Barcelona

Soy madridista, pero también soy de Barcelona. La mayor parte de las personas que me siguen por redes sociales saben de mi simpatía deportiva pero no de mi pasión por una ciudad a la que quiero como se si tratase de un ser querido. Mi ciudad, mi lugar.

En cierta ocasión un compañero de trabajo - muy barcelonista por cierto - que había hecho el servicio militar en la capital de España, me dijo que en la mili la gente de Barcelona se juntaba con los de Madrid: éramos los más parecidos entre sí, me comentó.  Y es verdad, en cierto sentido Barcelona comparte con Madrid ese carácter de ciudad abierta, hospitalaria, donde caben todos, dos poblaciones mestizas a pesar de los intentos infructuosos de algunos, en ambos lados, por hacerlas monocolores.

Con frecuencia, cuando un madridista descubre mis orígenes por internet muestra su sorpresa por lo que considera dos circunstancias casi incompatibles. Pero me gustaría explicarles, a esos que se extrañaron y a los que aún están por extrañarse, que Barcelona es una tierra de todos, un lugar donde cabemos los del Barça, los del Madrid, los del Espanyol; los catalanistas, los españolistas y los que no somos ni lo uno ni lo otro; los catalanoparlantes, los castellanoparlantes y los que somos bilingües; los de izquierdas y los de derechas; los cristianos, los musulmanes, los judíos y los ateos; en definitiva, un sitio donde todas las personas de buen corazón conviven en paz, a veces con tiranteces, pero siempre con un, inmenso y mayoritario, respeto.

Hoy, en un día en que todos los barceloneses amanecemos con el corazón roto, me gustaría explicarle al resto del madridismo que igual que nosotros consideramos que el Real Madrid no es de Madrid sino de todo el mundo, los barceloneses sentimos que nuestra ciudad no es nuestra sino también del resto. Hoy, aún con las lágrimas surcando literalmente por mi rostro, me gustaría decirles a los barceloneses que igual que los madridistas presumimos de no rendimos jamás y de luchar hasta el final y más allá, ellos, mis conciudadanos, tampoco lo harán en este envite. Porque unos y otros estamos en el mismo bando. Y porque si hay una certeza, es que vamos a ganar.

Todo mi afecto a las víctimas, a sus familias y a todos los barceloneses por su dolor. Y gratitud a los de fuera, a los que son de la Ciudad Condal y todavía no lo saben, por su cariño y solidaridad.

Hala Madrid. I visca Barcelona.