Este era el título de una afamada serie de TV que se emitió a principios de los años 70. La trama giraba en torno al mundo periodístico. Investigaciones acerca de las corruptelas, en las que se mezclaba la intriga con las aventuras y la acción. Los protagonistas eran tres: los actores Tony Franciosa, Robert Stack y Gene Barry.
Otra serie de corte parecido se tituló “Investigación”, que la recuerdo mejor porque se emitió algo más tarde, aunque yo aún era un niño cuando la veía. En ésta se trataba de realizar diversas misiones peligrosas ayudados por una sofisticada tecnología, casi de ciencia ficción para la época.
Los protagonistas también eran tres: Doug McClure, Hugh O’brien y de nuevo el pluriempleado Tony Franciosa.
Ambas series se emitían en la única televisión de España una vez a la semana y tenían una peculiaridad, que pocas veces después (o puede que ninguna) se ha repetido: Los tres protagonistas no actuaban juntos en los episodios (al estilo por ejemplo de Los Ángeles de Charlie), sino que cada semana era solamente uno de ellos quien protagonizaba el episodio en cuestión…
Se podría decir, por lo tanto, que “Audacia es el juego” e “Investigación” fueron pioneras en el tema de las rotaciones en cuanto a series de TV se refiere…
Te podía caer mejor un determinado actor que otro, pero lo cierto es que las dos series contaban con la suficiente intriga y emoción en cada episodio, como para estar deseando que llegara el día indicado para sentarte ante el televisor y disfrutar de ellas independientemente de quién fuera el actor protagonista esa noche, pues cada uno de ellos tenía su propio encanto y su propia personalidad.
Todo este rollo relativo a la TV del Pleistoceno (a los más jóvenes les sonará incluso al Cretácico), viene a cuento de lo que puede llegar a ser, a esos efectos, el Real Madrid de Zidane esta temporada, con sus previsibles numerosas rotaciones.
Cada cual puede tener su jugador favorito. Unos se sentirán más cómodos viendo sobre el campo a Modric que a Kovacic. Otros preferirán a Asensio más que a Bale. Otros a Ramos antes que a Nacho. Y así en todas las posiciones.
Pero como todos los integrantes de la plantilla son muy buenos (aunque todos tengan su propio encanto y su propia personalidad), nos acostumbraremos fácilmente a esas rotaciones. Y estaremos impacientes porque llegue el día indicado para cada partido y sentarnos ante el televisor a ver cómo los protagonistas del Real Madrid, sean lo que sean, resuelven esas complicadas y emocionantes misiones futboleras.
El problema es que los periodistas deportivos se acostumbren a ello y ni pueden ni quieren. Necesitan su visión maniquea que les hace más fácil y cómoda su debate permanente. Porque esa es otra, hay que hacer debate con el RM siempre, y en sus enfermizas y obsesivas mentes el debate debe ser polémico para ser interesante, de ahí sus exageradas, vehementes y drásticas opiniones basadas en su creencia, sensación, imaginación para avivar el sempiterno debate. Debates que no hacen con los demás. El sempiterno doblerasero contra el RM.
No quieren acostumbrarse porque e smás cómodo polemizar con quién se merece ser titular y por eso necesitan esa distinción de titulares y suplentes, así siempre tendrán excusa para clamar injusticias de distribución de minutos. Es como los distintos esquemas y dibujos tácticos que realiza el RM, a pesar de que ZZ ha dicho por activa y pasiva que adoptan varios a lo largo de un encuentro, ellos, los periodistos, están más cómodos enfrentando el 4-4-2 con el 4-3-3.
La consecuencia de este grave problema de mala leche de los principales y grandes medios deportivos (cope, ser, ondacero, radiomarca, mediaset, as, etc.) es que generan opinión con sus perversas, torticeras, insidiosas opiniones y crean el caldo de cultivo entre sus usuarios, público, espectadores, ciudadanos, víctimas al fin y al cabo, que malmete y desprestigia a jugadores, directiva, club, incluso seguidores.
Tela.
El enemigo no está en el campo, ahí está el rival a batir, el enemigo del RM anida en los medios.
