Atletas y otros atletas

Ah, el verano. Se relajan las costumbres, la mente se dispersa y se busca aire fresco por cualquier esquina. Los fotogramas de la película pasan más lento y la siesta se convierte en el modo de estar en el mundo. Y ello aunque -o precisamente porque- el protagonista de las portadas madrileñas sea un atleta; uno que no es ni Cristiano, ni Bale, querido Pep (my dear), sino uno de verdad: Bruno Hortelano, flamante campeón de Europa en la categoría de 200 metros. La rapidez de Hortelano -y la de otros compatriotas notables, como Sergio Fernández y Toni Abadía, también medallistas- llega a las portadas madrileñas como de vez en cuando llegan también Mireia Belmonte o Carolina Marín, a golpe de éxito sonado que, por un día, detiene el carrusel del eterno Madrid-Barça que colma las portadas y la paciencia. Un Madrid-Barça de diseño, claro; uno virtual, de corte y confección, cuando no ridículo y pillado por los pelos.

Ahí lo tienen. Estupenda foto de Hortelano casi incrédulo en su felicidad, que nosotros no podemos sino celebrar con él, con su abuela de 90 años, con el Marca y con el As, que hoy tanto montan, montan tanto. Ya decíamos que el verano tiene estas cosas: todos en la misma carretera camino de la misma playa y parando en la misma gasolinera para comprar el Marca o el As sin saber muy bien cuál de los dos hemos comprado, porque en el fondo qué más da si estamos en verano y todo pierde peso y gana en levedad. Dos portadas gemelas, dos modos de decir exactamente lo mismo y venga, a la piscina, que nos quitan la tumbona. Y sin embargo...

No puede evitar As atender a sus fieles lectores -sean quienes sean-, con esa marca de la casa que consiste en el palito (muchas veces palazo) en las ruedas del Madrid. Ni en verano relaja Relaño esa costumbre, hoy centrada en lo difícil que parece ponerse el fichaje de Pogba para el club de Chamartín. Que no se entere Relaño (no queremos desilusionarle si llega a saber que sus palos ni nos rozan), pero miren que nosotros no veríamos como un drama que tal fichaje no se consumase, y aun menos por las loquísimas cantidades que se han ido soltando por ahí. Y no es que el francés no nos parezca un buen jugador, un portento físico con la peculiaridad de gozar de una técnica insospechada para lo que suelen ser los portentos físicos de su corte, de modo que ficharlo sería una buena noticia, aunque no ficharlo tampoco sería una muy mala.

Bien pensado, si de atletas va el día, con el fichaje de Pogba tendríamos otro en nuestras filas, cosa muy del gusto de Pep (¿para cuándo Sir?), recién llegado a Manchester, la ciudad de la luz desde que su quijotesca figura camina por ella, tal vez pensando -así lo dice Mundo Deportivo- en llevarse allí a uno de los porteros de su catalana alma mater. Entre entrevista con Noel Gallagher y exudación de style reconoce Guardiola que "Mou me ha hecho mejor entrenador" y la prensa deportiva catalana se apresura a recoger tal yin y yang en sus portadas. Ya saben, más o menos lo que decíamos del eterno Madrid-Barça, que es un poco lo mismo que Cristiano y Messi (que suene a todo trapo Jailhouse rock), que Batman y Joker, que meseta y rinconcito, que talonario y Masía... Todo un tanto falaz, claro está, que aquí se trata de vender periódicos, no de matizar, contextualizar o reflexionar, y menos en verano, oigan.

Mientras tanto, no sabemos si recuerdan a un jugador, turco para más señas y antaño atlético, que hizo buenas campañas en el Manzanares, tiró una de sus botas a un árbitro y luego fichó por el Barcelona tras una de las negociaciones más duras que se recuerdan desde aquella de Rivaldo el día que se cerraba el mercado de fichajes. Sí, Arda Turan se llama, y parece que busca o le buscan otro club ("novias", dice Sport). Al parecer, cuentan algunas crónicas que no ha dado el resultado esperado, más o menos como Modric o Bale y todo lo contrario que Douglas o Neymar, cuyo paso por los juzgados parece por fin cosa del pasado. Los Messi se merecían esta noticia, hombre ya.