Muchos aficionados del Real Madrid se sorprenden de que un equipo que terminó la temporada pasada conquistando cinco títulos e imponiéndose a sus rivales, con una superioridad manifiesta, seis meses después tenga la Liga perdida sin que ni tan siquiera se haya llegado al ecuador del campeonato. Y sin embargo, lo sorprendente es que se sorprendan. La historia reciente del club blanco nos indica que cada vez que ha sucedido lo primero luego se ha dado lo segundo. Si el Madrid de Mourinho alcanzó su cenit tras proclamarse campeón de Liga y en unos meses se desplomó, el de Ancelotti, que fue catalogado en diciembre como mejor equipo del mundo, también se derrumbó tras la disputa del Mundialito. Podemos afirmar, por tanto, que si bien el club ha sido muy eficiente a la hora de construir proyectos ganadores -partiendo además de situaciones muy complicadas- no ha tenido el mismo acierto cuando ha tenido que gestionar un escenario de éxito.
Está claro que cada periodo obedece a un contexto específico pero la deriva de todos ha tenido un nexo común: tras una temporada de éxitos los jugadores pierden el ritmo competitivo. ¿Está, entonces, el Real Madrid en crisis porque los jugadores están saciados? Sí pero no solamente. Rara vez un problema complejo responde a un solo motivo. La planificación de la plantilla este verano parece no haber sido la más adecuada. Se prescindió de jugadores cuyo aporte no ha sido compensado. Se fichó a un grupo de jóvenes con muchísimo futuro pero todavía con insuficiente presente. Y, sobre todo, no se ponderó adecuadamente el declive, la fragilidad o la edad, del trío atacante titular: Benzema, Bale y Cristiano.
El motivo por el cual los jugadores abandonan la tensión competitiva cada vez que saborean las mieles del éxito apunta a un agotamiento del compromiso entre la plantilla y el máximo responsable. Si tomamos como perspectiva las últimas veces, el triunfo siempre ha venido espoleado por un grupo muy motivado en torno a la figura de un técnico al que han identificado como “uno de los suyos” aunque, en cada caso, de una forma muy diferente. Mourinho congregó al equipo en torno a la idea de un enemigo común, Ancelotti se ganó su favor liberándoles de la presión que ejercía el portugués y Zidane tiró de carisma para distanciarse del perfil más burocrático de Benítez al que aborrecía una plantilla que, en sentido contrario, veía en Zizou a un ídolo de juventud.
Pero en cada uno de esos casos el margen para evolucionar, una vez se había llegado a lo más alto, era más bien escaso. Si con el portugués resultaba imposible mantener la cohesión interna por el desgaste que sufren sus jugadores -sus proyectos o son cortos o derivan en sublevaciones-, el italiano y el francés parecieron verse condicionados por el propio compromiso que establecieron con sus plantillas. Tanto Ancelotti como Zidane priorizaron la lealtad hacia el grupo que les había hecho campeones, por más que sus futbolistas no correspondieran con la misma fidelidad, una vez perdieron de vista la amenaza de la urgencia y se asentaron en una zona de confort.
No es una cuestión de si un jugador en concreto se acomoda o de si un entrenador en particular no accede a ser implacable con los futbolistas que los que triunfó. La mayoría de jugadores tienden al egoísmo del mismo modo que la mayor parte de entrenadores apuestan por el grupo que les hizo ganar. Aunque eso implique dejar de hacerlo. Por ello es responsabilidad de la entidad regular esas tendencias inherentes en unos y otros. Confiar en que esa implicación que les hizo campeones perdure sine die, con el único impulso que la dio origen, sin otros factores que la refuercen o corrijan, ha sido el gran error por parte del club estos últimos años.