Por suerte la opinión creada por los medios que mencionas disminuye día a día. Hoy día podemos elegir el medio que más nos guste no ya en general si no para cada tema en concreto, e incluso elegir muchos o leer opiniones de terceros que antes era imposible conocer. Eso hace que medios como La Galerna asomen su cabecita para dar su punto de vista en general distinto (o no, si se tercia) del de los medios "tradicionales".
Además, yo creo que secciones como el Portanálisis o "programas" como El Radio (y su hermano pequeño "Al infierno con los Tataglia") y la Libreta de Van Gaal, entre otros, aprovechan que la tecnología ha convertido las hemerotecas en algo inmediato y nada hace más daño a esos "creadores de opinión" que las palabras que ellos mismos han pronunciado el día anterior, aunque muchas veces basta con acudir al minuto anterior y no haga falta hemeroteca alguna.
Esos medios "principales" tiran, cada vez más, de las "redes sociales" (básicamente de twitter, que así no hay que leer tanto) para que sean otros los que les creen el contenido y, en consecuencia, la opinión. Han dicho ya tantas cosas, lo han dicho todo de hecho, que forzosamente tienen que acertar y también forzosamente la mayor parte de lo dicho tiene que ser mentira, así que han debido pensar que lo mejor es que sean otros (se dice, se comenta...) los que inventen y así la exclusiva "les pertenece" pero la responsabilidad de la mentira no es suya.
Los "creadores de opinión" se parecen cada vez más a un "sálvame" que a un medio de información. Incluso se ha copiado el formato: un grupo de personas que no han podido o sabido adaptar su forma de trabajar a la nueva situación que la tecnología ha traído (cuando no directamente sin oficio ni beneficio), hablando todos a la vez, hablando por sensaciones, de oídas, de percepciones, de "feelings", aludiendo a fuentes fiables que nunca dan el clavo (quizá pq no existen), y con una consigna común: el Real Madrid (el famoso más famoso del "sálvame") siempre tiene un problema.
Yo creo que en el Real Madrid, personificado en este caso en Zidane, ya se han dado cuenta de esto. Da igual lo que se haga pq el Madrid siempre lo hará mal, así que el Real Madrid ya no quiere contentar a los creadores de opinión "afines" si no ser, sencillamente, el Real Madrid. Y somos cada vez más los madridistas que hemos entendido que no se trata de hacerlo todo bien para que nos regalen elogios y que somos felices cuando el Madrid es, sencillamente, el Real Madrid. Y eso no implica ganar siempre pero sí ganar mucho.
Amén!!! Plas, plas y plas!
El Real Madrid se dió cuenta de esto hace muchísimo tiempo. Florentino lo sabía y lo ha repetido cada vez que ha tocado elecciones. El problema es que somos una minoría y estos medios siguen haciendo mucho daño. Afortunadamente cada vez son más populares entre madridistas estos pequeños oasis que llaman a las cosas por su nombre y denuncian el sempiterno doblerasero que sufre el RM. Pero llegan a esa inmensa mayoría simpatizante, que se considera madridista y que repiten las torticeras e insanas letanías que lanzan desde esos medios. Víctimas de la ser y cope que abogan por sangre española que reclama Manolo Lama en plena retransmisión , y se lo creen. Cuando hablas con ellos en los bares y la calle, y les haces ver que esos argumentos son fruto del doble rasero periodístico contra el RM es cuando reculan un poco, y te dan la razón diciendo que la prensa es como es, pero siguen escuchando a los mismos canallas porque están habituados a escuchar esos medios.
No dan información, sino opinión y son gente que tiene atragantado al RM. Que el nivel que "debe dar" el RM lo marquen tipos como Gonzalo Miró, atlético hasta la médula que cobra del club, pues apaga y vámonos, es como si un madridista recalcitrante juzga al BArça todas las semanas, pues siempre habrá peros y el listón no lo supera... eso hacen continuamente en las continuas tertulias diarias y llegan a sus usuarios, insisto, más numerosos que nosotros.
Poco a poco vamos creciendo el número de madridistas que lo tienen claro, pero la inmensa mayoría de a pie, como se suele decir, es víctima de esta gota malaya.