Encuentra al pirómano

Buenos días. El Clásico previsto para la semana próxima va a tener que ser pospuesto, sin que por el momento exista un consenso en cuanto a la nueva fecha y estando servido el correspondiente quilombo al respecto.

No nos cabe duda de que conocéis las razones por las que esto tiene que ser así. No nos cabe duda de que estáis al tanto de la grave situación en Cataluña, con desórdenes públicos, guerrillas urbanas, cócteles molotov y heridos de consideración. A los disturbios registrados desde el primer día se unieron ayer grupos nazis que agredieron a los de por sí agresivos CDRs, que a su vez siguen quemando mobiliario urbano y perpetrando otras salvajadas, palizas y demás barbaridades. Es una jungla, un panorama devastador.

Todo esto lo sabéis, pero os lo recordamos porque las causas del aplazamiento han desaparecido de las portadas de la prensa deportiva, si es que alguna vez aparecieron. Asimismo, no es que haya desaparecido, sino que jamás apareció por ellas la constatación de un hecho enormemente incómodo pero innegable: uno de los dos contendientes del partido que ha de ser aplazado tiene una parte de responsabilidad en la exaltación del clima que ha antecedido a estos incidentes y por tanto en el hecho mismo del aplazamiento, mientras el otro es completamente inocente y víctima de la situación. Decidnos si encontráis algún rastro de esto en las primeras planas del día, muy especialmente en la prensa cataculé, para la cual el aplazamiento parece darse porque sí, sin una causa concreta, por generación espontánea.

Decimos que la implicación del FC Barcelona en los incidentes es innegable porque alguien lo tiene que decir. Indirecta y sin buscarlo, pero hay una responsabilidad que se deriva del infame comunicado emitido por la entidad, permitiéndose pronunciarse sobre una sentencia judicial en una clásica muestra de la extrema politización de la institución. El Barça no es el único responsable de lo que está sucediendo, por supuesto, y ni siquiera el principal, pero tiene su cuota de responsabilidad. No es por tanto ajeno al hecho de que haya que posponer, a pesar de que eso se desprende de su actitud, plena de exigencias y absolutamente ajena a la menor autocrítica, así como a la actitud de su entorno. Nosotros sí lo decimos: el FC Barcelona no es el único pirómano. No es el pirómano más importante. Ni mucho menos. Pero es uno de los pirómanos.

Nos preguntamos si hay alguien en su entorno que lo reconoce. Nos pregunta sí si hay alguien que lo vaya a tener en cuenta en el que sin duda será espinoso proceso de fijar una nueva fecha. Y nuestro escepticismo al respecto es máximo.

Tampoco As, como veis, hace alusión alguna al hecho de que el Barça sea no solo afectado, sino en alguna medida culpable del asunto. Nos da una portada atinada en lo conceptual, brillante incluso, con el hallazgo de usar un mosaico de grada que informa del aplazamiento. Todos sabemos que esos mosaicos, antes de los Clásicos, así como en otros muchos partidos y obviamente auspiciados por el club, dicen habitualmente cosas muy distintas, al alimón con pancartas insultantes e inconstitucionales que contribuyen a crear el caldo de cultivo perfecto que desemboca en el caos que por desgracia está viviendo Cataluña, con la ciudad de Barcelona a la cabeza.

Puestos a desmarcarse de señalar que uno de los afectados por el aplazamiento es asimismo uno de los culpables, Marca se va hasta Mallorca, de donde además nos trae una entrevista con Kubo que por lo demás es estupenda.

Y el panorama es el que es: el Clásico se ha extraviado en el calendario sin que nadie se anime a subrayar la parcial culpabilidad de uno de los contendientes.

Pasad un buen día.