El refranero tiene lagunas importantes. Por ejemplo, os puedo asegurar que, muerto el perro, no se acabó la rabia. Hablo en sentido figurado con lo del perro y lo de la muerte, gracias a Dios, pero me parece que en la acepción más literal cuando hablo de la rabia, pues solo la rabia más incontenible puede mover a alguien a continuar arrojando vitriolo sobre un futbolista del Madrid una vez ha finalizado su carrera en el club. Solo eso, una suerte de rabia post-mortem que a mí me cuesta horrores entender, ha podido mover a Antonio Hualde a escribir esta despedida a Gareth Bale y a hacerlo, además, cuando ya todos habíamos cerrado el casillero de los adioses al galés. Yo, por ejemplo, critiqué en su momento a Casillas, pero en el momento en que se despidió como jugador del club pasé a tener presente única y exclusivamente lo bueno y dejé de remover resquemores. Me parece la única conducta posible pero no desde un punto de vista moral. No pretendo dar lecciones a Antonio ni a nadie. Es que es la única que se me ocurre cuando un jugador deja de estar en activo con nosotros. Por muy mal que te caiga, agradeces los servicios prestados y pasas página.
Antonio Hualde es amigo mío desde hace treinta años, o los que sean. A los amigos se les quiere con sus cosas, máxime si sus cosas (en este caso, la fobia de Antonio a Bale) han nutrido el portal que edito de artículos discrepantes con la línea editorial general de la publicación, lo que siempre aporta variedad e interés. Me gusta que la gente se asome a La Galerna sin saber exactamente qué va a encontrar. Antonio ha contribuido enormemente a ello, y se lo agradezco de corazón. Mientras de mí dependa, lo seguirá haciendo.
Ahora ha decidido despedir a Bale con una salva de fuegos artificiales de estiércol, cosa que como digo no puedo entender pero que, en aras de la pluralidad, no he tenido más remedio que publicar en la Galerna. De todos los textos furibundamente antiBale que nos ha enviado Antonio, este es el que más me ha costado publicar, no porque sea el más hiriente, que no lo es, sino por lo pasmosamente inoportuno del momento. Que la bilis se imponga a la gratitud (o, si o no hay gratitud, al silencio) cuando alguien objetivamente importante deja el club, es cosa que me supera.
Vamos a recordar qué nos dice Antonio.
"Ahora que Bale se ha ido, toca hacer balance de nueve años muy importantes en la historia del Real Madrid. Historia de la que, mal que nos pese a muchos, él forma parte. No en vano, su concurso fue vital en una final de Copa y dos de Champions. Ha marcado goles tan decisivos como espectaculares, mostrando una calidad al alcance de muy pocos. A diferencia de otros deportistas, jamás se le ha conocido affaire nocturno alguno, mostrando en esta faceta un cuidado personal exquisito. Y ha amortizado con creces el coste de su fichaje".
-"Historia de la que, mal que nos pese a muchos, él forma parte". ¿Qué mal te pesa exactamente, Antonio? ¿Que un tío que te cae mal -aunque no le conozcas- te ha hecho inmensamente feliz, y que el hecho objetivo de que haya ganado 19 títulos (entre ellos 5 Champions, fundamental en 3 de ellas) te viene fatal para el artículo? No comprendo en virtud de qué eso es un mal, ni mucho menos un mal que pueda pesarte, siendo el grandioso forofo del Madrid que eres.
-No en vano, su concurso fue vital en una final de Copa y dos de Champions. ¿Dos de Champions, Antonio? Me pregunto en cuál de las tres Finales que vienen a la mente te parece que Bale no fue vital. ¿Es el cabezazo de Lisboa, tras un grandioso partido por su parte, el que no te parece vital? ¿Es la chilena de Kiev la que te inspira un "mñe" finalmente desdeñoso? ¿Es la prórroga que jugó cojo en Milán tras ser el mejor del partido en la Final y en la semifinal contra el City, es el penalti que tiró cojo en la tanda el que no te parece que merezca el calificativo de vital? Tu cicatería a la hora de reconocerle méritos es intriguing to say the least.
-"Ha marcado goles tan decisivos como espectaculares, mostrando una calidad al alcance de muy pocos". Hombre, menos mal. En este primer párrafo concesivo (podría ir encabezado por un enorme AUNQUE), hay una frase limpiamente laudatoria. También halaga a continuación, cuando pondera la impecable vida personal del galés. Menos mal, ya digo. Tras estas concesiones que Antonio lleva a cabo a regañadientes, en plan "para que nadie diga que", se ocultan aunque parezca mentira momentos de incalculable dicha no solo para el conjunto de madridistas, sino para el propio Antonio también. Antonio coge algunos de los mejores recuerdos de su vida como futbolero, los que tienen a Bale por protagonista, y muy serio los categoriza, los mete en el arcón desapasionado de un arranque de artículo lejanamente condescendiente hacia ese hombre que le ha hecho feliz. ¿Cómo puede?, os preguntaréis quizá. No tengo otra respuesta que la perplejidad, lo siento.