Hay pocos ejemplos más contundentes para reflejar un cambio en la tendencia de una sección deportiva como la del Real Madrid de baloncesto. El equipo más laureado de España y del continente estuvo veinte años sin ganar una Copa de Europa, veintidós sin conquistar una Copa del Rey y su balance en Ligas se reducía a dos en doce años. Tras la llegada de Pablo Laso, como máximo responsable técnico, el equipo ha ganado tres Ligas, cuatro Copas del Rey y una Copa de Europa en tan solo cinco años. En otras palabras: se pasó del periodo más estéril a la regularidad en el triunfo. No obstante, y aunque el peso del técnico vitoriano haya resultado fundamental, no se puede achacar todo el mérito a Pablo Laso. La sección funciona como un reloj, la labor de scouting es ejemplar, no hay mejor cantera que la dirigida por Alberto Angulo y sobre todo, sus máximos responsables, Juan Carlos Sánchez y Alberto Herreros han sabido equilibrar las desviaciones del entrenador y la plantilla cuando ha sido necesario.
Para muestra, tres decisiones:
En el año 2012 el Real Madrid se proclamaba campeón de Copa superando en su propia casa y de paliza al F.C Barcelona. Una de las principales estrellas del equipo era Ante Tomic, elegido como pívot más destacado en el mejor quinteto ACB de esa misma temporada. Pese a esta consideración y aunque el talento del croata era indiscutible, el club no solo decidió no renovarlo sino que no puso trabas a su pase al máximo rival. La medida fue replicada con dureza por gran parte de una afición que no entendía como se sustituía a un jugador referencia en Europa por Marcus Slaugther, un simple complemento. Pero al club no le tembló el pulso y contra todo pronóstico el Real Madrid conquistó el título de Liga tras muchos años sin hacerlo.
En el año 2014 el equipo ganó solamente la Copa del Rey, un bagaje muy pobre a tenor de su fantástica plantilla, lo cual se agravaba con la pérdida, por segundo año consecutivo, de la final de la Euroliga. El club tomó la decisión de prescindir de los ayudantes de Pablo Laso contratando como segundo técnico a Chus Mateo -para ayudar a Laso, un excepcional gestor de plantillas, en las funciones tácticas- y a Zan Tabak, como especialista de pívots. Se trataba de una decisión muy sensible, toda vez que imponían al primer entrenador un equipo de trabajo nuevo en detrimento de sus hombres de confianza. Pero el club no dudó y el Real Madrid conquistó todos los títulos completando la mejor temporada de su historia.
en 2014, el real madrid decidió prescindir de los ayudantes de pablo laso
En el año 2017, el Real Madrid ganó exclusivamente la Copa del rey, un resultado muy alejado de las expectativas tras haber quedado primeros en fase regular tanto en ACB como en Euroliga. El club, no obstante, no solo no discutió la figura de Laso sino que lo renovó. El mensaje no podía ser más claro: que un profesional, en este caso Laso, no hubiese cumplido con los objetivos marcados no impedía que siguiese siendo la mejor opción para volver a ganar.
Así, pues, los responsables de la sección de baloncesto han sabido imponer la jerarquía que les corresponde para corregir o reforzar, en cada momento, la evolución del equipo, con independencia de si las medidas adoptadas iban en contra de los intereses del técnico, de jugadores contrastados y hasta de una afición ávida en hacer pagar a alguien por los fracasos. Una estrategia que difiere de la marcada en la sección de fútbol, donde, recurrentemente, tras periodos de éxitos, se ha blindado a jugadores y entrenadores -con renovaciones innecesarias o no alterando en exceso la estructura de la plantilla para no importunar a nadie- en la confianza de que estas concesiones fuera a perpetuar dicha bonanza, del mismo modo que, en ocasiones, se ha destituido a técnicos como un gesto de cara a la galería cuando no se ganaba.
Tal y como demuestra la sección de baloncesto, el secreto para perpetuar un ciclo ganador pasa, inexorablemente, por la asunción de la responsabilidad del club en la toma de decisiones con independencia del interés de los jugadores, el técnico o la propia afición.
Intentar compara futbol y baloncesto, aunque sean del mismo club, no creo que sea buena idea porque no son comparables en nada. Mientras que en baloncesto se puede perder, en fútbol no se puede ni empatar. A partir de ahí, nada es comparable.
