Buenos días, amigos. El sempiterno runrún con el posible fichaje de Mbappé está eclipsando el tema del cual deberíamos estar hablando todos, que no es otro que la ilusión que despierta Jude Bellingham. Los medios, al alimón en este caso con youtubers y twitcheros varios, inciden legítimamente en la posibilidad de la gran bomba, sin dar suficiente cancha a la bomba que ya está instalada en el fútbol patrio (pobrecillo, la que le espera, ¿lo sabrá?). Y esa otra bomba, que no es hipotética sino muy real, ya dio en su debut amistoso ante el Milan claras muestras de los estropicios que puede causar en los contrarios.
Menos mal que hoy Marca, que de vez en cuando acierta, pasa del posible fichaje de Kylian y se centra en la joya que el Real Madrid, a punta de puro prestigio, por la simple resonancia de su leyenda, ha birlado a toda la Premier League.
Hey, Jude.
Decimos que Marca esta vez acierta y nos alegra decirlo. “Enganchados a Bellingham” parece una buena descripción de la realidad, si bien sonaría mejor en inglés, como sucede a veces, no siempre, con algunas frases. “Hooked on Bellingham” trae a la mente cosas que los más viejos recordarán, como aquella serie de discos genéricamente titulados “Hooked on classics” en los que piezas de Tchaikovsky (que es un apellido que, como el de Tchouaméni, hay que pensarse antes de escribir) y Vivaldi se enganchaban unas a otras con un acompañamiento rítmico.
Muchos nos odiaréis por comparar a Jude con estos precursores de Luis Cobos. No pretendemos dar a entender que Jude sea al fútbol lo que aquellos best-sellers que la gente oía en el coche fueran a la música. Pero sí es cierto que el clasicismo esteticista del inglés, que tanto recuerda a Zidane en algunos controles y conducciones, se ve complementado por un dinamismo futurista, casi robótico, que habría reforzado a Marinetti en su idea de que un coche de carreras que ruge es más bello que la batalla de Samotracia. O tan bello. O tan importante.
En Bellingham están las dos cosas: el automóvil centelleante y la escultura griega. Tiene la partitura, pero acompañada por el chunda-chunda que lo hace rigurosamente moderno y lo salvaguarda del riesgo de quedar para el paladar de los puristas. Si no os gusta ni Cobos ni similares, enganchaos al “Hooked on a feeling” de Blue Swede que popularizaron los Reservoir Dogs de Tarantino. Jude tiene la melodía, pero también el Uga-Chaca demoledor y chocante que aparece y desaparece por la canción. La combinación es sencillamente irresistible.
Así que sí, enganchados a Bellingham. Del todo. Tiene que pasar un tiempo para que se comprenda la importancia capital que está llamado a desempeñar en el futuro del club, pero ya podemos intuir atisbos de glorias futuras.
Por lo demás, As sigue erre que erre con Mbappé, planteando hoy una posibilidad que nuestro socio y colaborador Ramón Álvarez de Mon descarta según sus fuentes: que juegue un año en Arabia Saudí antes de incorporarse al Madrid en 2024 como agente libre. Si Ramón dice que lo ve poco factible, nosotros decimos lo mismo.
Os dejamos con la prensa cataculé, que igual queréis verla y tal.
Pasad un buen día.
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Un comentario en: Bellingham, el clásico con ritmo
Yo traigo una noticia, que a pesar de ocurrir días atrás, no me llegó, seguramente por no aparecer en las portadas de los envoltorios de pescado ni en las ondas de las cadenas radioactivas. Por ello quiero compartirla
Bellerín ha dejado LaFarsa y se ha ido al Betis. Parece ser, con la ficha libre. Quiero aprovechar para recordar algunos fántasticos portanálisis protagonizados por este excepcional jugador.
17 de diciembre de 2017 - El año en que Valverde dio 5 veces el OK a Bellerín
10 de septiembre de 2022 - El tren de Hazard y el ansiado debut de Bellerín
28 de septiembre de 2022 - Xavi da el OK a Bellerín
P.D.: Seguramente hay más material, pero al intentar utilizar el buscador de La Galerna, me ha revocado el acceso al sitio.