La marcha de Gareth Bale es buena. Para todos. En primer lugar, para él mismo, por cuanto el galés hace ya tiempo que no estaba en el Madrid. Sí en Madrid, ciudad en la que vivía divinamente con sus 30 millones de euros anuales y en la que entrenaba para estar en forma con su selección. También para el club, que libera la ficha más alta de la plantilla, y para un vestuario que no va a echarle precisamente de menos. De hecho, el galés no deja un solo amigo en un equipo que, como ha podido verse, es una piña. Fue significativa su ausencia en las celebraciones de la Liga, así como su apatía —alguien con mando en plaza debió decirle que tenía que estar— en las de la Champions. Buena prueba de ello fue el sentido homenaje que sus compañeros le tributaron a Marcelo, y la cariñosa despedida —homenaje a fin de cuentas, aunque de perfil más bajo— a Isco. A Bale, nada de nada. Normal.
-"La marcha de Gareth es buena. Para todos". Nada que objetar. La marcha de Bale es especialmente buena para esos que Antonio llamará luego despectivamente "ultraBale", que son los primeros interesados en que acabe este sindiós, un calvario que consiste en ver cómo su admirado ídolo iba convirtiéndose, poco a poco, en el cumplimiento de la profecía autocumplida más triste del mundo, en el pasota que desde el principio le acusaron de ser sin ninguna razón. Que los últimos años de Bale han sido tristes es un hecho. Que toda la culpa sea de Bale, como Antonio asume como premisa de partida en todo momento, es algo muchísimo más dudoso.
-"...el galés hace ya tiempo que no estaba en el Madrid. Sí en Madrid, ciudad en la que vivía divinamente con sus 30 millones de euros anuales y en la que entrenaba para estar en forma con su selección". Antonio no es precisamente podemita, pero cuando le hablan del dinero que gana Bale se vuelve trotskista. Está OK con las reglas del libre mercado y con el hecho de que haya gente a quien, con arreglo a las leyes de la oferta y la demanda, se le pague tanto dinero como indique el cruce de ambas fuerzas. El liberalismo le sirve para todos... excepto para Bale. Jamás se le ha oído emitir una queja sobre el dineral ("morterada", suele decir él) que ganan o han ganado futbolistas de quienes sabemos que practican deportes mucho más de riesgo que el golf, o que frecuentan la noche del modo en que Hualde reconoce que Bale nunca ha hecho, o que se ponen como ceporros a ojos vista, en abandonamiento físico con luz y taquígrafos. Sobre lo que ganan estos, algunos compañeros de Bale durante muchos años, a Antonio nunca le hemos oído decir nada, como no se lo hemos oído, en honor a la verdad, a casi nadie dentro de la prensa deportiva nacional, tal vez por ser dichos futbolistas conciudadanos de dichos reporteros. Por lo demás, Antonio consigna la cifra en bruto para que suene a mucho más gorda de lo que al final es, así como pasa por alto los muchos millones que Bale ha entregado para la comunidad en la que aún vive, en particular a hospitales madrileños para la lucha contra el Covid. Eso no interesa en sus cálculos, ni lo tendrá en cuenta más tarde cuando hable de "desprecio" hacia dicha comunidad por parte del británico.
- "...su apatía —alguien con mando en plaza debió decirle que tenía que estar— en las (celebraciones) de la Champions". Apatía. Antonio lo sabe bien. No le preguntéis a Bale, preguntad a Antonio. Si alguno creyó ver un deje de tristeza o melancolía, no es engañéis: era apatía. Si alguno quiso entrever simple timidez, aun siendo conocida dicha condición en el galés, que no sea benévolo: era cien por cien apatía. Si hay incluso quien interpretó en la seriedad del chico un apunte de arrepentimiento ante las cosas que sin duda ha hecho mal, un examen de conciencia ante el contraste evidente entre la despedida a Marcelo y la suya, sepa que se equivoca también. Era apatía, única y exclusivamente, la misma que nadie "con mando en plaza" fue capaz de hacerle ocultar. Antonio lo sabe bien, y como él lo saben todos los que han acusado de eso mismo desde el momento en que entró por la puerta, todos los que necesitan que los futbolistas cuenten chistes o toreen o hablen de cara a la galería porque este no es negocio para tímidos, ni para tipos tan genuinos que no temen desdeñar las redes sociales como vehículo general de comunicación (más adelante tomará Antonio los tuits de Gareth como medidor infalible de sus sentimientos, como si los que no tienen redes sociales no fueran tan capaces de albergar sentimientos como los que no paran de soltar trinos y retuits. Tuiteas poco sobre el Madrid, ergo no quieres al Madrid. Así, sin más matices).