Otra cosa es que sea cierta buena parte del artículo. Los errores en la planificación de este año en futbol han sido muy graves, tanto por parte de la directiva como del técnico. Ninguno supo ver más allá y ese ver más allá es lo que marca la diferencia. Adivinar el presente y lo obvio lo puede hacer cualquiera, incluso esos fantasmones que de madrugada despluman a viejecitas y gente simple, pero es que cualquiera no puede ser técnico o directivo del Madrid. Bueno, en lo del técnico se podría discutir. Solo hay que revisar la lista en la que aparecen algunos que alcanzaron a dirigir al equipo y nadie supo nunca como.
Otra puntualización por la que no se pueden comparar, es que los mejores jugadores del mundo (puede que los 100 mejores o más) juegan en la liga norteamericana, mientras que el club de fútbol lucha por ser el mejor del mundo en términos absolutos, en un mercado que se ha puesto muy complicado. Pero tampoco creo que no se puedan sacar algunas conclusiones buenas y útiles al hacer la comparación. De hecho, yo recuerdo bien que el cambio de tendencia que lleva al Barcelona a ser un equipo ganador comenzó en la sección de baloncesto (y en la Copa del Rey de fútbol).
Saludos. Desde el mayor respeto por todas las opiniones y este medio, quiero romper una lanza a favor del autor del articulo, pues ¿donde esta escrito que no se puedan extrapolar teorias en gestion deportiva de una disciplina a otra? Los deportistas, sus egos, la gestion de grupos, la gestion del exito y el fracaso son solo algunas de las cosas que podriamos hablar de futbol, basket o cualquier otro deporte.
En cuanto al mercado baloncesto - futbol hay dos matizaciones. 1) En la NBA existe el limite salarial y se han de acometer renovaciones millonarias que ponen en jaque la estructura economica de la entidad pues has de decidir quienes son tus piezas estrategicas, a que quieres jugar con ellas, que clase media necesitas y a que precio. De este sistema los americanos cuentan con grandes genios que han sabido navegar como gestores estrella y autenticos cenutrios que se ahogaron en su complejidad. De aqui el Madrid de futbol podria aprender mucho en cuanto gestion economica y deportiva. En la NBA el scouting es esencial. Saber elegir en el draft te dara mejores piezas para el futuro. El Madrid parece haber adoptado una filosofia muy basada en el scouting. Pero luego a estos chavales nuevos hay que ponerlos, hay que integrarlos, enseñarlos y creer. Sin un entrenador que crea en esta filosofia y la aplique interesantes equipos no han conseguido coger vuelo y han muerto en el camino. Esto me recuerda al Madrid de ZZ este año. El entrenador no cree en su plantilla y entra en contraposicion con la politica deportiva del club. Sintoma claro de falta de armonia en las filosofias de gestion y que nunca acaban bien.
2) Euroliga y el futbol actual. Los jeques y magnates rusos. En la euroliga actual el Madrid no puede competir con el dinero NBA y tampoco con el dinero de inversores privados rusos o turcos. Bastante parecido a como el Madrid de futbol queda en desventaja con los premiers o los equipos de inversores. La manera de sortear estas dificultades basandose en el equipo, el proyecto y las personas adecuadas para realizarlo, sumado a la clarividencia a la hora de tomar decisiones, se pueden extrapolar para su estudio y posterior aplicacion.
Todo esto es teoria macarronica que me ha surgido a raiz de esta discusion sumamente interesante. Reitero mi respeto por todas las ideas y por este espacio web. Saludos.
A eso me refiero cuando hablo de que hay cosas buenas y útiles en la comparación. Un saludo.
