El Real Madrid ganó 2-3 en Bérgamo, ciudad de la región italiana de la Lombardía, al Atalanta, actual campeón de la Europa League, subcampeón de la Supercopa de Europa, líder en la Serie A italiana, invicto hasta ayer en esta edición de la Copa de Europa y conjunto que había encajado un solo gol en los cinco partidos anteriores de esta andadura europea.
No tiene el nombre del Milan, la Juve, el Inter, la Roma o el Nápoles, sempiternos equipos de campanillas transalpinos, pero ganar en Bérgamo se antojaba una empresa difícil, muy difícil, por la calidad del rival y, sobre todo, por el momento futbolístico que atraviesa.
Bérgamo parecía Módena, ciudad italiana famosa por su vinagre balsámico, puesto que balsámico fue el baño de vinagre que tuvo que aguantar Carlo Ancelotti antes, durante y después del partido
Mi amigo Javi está, como yo, algo enfadado. La verdad es que luego se nos pasa el cabreo enseguida, pero la reacción de cierto sector del madridismo durante el día y la noche de ayer, hace reflexionar sobre lo que tenemos, no enfrente, sino al lado mismo de nuestras fosas nasales, porque Bérgamo parecía Módena, ciudad italiana famosa por su vinagre balsámico, puesto que balsámico fue el baño de vinagre que tuvo que aguantar Carlo Ancelotti antes, durante y después del partido por un sector del madridismo que quiere su salida del Madrid a toda costa y que, incluso, prefieren que pierda el equipo para provocar el cese del italiano. Que todas las decisiones que toma, cualesquiera que sean, son pasto de críticas furibundas, de insultos, de vejaciones relativas a su edad, a su pelo, a su acento, a su ceja o a lo que sea. Los espacios de X y las tertulias de medio pelo se pueblan de personas avinagradas que no solo no disfrutan del triunfo conseguido, sino que se pasan la velada poniendo a parir al entrenador. Veamos algunos ejemplos típicos.
1.- Vinícius es titular
El astro brasileño sale de una lesión, hace el último entrenamiento y Carlo le saca de inicio. Pues es una locura. Es una locura que, jugándote la clasificación en Bérgamo contra el Atalanta, saques al mejor jugador del mundo porque se podía lesionar y no estar contra el Rayo. Pues nada, palos al técnico por alinearle en el once titular, pero palos que se trasladan al resto del partido. En el minuto 60 ya estaban todos clamando porque le cambiaran. Pues si le hubieran cambiado en el 60 no habría marcado en el 67, mire usted.
2.- Tchouaméni es titular
Aquí se ha cometido un delito de lesa juventude. El entrenador del Real Madrid ha elegido, por las circunstancias de la serie de lesiones que atraviesa la plantilla, poner de central a un centrocampista contrastado internacionalmente que ha demostrado ya su valía en esa posición, en vez de alinear a Raúl Asencio, central canterano de mucha calidad, pero que no está baqueteado en estas batallas tan importantes, repito, jugándosela el equipo, que no era un amistoso, vaya.
Lo de Tchouameni es gracioso, el vinagrismo sociológico universal la ha tomado con él y exige su salida del club este verano (o en enero, por favor) a cualquier precio por razones que, a este escribidor de cosas, se le escapan por completo, pero me viene a la cabeza la figura de una de las leyendas más importantes del Real Madrid y del fútbol español, ganador de tres Copas de Europa y de infinidad de títulos más con la camiseta limpia y blanca que no empaña. Me refiero al veleño (de Vélez-Málaga) Fernando Hierro.
Hierro llegó al Real Madrid por sus grandes dotes como centrocampista; alto, fuerte, con toque y contundencia, con un disparo descomunal, con juventud y con velocidad. Todo lo que podía pedirse para un centrocampista de campanillas. Pues fíjense ustedes qué casualidad, Fernando Hierro, con el tiempo, mucho después que Tchouaméni, fue reconvertido a central y se transformó en uno de los mejores zagueros del fútbol mundial de todos los tiempos. Igualito que le puede pasar a Tchouaméni. Pues nada, hay que dejar que toree el chaval del Castilla el morlaco transalpino por un no sé qué concepto de meritocracia que tienen algunos, con cinco partidos oficiales en sus botas, y dejarle solo ante el peligro para que, si hubiera fallado, fuera pasto de las críticas de todos estos expertos técnicos, que habían invadido la plaza mayor de su ciudad para que estuviera en la foto inicial del encuentro.
3.- Las lesiones
Ahora resulta que la plaga de lesiones del equipo no es culpa de otra persona que de Ancelotti, que no rota lo que debe y que no da descanso cuando debe y, claro, como los jugadores tienen sensores que indican el peligro de lesión, como los aparatos electrónicos indican que les queda poca batería, es un negligente. Sí, señoras y señores, el entrenador más laureado del planeta es un ne-gli-gen-te. Y se quedan tan anchos, igual de anchos que se queda Villar cuando afirma que Negreira no pintaba nada en la Federación. Igualitos, pues eso, que Carlo Ancelotti es un negligente por no adivinar quién se le va a lesionar y quién no. Pero lo de poner a lo mejor que tiene para ganar en Bérgamo al Atalanta cuando, repito, te las estás jugando, de eso nada, de eso ni hablamos, porque aquí lo importante es poner verde al entrenador, que se vaya ya y que pongan a mi cromo favorito porque yo sé de esto más que nadie en el mundo mundial.
