El Madrid es un club de excesos. Ninguna victoria es demasiado, ningún adjetivo es definitivo, ningún error es admisible. Por tanto, no es de extrañar que bajo esta misma filosofía se esté juzgando al Beatle que tuvo los arrestos de portar el 5 de Zidane: Jude Bellingham. Las cifras, es cierto, son de matrícula de honor: 8 goles en los primeros 9 partidos disputados, además de dos asistencias y un juego elegante y eficaz. Todo esto ha hecho que incluso se mencione a Di Stéfano para establecer un símil con los manejos del inglés. Respiremos porque, quizás (sólo quizás), estemos yendo a la meta sin recorrer el camino.
Así que, subidos a lomos de la hipérbole, propongo reconocer lo que no es Bellingham para establecer así su verdadera dimensión y límites. Y Jude Bellingham no es Mbappé. Por los siguientes motivos:
Primero, el coste. Bellingham llegó a un precio más bajo del que se pretendía pagar por el francés (200 millones de euros). Según las cifras publicadas, el club de Chamartín desembolsó 103 millones por el centrocampista del Dortmund, más 30,9 millones en objetivos. El sueldo de Jude estaría en 20 brutos por temporada, mientras que al delantero de Bondy se le llegarían a ingresar 25 netos. Las matemáticas son claras.
Segundo, es un jugador total. Kylian Mbappé se ha demostrado como un verdadero puñal por todo el ataque. La velocidad multiplica su peligrosidad partiendo desde una banda, pero atesora tal calidad y recursos, que en punta también es un jugador diferencial. Eso sí, a partir de ahí, no lo toques. Por el contrario, si algo ha demostrado Bellingham en el espacio de tiempo que lleva de blanco es en su versatilidad. Presiona, roba, organiza, asiste y golea. Lo mismo aparece en la zona de recuperación, que tirado a una banda o rematando de cabeza un gol agónico en el último minuto. Por eso ha salido el nombre del mito hispano-argentino para compararlo.
Tercero, posee un entorno más sano. Bellingham tiene dos apoyos que están resultando fundamentales en su carrera. Su padre, que fue jugador amateur, le aporta la información real de cómo funciona el mundo del fútbol y le dota de una perspectiva y una visión profunda más allá del césped. En el plano emocional, su madre es su mayor soporte. El equilibrio viene de ahí. Es tan importante que incluso le acompañó durante unos meses a Alemania cuando fichó por el Borussia. En contrapartida, si algo se ha hecho patente en las negociaciones del Madrid con Mbappé (si en algún momento se pudieron considerar así), es el papel preponderante, y a veces irracional, de Fayza Lamari, la madre del muchacho. No tiene licencia de agente, pero actúa como tal. Acusada de intrusismo y malas formas, es evidente que su ambición sobremedida ha impedido que Mbappé todavía no vista de blanco.
Cuarto, carece de delirios de grandeza. En consonancia con lo anterior, salta a la vista los diferentes caracteres de Bellingham y Mbappé. Si el primero ha aterrizado de pie en el Bernabéu, mostrando humildad e interés de aprender de los mejores, como Modric o Kroos, vete a decirle a Mbappé, convertido en cuestión de Estado, que rebaje su autoestima. Los madridistas todavía recuerdan sus palabras después del partido de ida de octavos de la Champions de 2022. “Esto es París”, dijo, altivo. Luego el Madrid le recordó que nadie tiene más fuerza que el ADN blanco y aquella remontada ya está en la historia del club.
Y quinto, es todavía más joven que Mbappé. Hablamos de dos jugadores con más de una década por delante, pero, puestos a diferenciarlos, el francés ya tiene 24 años, mientras que el inglés acaba de cumplir los 20. Cuatro años menos de edad que significan cuatro más de fútbol. Y esto, hoy en día, no es un dato menor. Y menos considerando que el punto fuerte de Mbappé, su velocidad, ya no será la misma dentro de un lustro; mientras que Bellingham, por su tipo de juego, presumiblemente podrá mantener el nivel top durante muchos más años.
A partir de aquí, el techo sólo se lo va a poner el propio Bellingham. De sus botas y su cabeza dependen el éxito que alcance. Y, mientras, aquí estaremos para exagerar un poquito. Que para eso es el Madrid.
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Que gran Champions estoy viendo este año. Me explico
En primer lugar viendo a mi Madrid triunfar por esos campos de Dios con su Jule y Cia y en segundo lugar viéndole la cara de bobo al TRAIDOR por esos campos del infierno y lo que le queda. Cuanto me alegro
Lo único que no puedo ver es la cara de la madre que lo pario o lo trajo al mundo. Una lastima .
Y todavía nuestro presidente suspirando por traerlo el próximo año. DE PENA.
Ah se me olvidaba hacer mención a la cara descompuesta del Luisito JA JA JA
Luis Enrique empieza a darse cuenta que ganar sin la MAN (Messi , Arminio , Negreira) es bastante complicado . Supongo que se le bajarán un poco los humos y la chulería.
"Ni falta que hace" debería de seguir el título de ésta columna escrita por Salva Martín.
La malo que Haaland sale muy caro comprárselo al Abu Dhabi city que si no ya le podían dar a la tortuga ninja.
La dignidad y grandeza del club deben estar por encima de cualquier jugador. Mbappé ha rechazado por dos veces al Madrid, motivo más que suficiente para no volver a intentar su fichaje. Por otra parte, como se apunta en el artículo, por encima de su calidad, resultaría un elemento extremadamente tóxico en el ecosistema del vestuario. Que se quede en su jaula de oro y que la disfrute
buena tardes
Yo no quiero a Mbappé en el Madrid. Quiero y respeto a Florentino, posiblemente el mas grande presidente que hemos tenido (perdón Sr. Bernabeu) pero !! ya estoy arto !! de esa dependencia malsana, no lo quiero ni ahora ni nunca..... lo quise cuando no sabia de que pasta estaba hecho, y no querría que nuestro querido Club cayera en las manos de este, si bien gran jugador, pero un individuo con un ego que no cabe en nuestro maravilloso vestuario, ! lo que nos faltaba !, ! ya aparecerán jugadores de su talla, por ahora es un enano comparado con Cristiano Ronaldo el cual nos ha dado tanta gloria. Don Florentino en nombre del club debería este verano haber emitido un comunicado
! la puerta del club no se abrirá jamas para para Kylian Mbappé, ese tren ya pasó ! bonne chance monsieur Mbappé
Hombre criticar los egos y alabar a CR, en la misma frase , no parece lo más adecuado.