Los “ultraBale” se quejan de que al pupilo de Barnett la prensa le ha tratado mal. Personalmente, dudo que los palos que han recibido los antes citados Isco y Marcelo hayan sido menores. El propio Benzema ha tenido que sufrir críticas durísimas dentro y fuera del terreno de juego. Y Nacho, y Militao, y Vini, y tantos otros. Pero, lejos de esconderse tras las faldas de sus representantes, han dado la cara y se han acercado a una afición que hoy les adora. Bale, por contra, ha concedido una entrevista en nueve años. Una. Al diario El Mundo. Eso sí, cada vez que iba a su país se explayaba todo lo que callaba aquí —y no será que la prensa deportiva británica es menos corrosiva que la nuestra—. Sólo Jesús Bengoechea le ha oído hablar español. Su profundo desprecio hacia unos aficionados con quien jamás ha tenido el más mínimo gesto de afecto es de todo punto incomprensible. ¿Que hay periodistas con el colmillo retorcido? Claro. Pero ¿todos? Además, ahí estuvieron las redes sociales, medios británicos o el propio club para decir lo que considerase oportuno.
-"Personalmente, dudo que los palos que han recibido los antes citados Isco y Marcelo hayan sido menores". Hay cosas que dice Antonio que no deben afrontarse con afán de debate, sino con el mero afán de saber más sobre él. De saber, por ejemplo, dónde se he metido los últimos nueve años. Quiero decir, yo sí sé dónde se ha metido porque es mi amigo. Se ha metido en llevar una vida honorabilísima, en ser un buen marido, un buen padre, un buen hijo y un amigo leal de sus amigos. Pero quien no le conozca y le lea estas cosas considerará indubitablemente que se los ha pasado metido en una gruta ignota del Pirineo aragonés. Hace muy bien Antonio en no estar todo el día pendiente de lo que escribe y dice la prensa deportiva, eso que gana su salud mental, que es intachable, pero creo muy sinceramente que si se pone a glosar las tendencias en dicha prensa debe reconocernos una ventaja a los que escribimos todos los días el puto portanálisis.
-"Sólo Jesús Bengoechea le ha oído hablar español". Querido, te agradezco mucho que me atribuyas méritos que no me corresponden, nunca está de más un poco de loa completamente errada, pero no he tenido más privilegio que los muchos miles de aficionados que acudieron a su presentación (1:50 en adelante) o la vieron por la tele, o los muchísimos otros miles que le escucharon en Real Madrid TV en alguna ocasión. Bien es cierto que han sido muy pocas veces, pero es sabido, y confirmado por muchas fuentes, entre ellas Odriozola en esta entrevista en La Galerna, que Bale habla español razonablemente bien. Simplemente, no quiere usarlo públicamente por desconfianza hacia la prensa (no se le puede culpar viendo cómo le trataron desde el minuto cero) o por lo que antes decíamos: timidez. Miedo. ¿Cuánto crimen hay en el miedo? Insiste Antonio -lleva así lustros- en la falta de respeto hacia quien habla español que comete quien no lo habla (insisto) públicamente. Yo, por ejemplo, no conduzco. A través de esta omisión ¿falto al respeto a quienes sí lo hacen? ¿Sería mejor que yo condujera, como sería mejor que Bale hubiera hablado públicamente más veces en español? Seguro. ¿Me habría beneficiado conducir, como a Bale le habría venido bien hablar con Lama cual Fernando Lázaro Carreter? Ya lo creo. Pero hasta ahí. Ni "profundo desprecio" ni leches marineras, Antonio. Le da miedo. Le impone. Ya está. Dejadle en paz con esto ya, sobre todo ahora que se ha ido y puede hablar por fin en lo que estime conveniente.
Bale ha preferido ser un jugador de bandera, la famosa de Gales y aquel bochornoso episodio que le retrata como persona. Se ha negado a que los seguidores madridistas le conozcan, le lean o le escuchen porque jamás le han importado lo más mínimo. Si alguien quiere saber sus preferencias, que eche un vistazo a su cuenta de Twitter y cuente las publicaciones de Gales o golf frente a las del Real Madrid. Sí, la bandera lo dejaba muy claro. Tanto como lo que significa borrarse de partidos cruciales o no querer celebrar con sus compañeros la última Liga conseguida sin él. Ni el Atleti lo quiso, pese a haberse ofrecido. Por algo será.
