Bale, como si nada

Buenos días. La portada de Ouija Daily correspondiente al día de hoy, 4 de octubre del año del Señor 2018, es sumamente relevante en lo que tiene de denuncia insobornable. No por lo que dice de Luis Enrique y Jordi Alba, sino por el comentario en el espacio superior dedicado al Real Madrid. Resulta, amigos, que ahora a Gareth Bale, al gran fracaso de Florentino, al hombre que sólo ha ganado 4 Champions Leagues, 3 Mundiales de clubes, 2 Supercopas de Europa, 1 Supercopa de España, 1 Liga y 1 Copa del Rey, al hombre que se lesiona con premeditación y alevosía, al hombre que en palabras de Roncero se está “riendo del Madrid” no se le ha ocurrido otra cosa que volver de una breve lesión, y encima ha vuelto (he aquí el crimen imperdonable, amigos) “como si nada”.

Esto ya es el acabose, o (parafraseando al gran Quino) el continuose del empezose de Relaño. Este galés desleal a su club y al rico idioma castellano no sólo se lesiona con frecuencia y dolo sino que, por añadidura, ahora le da por volver de esas lesiones “como si nada”. Con lo poco que le costaría volver de sus lesiones como si algo, que es como vuelven de sus lesiones las personas de bien.

¿Y cómo vuelve uno de una lesión como si algo?, se preguntarán algunos lectores cuyo anonimato preservaremos generosamente. Almas de cántaro. Volver de una lesión como si algo es volver de una lesión habiendo recibido con carácter previo el preceptivo permiso de Relaño. De igual modo que un jugador que sale del campo en camilla no retorna al mismo hasta que el colegiado da su permiso, nadie mínimamente cabal se reincorporará al mundo tras lesión o enfermedad sin el visto bueno de Alfredo, porque os guste o no Relaño es el árbitro supremo de cuanto acontece en el Real Madrid y su entorno.

En La Galerna, sin ir más lejos, ningún colaborador finaliza una baja médica sin antes cumplimentar la correspondiente instancia a Relaño. Motivo de la baja, motivo del alta y resto de variables relevantes. No sería la primera vez que un colaborador de La Galerna vuelve a escribir tras una gripe y por descuido lo hace como si nada, es decir, sin permiso de la instancia superior. Os ahorraremos el recuento de las macabras consecuencias.

Volver de las lesiones como si nada es algo que está muy feo y muy penado. Algo que solo se le ocurre, en definitiva, a un guiri encoletado y fracasado como el que nos ocupa. A ver si, también como si nada, se le va a escapar un pescozón a Supercroqueta. Las cosas o se hacen como si algo o no se hacen. Es posible, como dice Marca, que con dicho galés vuelva el gol que se nos resiste, pero quién anhela la vuelta del gol si dicha vuelta tiene lugar como si nada.

En serio ahora. Todo en Relaño y As es tan abrumadoramente funcionarial, todo tan llevado por una mente de chupatintas del fútbol, que casi casi duele. Para ellos nada puede pasar como si nada y todo tiene que pasar como si algo. La Ouija es sobre todo papeleo, burocracia, red tape. Nada puede suceder como si nada, y menos que nada la felicidad, que es florentinismo. Es esa mentalidad capaz de desdeñar a un tipo que resuelve finales con goles estrosféricos porque falta al trabajo con demasiada frecuencia y no fichó en la oficina el día del Levante. Es todo así.

En cuanto a la prensa catalana, a ver si se os ocurre de quién habla hoy, no sabemos si como si nada o como si algo.

Sí, un poquito de Arthur para desintoxicar,
pero cómo no volver a referirse a Leo Messi si Messi es “Míster Champions”. Habéis leído bien, caros galernautas. “Míster Champions”.

Si a un tipo que, por excelente jugador que sea, hace tres años que ni se acerca a la Champions se le puede llamar “Míster Champions”, ¿qué habrá que llamar a tipos como Keylor, Carvajal, Marcelo, Varane, Ramos, Benzema, Cristiano, Kroos, Modric, Casemiro, Isco o el propio Bale, que han ganado las tres últimas? ¿“Míster RecontraChampions”?

Con todo, preferimos quedarnos rumiando la penúltima genialidad de Relaño. Como si nada. Un poquito vergonzante. De aquella manera. Las coletillas de Alfredo nos acompañarán siempre, allá donde vayamos, como esa canción de amor que alguien nos entonó al oído en las noches estrelladas, así, como si nada, la quiero a morir.

Pasad un viernes decididamente apelotante, hermanos.