El partido aplazado entre el Real Madrid y el Valencia, debido a la DANA, no pudo tener más acción y polémica.
Antes de analizar el encuentro, me gustaría enviar un mensaje de ánimo a todos los afectados por esta catástrofe. Espero y deseo que la situación mejore, que los daños sufridos sean reparados, y que puedan recuperar cuanto antes la normalidad en sus vidas.
Respecto al partido, ambos equipos llegaban con dinámicas muy diferentes. El Real Madrid, con la oportunidad de ampliar a cinco puntos la diferencia con respecto al Barcelona, y meter presión al Atlético de Madrid, quien cuenta con un partido menos, y que asaltó el liderato tras aquella inesperada victoria en Montjuic. Por otra parte, el Valencia está inmerso en una de las mayores crisis de la historia del club. Por primera vez en mucho tiempo, el descenso de categoría está llamando insistentemente a su puerta.
Durante los primeros 20 minutos, el partido consistió en un ida y vuelta nada beneficioso para el Real Madrid, ya que el flanco izquierdo compuesto por Mendy y Ceballos se vio completamente superado, y de no ser por dos grandes intervenciones de Courtois, el Valencia se podría haber adelantado antes. Pero en el minuto 27, el Valencia terminaría tomando ventaja tras un mal despeje del belga, que fue aprovechado por Hugo Duro.
En la segunda parte, Bellingham desaprovechó un penalti provocado por Mbappé, y Vinícius fue expulsado debido a un empujón propinado a Dimitrievski en la nuca, quien empezó provocando al brasileño mientras este estaba en el suelo. La expulsión es justa, y en condiciones normales no debería invitar a dudar acerca de la limpieza del colegiado. Pero esto es LaLiga. Una competición que estuvo corrompida durante 17 años (que se sepa) por un club que estuvo pagando al vicepresidente del comité técnico arbitral: el señor Enríquez Negreira.
Durante la revisión de esta jugada, volvimos a asistir a un acto de prevaricación y manipulación calcado a lo acontecido en Mestalla en mayo de 2023, debido a que las imágenes mostradas a Soto Grado reflejaban únicamente la parte en la que Vinícius agrede a Dimitrievski, pero obviando de una manera intencionada lo que ocurre antes, como sucedió en aquella ocasión.
Si estás dispuesto a dar, debes estar dispuesto a recibir. El problema del antimadridismo es que solo quiere dar. Pretenden que el jugador al que insultan sea un saco de boxeo
Respecto a la actitud de Vinícius, su reacción en esta jugada deja bastante que desear, por mucho que sea el rival quien busca dicha reacción. No tanto por deportividad o respeto hacia el contario, quien no merece ninguno en este caso, sino por la desventaja que supone quedarse con un jugador menos y perder al futbolista más desequilibrante del equipo.
En cuanto a su disputa con la grada, estoy de acuerdo con él. Antes de que incluso entrara en contacto con el balón, ya estaba recibiendo insultos y cánticos. No me parece algo negativo. Tal y como yo concibo el fútbol, forma parte de la rivalidad entre la grada y un jugador. Pero, si estás dispuesto a dar, debes estar dispuesto a recibir. El problema del antimadridismo es que solo quiere dar. Pretenden que el jugador al que insultan sea un saco de boxeo.
Tras estos cánticos, Vinícius respondió recordándoles que deberían centrarse en asuntos supuestamente más importantes para el valencianismo, como, por ejemplo, salvar la categoría.
A fin de cuentas, ambos tienen razón. Vinícius quedó segundo en el Balón de Oro y el Valencia es un equipo de segunda.
Tras esta polémica, y con la entrada de Camavinga y Modric al campo, el Real Madrid comenzó a jugar con más fluidez. A pesar de estar con uno menos, el equipo de Ancelotti fue capaz de desmantelar al Valencia, cuya línea defensiva destaca por su escaso talento individual y su desastrosa organización colectiva.
Jude tiene una grandeza y una mentalidad que casan a la perfección con lo que es el club merengue. Bellingham es el Real Madrid hecho futbolista
En una triangulación entre Camavinga, Brahim y Bellingham, el inglés filtró un pase a Modric, quien definió con el exterior de su bota izquierda para equilibrar el marcador. Tras el empate, el partido se descontroló hasta el punto de convertirse en un caos, sin orden y sin criterio. Y en mitad de esta anarquía, apareció el mejor de los 21 futbolistas que quedaban en el campo. El único capaz de pensar con claridad en mitad de toda esta vorágine. Aprovechando un error garrafal de Guillamón, Bellingham devolvió a Mestalla el gol que le birlaron descaradamente la temporada pasada en este mismo escenario, silenciando el feudo valencianista y facturando los tres puntos rumbo a la capital.