-"...la famosa de Gales y aquel bochornoso episodio que le retrata como persona". Yo debatí con periodistas británicos, en BBC Wales Radio, sobre el incidente de la bandera, y mi postura no era precisamente la de defender a Gareth. Ahora bien, de censurarle aquello a dar por hecho, como se infiere de ti y de otros muchos, que la bandera poco menos que la escribió él y poco menos que la puso ahí él, hay una distancia más larga que el Severn Bridge. La leyenda de la bandera satirizaba unas manifestaciones idénticas de Mijatovic, quien conociendo a Bale tanto como Antonio Hualde se permitió aventurar esas prioridades en la vida de Bale, lo de "Wales. Golf. Madrid. In that order". No dejará nunca de llamarme la atención que Hualde, Mijatovic y tantos otros conozcan como la palma de su mano a un hombre que para mí -que por lo menos conozco a su familia- es un misterio absoluto. Pero Hualde nos dice muy serio que "aquel bochornoso episodio le retrata como persona". Para decir que algo retrata a alguien es preciso conocer a ese alguien, ¿no? En realidad, el centro de mi defensa a Bale (que nunca fue un cheque en blanco, pues al final se quebró en buena parte) no ha sido siempre más que un grito exasperado. Pero ¿no se dan cuenta de que ustedes no saben absolutamente nada sobre este tipo? ¿No será, precisamente, que lo que les irrita es ese misterio, que ustedes preferirían tener a Bale abierto en canal en la mesa de operaciones porque eso es lo que tenemos el presunto derecho de hacer con los famosos, y que si ese famoso no se me abre ni habla mi idioma para mí es mucho más cómodo asumir que es un indeseable? ¿No será que Hualde (y otros muchos) consideran legítimo poner a parir a quien les niega la prerrogativa (que se autoatribuyen) de merecer saberlo todo sobre el ídolo, a menos que quiera correr el riesgo de que Hualde le bale del pedestal? Sucede que Bale nunca ha sido así. Bale ha preferido siempre meter el gol que nos da la Copa de Europa y encaminarse hacia su casa, cerrando la puerta por dentro y dejando a los cotillas rabiosos en el umbral. ¿No será eso tan vintage lo que no se le ha perdonado nunca?
-"... borrarse de partidos cruciales". Sí, todo hace entender que lo ha hecho, y si no lo ha hecho jamás se defendió de la acusación. Esto es grave, y por eso me bajé de su defensa, a la que ahora vuelvo a sumarme por el mero afán de compensar la ruindad de ataques así cuando se va, cuando ya se ha ido, cuando ya le hemos despedido. Ruindad, sí. Antonio Hualde no tiene nada de ruin. Nada en absoluto. Por eso me extraña tanto que ahora se haya comportado como si lo fuera.
-"Ni el Atleti lo quiso, pese a haberse ofrecido. Por algo será". Aquí tenemos a Antonio, nuevamente, elevando a la categoría de dogma el rumor malintencionado. ¿Se ofreció Bale al Atleti? Necesitaré pruebas para creerlo. No tengo ninguna. Hualde tampoco.
Mi amistad con Antonio Hualde es en este momento un reflejo de la actitud que considero que el madridismo, con independencia de filias y fobias, debe tener hacia Gareth Bale. Debe pasar página. Pasémosla también tú y yo, Antonio. Estoy agotado. Un abrazo.
En mis sesenta y cinco años de madridista nunca vi un ataque tan injustificado contra un jugador,y, además,tan fácilmente jaleado por una parte de eso que se autodenomina como madridismo.
No conozco personalmente a Bale, pero el calvario que,sin justificar y faltando a la verdad,le ha hecho padecer esa prensa deportiva,todos ellos holgazanes del pensamiento y feroces defensores de restaurantes regalados,es casi inhumano. A un futbolista cuyo mayor delito fue luchar hasta el final para poder fichar por nuestro,suyo también,Real Madrid.
Estaba cojo, herniado, lesiones ficticias, sólo le faltó ser el primer galés con embarazo psicológico.
Ser madridista,a mi entender,es criticar a los nuestros,pero, siempre, defenderlos de todos esos que no serán nunca capaces de sentirse madridistas.
No exijamos la perfección profesional, independientemente del sueldo,sin escuchar los gritos de auxilio que nunca supimos oír.