4.- La planificación deportiva
Las redes sociales se han llenado de doctores en planificación deportiva, técnicos en actividad física y del deporte y gestores de entidades de élite que saben mejor que nadie lo que se debe hacer para que la plantilla esté compensada, para fichar a lo mejor de lo mejor a un precio inmejorable y para que las mayores estrellas del orbe mundial hagan fila por venir al Madrid, con contratos a la medida cada uno de ellos, forzando a sus equipos de origen para que pongan un precio más que razonable a sus servicios y prestos a jugar en el club de Concha Espina justo cuando sea deseable y conveniente. Vamos, que conocen el mercado, saben que cualquier jugador va a venir al Real Madrid por seis meses y nada más (eso lo he leído y escuchado), casi gratis y que su club le va a abrir las puertas de par en par para que rellene el hueco que ha generado el lesionado de turno.
Son personas que saben perfectamente lo que hay que hacer en una pretemporada que no ha sido pretemporada por los calendarios, que saben perfectamente dosificar a los jugadores para que no se lesionen y que, criticando furibundamente al Barcelona por sus palancas, al City o al PSG por su condición de clubes-estado, pretenden que el Real Madrid fiche sin denuedo a cualquier precio (porque Florentino tiene dinero de sobra) al primer futbolista que ha salido en cualquier medio de comunicación de medio pelo o se lo ha inventado el insider de turno para disfrute de sus abnegados seguidores. No sé, de verdad, cómo el Real Madrid no hace un casting de directores/gestores deportivos entre todas estas personas y no les pone a trabajar sin descanso para gloria y loor de la causa blanca.
5.- Los empresarios
Entre esta caterva de personajes se encuentran también los empresarios de calidad, gente que gestiona su empresa con mano de hierro, que se gestiona a sí mismo con mano de hierro y que gestiona la mano de hierro con mano de hierro. Me explico. Hay que echar al entrenador y a cualquier jugador a la primera falla que tenga, sin más, mañana mismo a la calle, faltaría más. Ya sea jugador, miembro del cuerpo técnico, directivo, utillero, taquillero o vendedor de camisetas de la tienda oficial. Todo aquel que falle en algún momento en su puesto de trabajo, a la calle, pero de cabeza, por favor, habrá visto desfachatez de corregir y amparar a tus empleados para mejorar el rendimiento, de eso nada, a la punta calle sin más.
Una recomendación. Disfrutad. Disfrutad de esta época dorada del Real Madrid, porque no va a volver jamás
Si estas personas aplicaran en sus vidas y en sus trabajos esta máxima que exigen y claman al cielo cuando se trata de ¿defender? al equipo de sus amores, resultaría que la tasa de desempleo de España estaría superando el 70% de la población activa, no habría gente trabajando porque al primer fallo, a la calle. Además, no tendrían descanso en sus ocupaciones porque para eso ganan mucho (que he leído y escuchado cuando Carlo ha dado algún día de descanso a la plantilla). Por supuesto, estas personas no podrían acceder al mercado de trabajo una vez despedidos en su empleo por su primer fallo laboral porque la sagrada Ley de la Meritocracia dicta que siempre hay que poner en los puestos de trabajo a los aprendices de las categorías inferiores de la empresa antes que a un profesional reputado de fuera, salvo que seas el profesional que ha salido en el medio que sea y me haya enamorado, que, en ese caso, ni cantera, ni leches, directamente, fichar, pero ya.
A ver, queridos míos, el Real Madrid es el club más importante del mundo, al que todos quieren venir, claro pero ninguno quiere venir por seis meses, con un sueldo bajo y ningún club va a bajar el precio del traspaso cuando se acercan los merengues a preguntar por su estrella más rutilante, es más, lo van a subir y mucho. Esto, que lo entiende cualquier persona con dos dedos de frente, es inalcanzable para los que quieren reventar el mercado de invierno con lo que sea, aunque después, lo que sea no valga para el Real Madrid y se lamenten porque no deja el club, cuando está cumpliendo un contrato de trabajo válido en España.
El caso es que Bérgamo podía haber sido Módena perfectamente, bella tierra italiana en la que el vinagre campa por sus respetos y es respetado por todos. Una recomendación. Disfrutad. Disfrutad de esta época dorada del Real Madrid, porque no va a volver jamás. Disfrutad, sufrid y, sobre todo, madridistas, sed felices por tener la suerte de seguir al mejor equipo del mundo. Disfrutad de verdad y disfrutad del fútbol.
Les dejo, como siempre dice mi amigo, ser del Real Madrid es lo mejor que una persona puede ser en esta vida… ¡Hala Madrid!
Getty Images.
Aún de acuerdo con casi todo lo expuesto, no es válido echar en cara a Carlo que ponga a Tchou por encima del canterano por la condición de cada uno. Sale Tchou porque es alto, algo que Raúl no va a poder solucionar, y por tanto es un gran arma para cortar centros y evitar las segundas jugadas de los italianos. De hecho ayer fue fundamental por esto y nada más que esto.
Pues yo estoy encantada con la victoria de ayer, que no pude ver, a pesar de haber pensado y escrito que, sintiéndolo mucho, Ancelotti estaba superado. Ojalá no sea así porque los triunfos del Madrid los siento como míos y me hacen recordar más todavía lo feliz que sería mi abuela con lo que están logrando año tras año.
P. D.: un ejemplo de su manera de ser: no celebró la Eurocopa de 2008 porque no llevaron a Raúl. Yo no entendía nada. Ahora sí, claro, desde que un amigo me recomendó que leyera La Galerna (desde vuestro inicio prácticamente).