Los primeros 50 minutos del inglés fueron ciertamente discretos, fallando incluso un penalti. Sin embargo, este tipo de jugadores aparecen cuando más se les necesita. Con el resultado en contra, con un compañero menos, y con el penalti fallado en mente, Bellingham se echó el equipo a la espalda y lo dirigió hacia la victoria. A partir de su error, el británico dio una exhibición. Asistió a Mbappé en un gran gol en el que el francés sorteó al portero, pero que finalmente fue anulado por fuera de juego, a Modric en el gol del empate, y anotando el gol de la victoria sobre la bocina.
Supongo que, a estas alturas, a nadie le sorprende la clase de futbolista que es Jude Bellingham. Pero no por ello deja de ser espectacular. Sus dos últimos meses son sencillamente formidables. Ha sido y está siendo el mejor en este tramo de la temporada. Se le ha visto ágil, físicamente recuperado, y volviendo a ser decisivo en el marcador. Es un jugador que dispone de una fuente inagotable de recursos técnicos, añadiendo últimamente un desplazamiento en largo que parecía una de sus debilidades la temporada pasada. Es una máquina diseñada para dominar cualquier contexto que se le presente. Y, por si fuera poco, tiene una grandeza y una mentalidad que casan a la perfección con lo que es el club merengue. Bellingham es el Real Madrid hecho futbolista.
Si Bellingham está conmigo, ¿quién, contra mí?
Getty Images.
Bellingham el líder del Madrid para los próximos años, debe ser el primero en la lista para tirar los penaltis y si el brazalete del Madrid no fuera por escrupulosa antigüedad en el club debería ser en breve el capitán del Madrid cuando Modric y Carvajal se fueran del Madrid.
Enhorabuena Gonzalo.
Tú artículo es una obra maestra.
Jude es el mejor jugador Del Real Madrid.
Asco sectarios miserables me refiero a perrodistas indignos y a las gradas de equipos como ayer el del valencia ..
Insultos ofensas racismo en estado puro me refiero a perrodistas indignos y a las gradas como las de ayer de valencia ..y hablar del var del clos es perder el tiempo todo mundo lo sabe, cortan las jugadas a las conveniencia de quien les dio 8,4 millones cogen el flamenco para mentir y adulterar las imágenes no ponen el tirón de pelos del actor portero de segunda del equipo che, al mejor jugador del mundo o sea el the best, anulan un gol legal a mbappe no repiten un penalty porque no quieren y así en esra putrefacta y pestilente liga se sigue jugando y el malo es vini..sigue así vini baila vini defiéndete vini golea vini ríete vini acude a los tribunales vini sigue así y por favor carleto buitre defender a vini con más coraje hombres pir Dios se vayan estos perrodistas al carre
Artículo con mucho rigor, he leído 8 artículos sobre las jugadas polémicas y este creo es con bastante el mejor. Enhorabuena
Los análisis de lo que hace y se dice respecto al Real Madrid resultan una tarea no exenta de inefables riesgos.
¿ Palmeros, piperos, pelotas, oportunistas, conformistas, críticos sin límites...?
Es muy difícil ser del Real Madrid sin recibir graves críticas de otros correligionarios o ser categorizado con etiquetas, las más de las veces, lacerantes, hacia un polo u otro, muchas veces, sencillamente, por vivir apasionadamente las vicisitudes de nuestro equipo.
Hasta el punto de que ser del Madrid es algo que va a ser fiscalizado, además de testado, por un tribunal imaginario constituido desde un marasmo de sensibilidades, cada una de las cuales asume un arquetipo distinto que pretende ser expresivo de la esencia de este club. Y, lo peor, la certeza ciega de que ninguna de ellas es ni mínimamente compatible con el resto.
Pero la cosa se complica cuando, además de estas diversas identidades emocionales que encasillan el verdadero ser del madridista en un corsé asfixiante, aparece también un conjunto variopinto y multiforme de criterios, irreconciliables entre sí, para detectar si se profesa correctamente la
fe madridista.
