Mi cuñado, por ejemplo, es uno de ellos. Todos los días compra el As igual que compra el pan. Por otro lado están los bares. Bar en el que no haya uno o dos periódicos deportivos seguro que no es un bar normal, sino uno de diseño o algo así.
El As no es el único pero si de los más agresivos. Si los madridistas dejáramos de leerlo estaríamos mandando un mensaje claro. Que dejen de intoxicar.
Pescar en río revuelto, a veces, sale bien. Y esto es lo que hace simple y llanamente el Diario As. ¿Qué gana con ello? La enquina de muchos madridistas que no lo consideran nada objetivo, sino más bien un afán torticero de querer erosionar la plantilla blanca. Nosotros a lo nuestro.