El Real Madrid debería luchar con mas vehemencia por los profesionales que trabajan en el club. Pero esos intereses comerciales,en muchas ocasiones, impiden ejercer esa dura tarea.
Simplemente espero,y deseo,que se sepa valorar en su justa medida a un grandísimo jugador llamado Gareth Bale,y dejemos de juzgarle como persona.
Ah,y para jugar en el REAL MADRID no es imprescindible haber nacido en España ni,por supuesto,ser dadivoso regalador de cestas navideñas. Ni confidente de juntaletras y analfabetos de oratoria.
Vaya con Dios, Gareth Bale.
Buenas tardes a todos
He escrito en alguna ocasión que hoy en día el ingresar en La Galerna solo lo motiva la lectura de los artículos del sr Guasch y un poco menos los de don Jesús. La lectura de este artículo explica por qué lo que he escrito me sigue pareciendo razonable.
Supongo que el futuro futbolístico del sr Bale puede no llegar a ser muy exitoso para él y será algo que no me hará precisamente muy feliz. Me gustaría que llegue a ser muy exitoso. Qué puedo decir...que alguien "diga" que le parece más importante el golf que un equipo de fútbol me parece muy apropiado.
Que haya madridistas que justifiquen a Bale me parece algo incomprensible, los últimos años han sido un burlarse del club que tan bien le pagaba que me parece un perfecto ejemplo de lo que no tiene que ser un profesional en cualquier oficio al que se dedique, un perfecto parásito.
La clave de todod esto, para mi, es lo que indica Jesus en cuanto a que no sabemos nada de nada. No tenemos informacion pero hablamos como si lo supieramos todo. Y hablamos desde nuestra antipatia hacia la persona.
Bale se ha ido. Y les ha dejado igual de ignorantes. Y como a Bale no le ha importado un pepino lo que digan de el, les molesta y carcome el higado. Solo asi se explica el “articulo” del Sr. Hualde.
El artículo me parece oportuno , justo ,honesto y escrito desde el corazón ( ya sabemos que las emociones se perciben en el cerebro ).
Y es una bonita manera de sellar una amistad .
Yo pienso que,debido a su peculiar carácter,Bale ha sido un jugador incomprendido,por alguno de sus compañeros,por algunos de sus entrenadores,en particular ZZ,y por una afición demasiado pendiente de tabloides de baja estafa.Por más que digan ha sido un gran jugador en nuestras filas,con sus momentos de apatía sí,pero debemos entender que a muchas personas,cuando no se sienten queridos les cuesta horrores motivarse.
Como bien dice Bengoechea,quedémonos con lo bueno.
Estofa,perdón
Síndrome de Estocolmo en su más pura esencia. Quizás los que hemos criticado a Bale por su grandísimo rendimiento deportivo y su excelente comportamiento profesional y humano durante 3 o 4 añazos, es que estamos viviendo en una realidad paralela tipo Matrix???
Los pájaros disparando a las escopetas.
Estupenda réplica. Absolutamente vilipendiado Sir Gareth Bale. Genio.
Cada día entiendo menos este fenómeno de dorar la píldora a un sinvergüenza que se ha reído del club que le ha pagado (mucho) durante varios años.
¿Que Bale ha sido uno de los 5 mejores jugadores del mundo durante algunos pocos años? - Sí
¿Qué parece que ha llevado una vida ordenada y no ha descuidado su físico? - Sí
¿Que ha tenido muy mala suerte con las lesiones recurrentes? - Sí
¿Que ha sido atacado injustamente al principio de su estancia en Madrid? - Sí
Nada de eso justifica su actitud de los últimos años en los que ha hecho burla del club que le paga, lo que es de pésimo profesional y peor persona. No es necesario que la idea de la bandera fuera suya ni que la tricotase con sus propias manos, posar con ella sonriente es de un descaro y falta de ética asombroso antes el cuál algunos miráis deliberadamente hacia otro lado.
Y qué decir de su manera de borrarse de los partidos del Madrid para estar 3 días más tarde en perfecto estado con su selección. O de permitir que su agente insulte repetidas veces a la institución y a sus aficionados sin decir nunca esta boca es mía.
Correr un [es]tupido velo sobre todo esto me resulta incomprensible en personas con criterio. No digo que haya que seguir con el debate un día sí y otro también pero me parece mucho más entendible la postura de los que continúan atizándole que la de los que enarbolan el pendón ya triste y caído del "Wales, golf, Madrid. In that order."
Volviendo al mencionado refranero español, me viene a la cabeza si no un refrán, sí un dicho popular que habría que ampliar para la ocasión: "cornudo, apaleado y felizmente entusiasmado".