Basta hasta decir basta

Buenos días. En esta sección nos dedicamos a informaros de las portadas de los diarios deportivos de cada día, brindando por lo general un sesgo cáustico o sarcástico sobre las portadas en sí o los enfoques que delatan. Sin embargo, cuando una portada nos parece un acierto total no vamos a ser más portanalistas que el Portanálisis.

Si la portada del diario Marca nos resulta atinada, lo diremos. Si además nos parece que se refiere precisamente a aquello que constituye la auténtica noticia en estos días odiosos del parón seleccional, y no a fruslerías que a nadie interesan, lo remarcaremos. Y subrayaremos además, en este caso, que armoniza perfectamente con nuestros sentimientos (los de La Galerna, e imaginamos que los de la mayoría del madridismo) sobre aquello de lo cual trata.

"Escabechina". Ni más ni menos. Eso es lo que supone cada parón de selecciones para el Real Madrid. Estremecedora la foto de portada de Marca, con las correspondientes cruces sobre aquellos que causan baja por culpa de partidos con frecuencia intrascendentes. Especialmente sangrante la lesión de Benzema, a la cual se refiere sin pelos en la lengua Juanma Rodríguez hoy en La Galerna. Estamos ante un artículo trascendente de verdad por el modo en que se hace eco de la ira que cunde en el madridismo por culpa de esta plaga y de esta lesión en concreto, así como por la valentía con que denuncia a Deschamps en esta historia. No os lo perdáis.

A Marca le habría costado menos señalar a aquellos que SÍ pueden jugar, o al menos que podrían hacerlo en esta fecha y hora. No puede uno quedar tranquilo hasta que no han vuelto de estos recontraputísimos viajes todos y cada uno de ellos y están en casa dentro de un baño de espuma con un patito de goma. El temor de que se rompan la crisma bajando por las escalerillas del avión en la T4 de Barajas solo se ve matizada por la conciencia de que casi todos los pasajeros son ya recibidos con un finger, pero siempre queda la opción de que este se desprenda de la terminal en el preciso momento en que Kroos o Isco cruzan la puerta del avión maletín en mano. Por cierto, ya que mencionamos a Isco, tal vez aún no hayáis leído el sensacional artículo de Ramón Álvarez de Mon sobre el muy disímil trato que la prensa nacional otorga a sus suplencias (o aun la sola amenaza de las mismas) en el Madrid y las que sufre en la selección. La doble vara de medir explicada en poco más de seiscientas palabras. Soberbio también.

No sabemos cuánto puede hacer el club respecto a este cáncer (no ya virus) de los parones de las selecciones. Cualquiera puede entender que no es de recibo que la empresa que paga a un señor se tenga que quedar sin sus servicios a cuenta de un tema al cual es completamente ajena. "A grandes males, grandes remedios" es frase hecha más respetable que la media de las frases hechas. Si este no es un gran mal que por tanto demanda remedios radicales, no sabemos cuál lo será. Sería justo decir que hay un porcentaje nada desdeñable de los éxitos que se le han escapado al Madrid entre los dedos en los últimos tiempos que es directamente asignable a este desastre. No sabemos hasta qué punto y bajo qué circunstancias sería planteable un plante directo y frontal ante esta situación. Lo que sí sabemos es que el madridismo reclama un puñetazo encima de la mesa. Los datos, devastadores, lo respaldarían. El Francia-Armenia de hace pocos días solo sirvió, analizado desde una óptica madridista, para que el seleccionador francés desafiara al Madrid antes del partido (ninguneando a Benítez a cuenta de los cambios de Benzema) y después del mismo (sacudiéndose toda responsabilidad en la lesión de Karim con desfachatez manifiesta). El Real Madrid es aquí el cornudo, el apaleado y el que aloja el palo por vía rectal una vez concluidas la infidelidad y la paliza.

El madridismo, aun sin saber muy bien de qué modo puede articularse ese basta, dice basta hasta decir basta.

Por otra parte, sabed que Marca no tomará nota de su excelente portada de hoy. Si el Madrid sufre un resultado negativo, la crónica de Marca lo reflejará en términos de hecatombe sin paliativos ni atenuantes, como si las cruces que hoy vemos sobre seis señalados participantes en la foto hubieran sido fruto de nuestra imaginación.

Cómo será la cosa como para que Mundo Deportivo, que por lo demás trae a su portada un primer plano de un sin duda muy respetable ciudadano de Gabón, reconozca (en pequeñito, claro, y en la esquina superior izquierda) que la mella que estos parones hacen en el Madrid -o más específicamente este parón del cual, ay, aún no hemos salido- es superior en daño al que encajan el resto de equipos, por la razón que sea. "El virus FIFA se ceba con los blancos", admiten los de Godó. Si será flagrante el prejuicio a nuestro club que nuestros adversarios lo admiten, de manera más o menos implícita, como arma a su favor.

Sport, en cambio, no se refiere al daño que el fútbol de selecciones ocasiona al Madrid. De hecho, ahora que la observamos de arriba a abajo, su portada no contiene referencia alguna al club de Chamartín. Espera un momento. No puede ser.

Volvemos a repasarla de arriba a abajo. No nos hemos confundido. ¿Qué les pasa a los chicos de Sport? ¿Ni una sola referencia al Real Madrid en su portada de hoy? ¿En serio?

Acusadnos si queréis de exceso de celo pero vamos a llamar al médico de la seguridad social de Mascaró y amics para quedarnos más tranquilos.

As, entretanto, nos recuerda cosas que habíamos olvidado (?) para que todos podamos seguir comulgando de la dicha perenne de esta arcadia feliz que es la Roja y todo cuanto la rodea. Paseando sola en mi ciudad, yo sentí que un canto me llegaba. Me acerqué y pude contemplar a unos niños que cantaban. Uno fue y me dijo: "¡Eh, mayor! No quieres incluir tu voz cansada? Ya verás qué fácil es cantar si tienes bien alegre el corazón".

Si todo el mundo tuviera una canción que hable de paz, que hable de amor, sería sencillo podernos reunir para vivir con ilusión. Quiero que sientas conmigo esta canción y dejes atrás tu mal humor.

Nos unimos a Betty Missiego en ese bello canto, apenas matizado por la conciencia de que Modric sigue a estas horas con la expedición croata, pese a haberse lesionado (o al menos eso indica también As, siempre conviene avisar cuando son ellos quienes lo cuentan).

Besos y flores.