El partido ante el Málaga me sugería dar más tiempo a los inhabituales –Ceballos, Theo, Llorente, Mayoral–, y el jugado ante un segunda B como el Fuenlabrada me quita la razón sin alterar sensaciones sombrías, porque los muchachos de azul lo hicieron bastante mejor, y desnudaron en el Bernabéu a un equipo no solo torpe sino con aparente dificultad para motivarse –el locutor decía “calentarse”–, despedido con pitos cuando se fue al descanso con 0-1, tras tener al menos una ocasión muy clara para meter otro gol.
En efecto, los primeros 45 minutos presenciaron un solo tiro a puerta de los blancos, que hicieron el triple de faltas. Un mal día lo tiene cualquiera, pero ¿hay algún motivo para sobar el balón en vez de pasarlo, dándole cuatro o cinco toques en vez de uno, desde el primer minuto al último? A mí no se me ocurre otra que menosprecio del rival, combinada con falta de arrestos para el uno contra uno y poca disposición a correr, creando espacios a los cuales se llega en vez de pedirla al pie. No me refiero a entelequias sino al Madrid de Zidane, el que nos acostumbró a admirar el fútbol-asociación, fruto sin duda de trabajo fundido con arte.
el real madrid tiró una sola vez a puerta en toda la primera mitad
Anoche la asociación se hizo con pases en horizontal y hacia atrás, ejercitando lo que un amigo llamaba “variante patras”, y no vi un centro de Theo y Achraf dirigido a sus compañeros. Todos fueron al pie, la cabeza o el trasero de algún adversario, y hasta bien entrado el segundo tiempo tampoco vi un regate rumboso, o una conducción en profundidad no culminada por algún error de su protagonista. Pero entró Bale, su primera acción fue un centro superlativo terminado en gol, y con el galés sobre el campo volvió el Madrid de Zidane, desaparecido hasta cierto punto desde las gestas del verano.
Gran noticia, que ambos se merecen de sobra, y que me recordó unas líneas de Eliot: “Le dije a mi alma, mantente tranquila y espera sin esperanza […] porque la fe y el amor están todos en esperar”. A diferencia del resto, los seguidores del Real están acostumbrados no solo a triunfar sino a convencer, y mientras eso se mantenga hay sólidas razones para esperar que lo logre una y otra vez. El retorno del esforzado y eximio Gareth así lo augura, y sus compañeros más noveles bien podrían aprovecharlo para madurar, conscientes de que deben jugar como los ángeles, o ir pensando en enfundarse otra camiseta.
La Galerna trabaja por la higiene del foro de comentarios, pero no se hace responsable de los mismos
Antonio,todos estamos de acuerdo,en que se jugo muy mal,pero yo no diria que esto es el Real Madrid,suplentes,lesionados de larga duracion y jugadores del Castilla y de esta mezcla salio un sucedaneo,malo.
Lo mejor,se gano la eliminatoria 4-2 y reaparecio Bale,con dos jugadas ganadoras.
Saludos desde mi GRAN CANARIA.-HALA MADRID.-
Poco a poco volvemos a los tiempos de Pellegrinni. Juego lento, triste y sin sustancia. Espero que no volvamos a oír aquello tan cómico del puntaje, sería demasiado cruel.