Lunes de resaca del clásico que solo tiene de cierto el día de la semana. El partido nonato terminó con un resultado de empate a dos y se desarrolló por los cauces habituales por los cuales se desarrollan los partidos que no llegan a jugarse.
El Barcelona, como es habitual, formó con Ter Stegen en portería. En el centro de la defensa jugaron Piqué y Mascherano —para aprovechar su poder de hacer penaltis no pitados—, que no tuvo problemas para hacerlo, pese a no militar ya en el conjunto barcelonés, porque como el partido no se produjo, las autoridades competentes no intervinieron. Algo habitual con el Barcelona también cuando los partidos existen. En el lateral izquierdo jugó un señor muy majo que nadie sabía quién era y en el derecho el Chapi Ferrer, que cuando te mira siempre parece que te va a lanzar un besito. En el centro del campo formaron Vidal, Rakitic y Frenkie de Jong. Completaron la alineación los tres puntas: Messi, Archibald y Hristo Stoichkov, ya que el Txingurri buscaba la máxima agresividad. Recordamos que Suárez no pudo iniciar el encuentro porque tenía que ir al dentista.
El Madrid formó con Areola de portero. Carvajal y José Antonio Camacho en los laterales. Éste último fue una solución de urgencia ante la bajas de Mendy y Marcelo, que no recibieron la no comunicación de la no disputa del partido, y el dúo Ramos Maceda en el centro de la defensa para buscar de una mayor robustez a la par que dominio del juego aéreo y gol. El centro del campo lo ocuparon Casemiro, Kroos, Modric y Fernando Carlos Redondo, para apuntalar el eje y descargar de trabajo al carioca. Arriba formaron Benzema y Hugo Sánchez, ya que Florentino se impacientó con la ausencia de gol y el mexicano siempre está dispuesto a echar una mano a su Real Madrid.
El trencilla fue Antonio Jesús López Nieto, que ordenó comenzar el encuentro con la puntualidad de un inglés que no acude a su cita.
Los primeros minutos fueron de dominio azulgrana, con un Archibald muy incisivo que dejó tres recados en la rodilla maltrecha de Antonio Maceda, que tuvo que ser sustituido al cuarto de hora. En su lugar salió Goyo Benito y acto seguido Archibal pidió el cambio y salió corriendo del campo. A esas alturas del encuentro, Suárez ya había vuelto del dentista y entró al campo con los brackets alrededor del perímetro dental.
A la media hora se adelantó el Barcelona con gol de Stoichkov; una gran jugada del desconocido lateral izquierdo que remató a la red el búlgaro mientras Suárez mordisqueaba a Areola en un acto reflejo de su periodo lactante.
Fueron los peores momentos del Madrid, Camacho estaba más preocupado por el desastre ecológico del Mar Menor y Karim no lograba entrar en juego. En un despiste de Ramos, marcó Rakitic casi ya desde fuera del equipo.
El descanso le vino de perlas al equipo blanco. Estaba muy cansado de no haber jugado la primera parte porque los nervios pueden agotar más que unas carreras. Bajó al vestuario Emilio Butragueño y dio una charla de las suyas, llenas de emoción y potencia que logró levantar al equipo para salir a por todas en la segunda parte.
A partir de este momento fue un monólogo madridista, pero sin gol. Zidane miró al banquillo y decidió cambiar a Hugo por Santillana y a Kroos por Milan Jankovic, que dio una lección de juego y dejó claro en esta no vuelta al equipo que su sí salida del mismo fue un error.
A falta de 10 minutos, Redondo se deshace con elegancia y ayudado por los codos, de una manada de hienas impunes y pasa en profundidad a Santillana que remata cruzado con su cabeza menos mala: la pierna derecha.
El Barcelona reacciona y cambia a Piqué por Alexanco y aprovecha el desconcierto para sacar al campo también a Tazán Migueli sin retirar a ningún futbolista. Pese a la maniobra culé algo fea, una jugada entre Modric y Carvajal termina con un rechace en medio de un tumulto al borde del área pequeña. Por allí aparece de nuevo Charly Santillana y a trompicones empuja el balón a gol un segundo antes de que el colegiado pitase el final del partido. Bajó a celebrar el gol hasta Xabi Alonso, que saltó desde San Sebastián al césped con elegancia y corrió la banda para abrazar a sus excompañeros.
Carlos Alonso Santillana, ya más calmado, festejó con rabia apretando los dos puños y mirando al cielo guiñó un ojo a Juanito y le dijo con sorna: «Juan, vaya excusa más mala has puesto para no venir a jugar».
Una maravilla de comentario a un partido no jugado
Me he reído mucho con lo de la charla de Butragueño, "llena de emoción y potencia"
Jejeje, lo mejor de este no texto al no partido es lo del discurso emocionante y motivador de Butragueño. Lo más inverosímil de una crónica del no partido más largo de los últimos y próximos tiempos. ¿Acabará antes de 2020?
Divertidísimo artículo. Santillana, siempre. Buenísimo lo de Benito. Tenía que haber salido desde el principio. ¿Y Pirri? Seguramente no quiso jugar para darle algo de emoción.
Maceda. Vaya porte imponente tenía y qué gran jugador fue, hasta que le falló la rodilla.
"...y aprovecha el desconcierto para sacar al campo también a Tazán Migueli sin retirar a ningún futbolista. Pese a la maniobra culé algo fea..." Jojojojo.