Lo más bonito que le han llamado a Gareth Bale desde que osó venirse al Real Madrid es "herniado"; de ahí para abajo. Los maledicentes, incluso, le retratan como un hombre solitario y que va a su bola. Aun así, el solitario que va a su bola, el herniado, concluye todos sus partidos, buenos o malos, exactamente con la misma rutina: aplaudiendo al público, estrechando la mano de sus rivales y felicitando a los árbitros. Y la mayoría de las veces lo hace... en solitario, sí, en solitario. Incluso de las proezas de Bale, que tiene él solito a Gales a punto de clasificarse por primera vez en su historia para una fase final de la Eurocopa, se extraen cosas negativas: el reto consiste en ser tan importante en el Real Madrid como en su selección. Y eso es imposible: Bale es probablemente el mejor futbolista galés de la historia y en el Real Madrid están los mejores jugadores del mundo; aquí tiene rivales, entre comillas, mientras que allí todos juegan para él. Por ejemplo, Neil Taylor: un pase suyo al cielo de Chipre fue transformado por Bale en un golazo con la cabeza que cerró el 0-1 y, casi, casi, la clasificación para la próxima Eurocopa. Lo tiene más fácil Gales en su grupo que España en el suyo, con eso lo digo todo.
Bale, el de la hernia, arranca su tercera temporada con el Real Madrid. La primera fue extraordinaria desde todos los puntos de vista, y eso que le amenazaron desde el primer momento con la maldición de los jugadores procedentes del Reino Unido. Aún así, Bale marcó el gol más fantástico que recuerdo en una final de la Copa del Rey y cerró La Décima con otro tanto, el segundo, también de cabeza como el de Chipre, que abortaba definitivamente cualquier ilusión por parte del bando atlético. Puesto que su primera temporada fue sensacional y en vista de que no podían tomarla con James (que a pesar de que venía a España para engrasar negocios para ACS en Colombia, tuvo un espectacular debut en la Liga), con la segunda disfrutaron los Tattaglia, que salivaban pensando en Bale, el de la hernia, volviéndose para casa, con la cabeza gacha y el rabo entre las piernas. Si no lo ha hecho ya, según ellos, es porque es el ojito derecho del presidente Pérez. ¡Como si estuvieran descubriendo algo nuevo! ¡Claro que es su ojito derecho, por eso pagó lo que pagó por él!...
En dos jornadas de Liga, Bale, el de la hernia, ya ha marcado dos goles y ha dado una asistencia. Sus números, ¡menuda coincidencia!, son exactamente los mismos que los del futbolista colombiano que llegaba a España para engrasar negocios en Colombia. Pero los Tattaglia esperan ansiosos su próxima acometida. Si, pudiendo ocultarlo como han hecho otras veces, en el As destacaron el otro día el golazo de Bale fue por el simple hecho de que quieren enfrentar el liderazgo de Gareth en su selección con el papel menos protagonista que interpreta en su club. Por ahí irán los tiros seguro, y lo digo hoy, 7 de septiembre de 2015.
Bale, el de la hernia, es un futbolista único e irrepetible. No es sólo que sea un jugador de fútbol de un nivel estelar, no, sino que además soñaba (él sí) desde que era un niño con vestir la camiseta del Real Madrid. El trato dispensado a Bale, el de la hernia, hasta ahora por sus propios aficionados es muy deficiente. Si hubiera que examinar a la afición merengue, del 1 al 10 sacarían un 2 con Gareth Bale, el de la hernia. Y, aún así, pese a ello, ni un gesto, ni una mala palabra, aplausos al final de cada partido. El otro día concedió una entrevista a Real Madrid TV y dijo sentirse muy querido y fenomenalmente bien tratato: ¿De qué planeta viene este tío?...
Espero y deseo que la afición madridista reaccione a tiempo. Espero, deseo... y dudo. Tengo dudas, sí. Y coincido punto por punto con lo dicho por Florentino Pérez el otro día. Yo también tendría miedo a que, viendo el trato dispensado por muchos periodistas y unos cuantos seguidores, futbolistas importantes no quisieran venir aquí. Bale, el de la hernia, sería un dios en cualquier otro sitio. En el Barça, que le pretendió en su día, sin ir más lejos. Bale, el de la hernia, está llamado a convertirse en muy poco tiempo en el jugador franquicia de este club. Y hay que estar muy cegato o ser excesivamente influenciable para no darse cuenta de ello.
No puedo estar más de acuerdo. Es un jugador como la copa de un pino que nos dará mucho. Y los jeiters, a mamar.
El futuro del Madrid para los próximos 3-4 años pasa indefectiblemente por las figuras de Gareth Bale y James Rodríguez.
El trato que la prensa, la caverna catalana pero sobre todo la presuntamente madridista, ha sido infame, miserable y digno de ser estudiado en las Facultades de Periodismo española, dentro de la asignatura de Deontología Profesional, si es que existe...
Le han acusado de todo lo habido y por haber. Su precio -tasado falsamente de forma indefectible a modo de "tarifa plana" en 100 millones de euros- es otra de las grandes mentiras, como la de la famosa hernia. Hecho por el cual el otrora diario madridista Marca (Marça desde la llegada de Oscar Campillo en 2011) aún no ha tenido la vergüenza de pedir perdón...
Es el paradigma de la doble vara de medir de la prensa, que traga como un potito su bebé y no discute los 57 millones de euros de Neymar (y punto) pero se inventa el coste del fichaje de Bale y encima ningunea su rendimiento.
Cuando lo hace mal, le atizan como a una estera y cuando lo hace bien, no reconocen nada y se amparan en su coste y su rendimiento no se valora porque total, es lo mínimo que se espera de un jugador de 100 millones de euros. En cambio, es repugnante cómo se licúan con cada acción de Neymar, por discreta o en algunos casos, ofensiva, que sea...
Ahora bien, cada gol, cada jugada, cada carrera, cada regate y cada asistencia del galés es una espada que se le clava cada vez más dentro a toda esta jauría de Relaños, Segutrolas, Valdanos y demás "hermanos mártires", que trasladan sobre el trasero del galés las coces que querrían darle a Florentino Pérez, su verdadero objeto de deseo de caza...
Salu2
Estupendo artículo Sr. Rodriguez. digno de ser impreso y repartido por la grada del Bernabeu. Grada del Bernabeu de la que no hay que esperar demasiado. Una buena parte de esa grada, el fútbol lo ve con las orejas. Hace más caso a segurolos, ronceros, mongolos, palomares y caridades que a lo que ven sus ojos. Al igual que los analfabetos funcionales, saben leer y escuchar pero no saben interpretar lo escuchado ni comprenden lo leído.
En pie ovacionando este post. Excelente respuesta que suscribo del punto a la raya...
Lo lamentable es que, mientras esa parte de nuestra afición borreguil se siga alimentando de semejante comida basura, debemos perder toda esperanza de cambio. Porque además, esa afición se seguirá considerando a sí misma sabia...
Saludos
Buenos días;
Muy buen artículo Sr. Rodríguez, para mi es un deportista y un jugadorazo, dicho esto, no he podido leerlo antes, lo que iba a comentar se me ha adelantado Javier Pérez, estoy totalmente de acuerdo con tu comentario.
Un saludo
Comentario duplicado. Sorry 🙁