En su primer año como madridista, Jude Bellingham esta dejando imágenes icónicas. Las últimas, festejando el gol que nos daba la victoria ante el Barça en el pasado “clásico”, o cantando con los aficionados que habían asistido al Etihad “así gana el Madrid”. Y hay muchas más. Se le ha visto con frecuencia en el Palacio de los Deportes —me resisto a llamarlo de otra forma— con Vini, Camavinga o Tchouaméni animando al equipo de basket. Y en el túnel de vestuarios, cuando estaba lesionado, esperando junto a Courtois y Militao a sus compañeros para hacer piña.
No es, pues, de los que se esconde en un placo privado y abandona el Bernabéu diez minutos antes de que acabe el partido. Tampoco rehúye fotos ni entrevista alguna, por borde que pueda ser el periodista de turno. Lejos de despreciar a niños en aeropuertos, firma autógrafos con la mejor de sus sonrisas. Tardará en soltarse en español, aunque apuesto a que a nadie le importa. Los aficionados saben que está en ello y, sobre todo, saben que ya es uno de ellos. Ah, y nadie sabe quién es su agente. Ni falta que hace. Viene esto a las declaraciones de Gareth Bale en su Inglaterra habitual, permitiéndose dar consejos a Bellingham para adaptarse mejor —“tiene que hablar con la prensa, y hacerlo en español”—.
Como si los necesitase. El galés y el inglés tienen en común que ambos fueron fichados ya consagrados como grandes jugadores y, por tanto, pagando un alto precio por ellos. Precio que, desde luego, Bale amortizó con creces, y Bellingham va camino de. Gareth consiguió con el Madrid un palmarés impresionante, siendo decisivo en varias finales y consiguiendo grandes goles. De momento, Bellingham sólo ha ganado una Supercopa de España, pero todo indica que puede lograr un buen montón de títulos. Ojalá.
El galés y el inglés tienen en común que ambos fueron fichados ya consagrados como grandes jugadores y, por tanto, pagando un alto precio por ellos. Precio que, desde luego, Bale amortizó con creces, y Bellingham va camino de
Tras un comienzo goleador tan fulgurante como inesperado, el rendimiento de Jude bajó levemente y, claro, llegaron las primeras críticas —muchas de ellas, con bastante mala baba—. ¿Su reacción? Nada de nada. El inglés sabe cómo funciona esto, y no le quita el sueño que los que hoy le ponen a parir mañana le endiosen. Él sigue a lo suyo, que es jugar al fútbol, sí, pero también algo más. Sin necesidad de conceder entrevistas en español, Bellingham ha sido capaz de meterse a la afición en el bolsillo y de no echarse a la prensa encima. ¿Le baila el agua a los periodistas? Qué va; simplemente, es un tipo normal. Verle tan sumamente integrado con el resto de la plantilla y la afición facilita mucho que la imagen que se traslada de él sea más amable que la de alguien que, aparentemente, pasa de todo.
Valga esta anécdota como ejemplo. La celebración de la última Champions en 2022 sirvió para que el madridismo homenajease a una de sus leyendas. Aquel día, el Bernabéu rindió tributo al irrepetible Marcelo, el jugador que más títulos ha ganado hasta la fecha. Era su última temporada en el club, y por eso todos sus compañeros al unísono le mantearon ante un estadio entregado. También acababa contrato Isco y, aunque algo menos vistoso, también recibió su homenaje. Sin embargo, ni un solo compañero hizo ademán alguno de acercarse al galés. Quizá porque, aunque para él también era su última temporada, hacía mucho que ya no estaba entre ellos.
Jude sí lo está. Y por méritos propios.
Getty Images.
Muy acertada columna aunque discrepo una cosa que dices, Antonio, y es la de que Bale amortizó el precio que costó con creces.
Los 100 o más de 100 millones de euros no los llegó a amortizar aunque marcará 3 goles en finales de champions (uno de ellos tremendo) ni otro tremendo en la final de copa, estuvo mucho tiempo lesionado y el equipo estaba mucho mejor equilibrado cuando entraba un centrocampista por él (generalmente Isco, el Isco de su primera etapa en el Madrid), en resumidas cuentas, un especialista con gran velocidad y en disparos a puerta con un buen remate de cabeza que no pudo prodigar por su posición en el campo, pero en espacios cerrados y en juego combinativo con el equipo era un jugador mejorable y el sacrificio defensivo en días señalados.
Por supuesto si lo comparamos con Hazard que costó más o menos lo mismo tampoco hay color, mucho mejor Bale, pero es que Eden fué una nulidad.
No tengo ninguna duda de que Florentino volveria a pagar los 100 milllones por Bale y 150 tambien. Fue un fichajazo que dio un salto enorme al equipo que se tradujo directamente en no menos de 3 Champions conseguidas con contribuciones de Bale inseparables del levantamiento trofeo (2014, 2016, y 2018), la Copa de 2014, y años de rendimiento altisimo. Su temporada 2015-2016 seria de Balon de Oro si no fuera por las bestias pardas de Messi y CR. Fueron sus lesiones que no le dejaron salir en el 11 titular de Cardiff y Kyev.
Acabo muy distanciado emocionalmente del madridista, pero Bale fue una pieza importantisima durante los 5 años de las 4 primeras CdE de esta generacion.
Aunque he sido bastante crítico con Bale, el paso del tiempo me hace reconsiderar mi opinión acerca de su papel en el Real Madrid.
La gloriosa etapa de las cuatro Champions en cinco años no se puede entender sin él, fue imprescindible para lograr la segunda mejor marca de la historia del fútbol. Entiendo que en este punto no habrá dudas por parte de nadie. Entonces, ¿qué ha ocurrido?, ¿por qué se ha marchado del club casi como un apestado? Sólo queda pensar que es debido a su comportamiento extradeportivo.
Sin duda, este último aspecto no lo cuidó como sí lo hicieron (y hacen) otros jugadores. Y, aunque no nos debería importar en exceso, en 2024 es impensable separar su comportamiento dentro y fuera del césped ya que se les da la misma importancia.
Sin duda, Bellingham es un ejemplo las 24 horas del día. Y eso, hoy en día, significa más cariño de los aficionados, más dinero de los patrocinios y hasta mejor consideración por parte de la sociedad.
Gareth dio mucho al Real Madrid mientras las lesiones se lo permitieron. Tendríamos que quedarnos con eso.
El tiempo recoloca pensamientos, sentimientos y hasta filias y fobias. Estoy seguro de que Bale era más madridista que otros jugadores que se empeñaban en publicarlo en las redes sociales. A pesar de su excelsa etapa inicial, el recuerdo generalizado no es nada bueno por sus últimos años en los que, por cierto, se comportó como otros jugadores a quienes no se les reprochó su comportamiento.
Estoy seguro de que con el transcurrir de los años, Bale acabará situándose en el lugar histórico que merece. Mientras tanto, Jude nos seguirá haciendo tan felices como lo fuimos en Valencia, Lisboa, Marrakech y Kiev. Y Madrid.
Obviamente, el articulista no captó la ironía en el consejo de Gareth a Jude.
Gareth Bale, excelente jugador . Eso sí, discutido por algunos ; sobre todo por los antimadridistas. Además tuvo ,por no relacionarse con los medios en general, muy mala prensa.