Por razones que se entenderán fácilmente, no puedo extenderme ni detenerme, en un foro como este, a profundizar, hoy, sobre los aspectos mencionados, (lo cual no significa que no lo pueda ir desgranando si vuelvo a intervenir otras veces o que no haya apuntado ya algo en anteriores ocasiones) pero reseñamos la grave consecuencia que estos fenómenos generan: un cierto stress e inseguridad a la hora de admitir la adscripción madridista, lo que contrasta con el dato objetivo de que estamos hablando del club más esencialmente ganador y triunfador de entre todos los deportes colectivos que en el universo son.
Quiero que se me entienda antes de juzgarme a mí y juzgar aquello que estoy escribiendo.
No es que los madridistas no poseamos certeza subjetiva en cuanto al acierto en sentirnos merengues hasta la médula. Ni tampoco que no sintamos orgullo por las gestas de nuestro amado club.
¡No, no es nada de eso!
Es algo más sutil, que se percibe a un nivel latente, y que no es algo muy distinto a la incapacidad de admitir que, en el fondo, en todos aquellos en los que se intuyen otras vías, diferentes a la nuestra personal, de experimentar el madridismo, no llegan a ser verdaderos madridistas.
Llamémoslo a esto, jugando a la antropología cultural, subjetivismo etnocéntrico madridista, y no lo tratemos de relativizar señalando que en cualquier grupo se producen disonancias en cuanto a las miradas que emergen de sus diversos miembros.
Reparemos, mejor, en que tratándose de un colectivo que, con sus matices, elige libremente un vínculo emocional unitivo, sin embargo, en la práctica se muestra muy determinado al despliegue de un espíritu de controversia, y cierta hostilidad, hacia todos los componentes que no sienten igual que uno mismo, y sus propios correligionarios, acerca de aquello en lo que debe consistir el equipo o el club. Y este dogmatismo, bien sabemos, que no nace de una seguridad real, sino del mismo miedo que está siempre presente en toda defensa a ultranza, un temor o verdadero pánico a estar equivocado, a que nuestro credo no sea el auténtico, siendo esa aparente pero falsa autoafirmación agresiva y excluyente la que denuncia nuestras reservas hacia nuestro propio punto de vista.
¡MADRIDISTAS, NO TENGAMOS MIEDO A LA DIFERENCIA, EJERZAMOS SIEMPRE LA CRÍTICA, QUE SUPONE UNA REVISIÓN DE CUALQUIER PENSAMIENTO, SENTIMIENTO O CONCLUSIÓN CON EL ÚNICO PROPÓSITO ÚLTIMO DE ASEGURARNOS DE SU VERDAD O FALSEDAD, SEAMOS, EN ESTO, CARTESIANOS, PERO NUNCA REGODEARSE EN LA DISONANCIA, PUES DISCREPAR ES UN MEDIO Y NO UN FIN, UNA HERRAMIENTA PARA LLEGAR A LOS CONSENSOS MÁS GRANDES POSIBLES EN AQUELLOS GRUPOS QUE, EN LO ESENCIAL, QUIEREN ENTENDERSE, EN TANTO EN CUANTO QUE TODOS AMAN LO MISMO, LO QUE, EN NUESTRO CASO, ES EL REAL MADRID!
¡NI LAMECULOS NI VENDEPATRIAS!
¡UNIDOS SOMOS MÁS FUERTES Y MEJORES!
¡SIN COMULGAR CON RUEDAS DE MOLINO, ESO NUNCA, NUESTRA META DEBE TENDER, (POR EL BIEN DEL REAL MADRID, OBJETIVO QUE TODOS PERSEGUIMOS)
HACIA LA GRANDEZA DE CONCEBIRNOS JUNTOS!
La expulsión es justa? Para mí debería haber sido expulsado Dimitrewsky por lo que ambos árbitros, el principal y el del Var, deberían ser sancionados a perpetuidad, al menos por ineptos si no es que prevaricaron, que estaría por ver. Lo sucedido fue cristalino y no vale seguir con la matraca de que si Vinicius siempre se queja o protesta. En este caso fue un leve empujoncito: "pero tío, tú de que vas". Pero visto lo leído la acepción de agresión la tendrá que "actualizar" la Rae para respetar el uso de estos colegiados y de los periodistas deportivos, de la mayoría. Que nivel Maribel!
Sobre Jude? Creo que el articulista se queda incluso corto en alabar sus virtudes.