Hola Pepe, tengo que hacer un comentario de tipo quisquiloso, desde el respeto y la admiración a todos los miembros de La Galerna. Escribes lo siguiente: "Muchos aficionados del Real Madrid se sorprenden de que un equipo que terminó la temporada pasada conquistando cinco títulos..." Yo de lo que me sorprendo es de que les sigamos la corriente a los estamentos filoculés en este asunto: las temporadas no se miden por años naturales, que son sólo eso, años naturales, en los cuales coinciden el final de una temporada con el principio de la siguiente; tan sólo se cuentan títulos de esta peculiar manera desde que el Barça ganó el "sextete", para su mayor gloria. Pero en puridad, insisto soy muy quisquilloso, la temporada 2016-2017 ganamos 2 títulos, y en esta temporada 2017-2018 (que todavía no ha acabado), llevamos de momento tres títulos. Si acaso se quiere forzar el asunto de los 5 títulos, lo correcto sería decir "Muchos aficionados del Real Madrid se sorprenden de que un equipo que terminó el año pasado conquistando cinco títulos..."
Por lo demás, muy de acuerdo con lo expresado en el artículo, quizás nuestros sueños húmedos están poblados de períodos hegemónicos, tipo LA Lakers, Boston Celtics y/o Chicago Bulls, pero es nuestra casuística, somos de fogonazos (y no nos va mal, verdad?).
Perdón humildemente por mi obcecación en este tema, ya sé que he mirado el dedo en vez de la luna... Saludos!
Para nada quisquilloso, Esteban. Acepto tu corrección que es acertada.
Un saludo!
De todas formas,hablando de mala planificacion¿quien dudaba de esta plantilla,a principio de curso?NADIE.
Para todos,hasta los enemigos(prensa),era la mejor plantilla del mundo.Nada mas.
En realidad, si hay algo que me quema, es mi convicción de que tenemos mejor plantilla que el Barca, pero peor equipo.
"De todas formas,hablando de mala planificacion¿quien dudaba de esta plantilla,a principio de curso?NADIE."
Hmm no?
Estábamos quienes intentamos parar que se vendieran (y malvendieran) jugadores como James y Morata -- es fácil buscar por los artículos del verano y antes, no escribo por aquí de forma continua, pero esto lo deje claro varias veces e intente demostrar porque era un error.
Al menos eso sí, entendí que estaban al final dejando salir a Morata porque traían a Mbappé. Quien se iba a imaginar el despropósito de que no solo vendían a Morata para no traer a nadie, sino que también se deshicieron de Mariano.
Eso se llama pésima gestión de plantilla. Me dirán, pero ellos se querían ir... Esto fue porque Zidane para nada les dio los minutos y partidos importantes que merecían. En medio de los éxitos pocos alertan de errores, pero estos eran claros, y eran errores que traerían consecuencias -- dejarnos sin esos jugadores para la siguiente temporada, desenlace que vi que les parecía bien a la mayoría.
A estas alturas la mayoría entendió que fue un error.
Totalmente de acuerdo. La planificación, por llamarlo así, de este verano, fue nefasta. Vaya si se están notando los 36 o 37 goles de menos que aportaron Morata, Mariano y Benzemá.
Como corolario, hasta Danilo y Coentrao se echan de menos (aquel partido agónico de Gijón...)
Es una buena plantilla la actual, pero, en efecto, muy lejos de ser la mejor de la historia de nuestro club, como se pretende hacer ver.
De acuerdo en que no se debió vender a Mariano (Morata quería salir sí o sí) sin traer antes a Mbappé, fichaje que entiendo se frustró. Pero creo que Mayoral no es peor que Alcácer.
Si James y Morata hubieran tenido los partidos que merecían, no se habrían ido.
Claro que Morata se quería ir, traerle de vuelta de la Juve para dejarle en la misma situación que estaba antes de salir... así que usted que cree?
Nunca he estado en contra de Benzema, pero se puede argumentar de sobra que Morata mereció muchas veces la titularidad y no la tuvo. Minutos basura, y partidos con rivales menores, si eso.
Me gusta mucho el artículo, enhorabuena. Toca puntos muy importantes.
En definitiva, según mi punto de vista, pone la estrategia sobre la táctica como club deportivo. Tener a una cabeza que sepa una barbaridad de fútbol, que esté complementado por muy buenos ayudantes, y que, además, tenga una visión "competitiva" de la sección a medio y largo plazo es VITAL. Sus "herramientas" son el conocimiento, la disciplina y la meritocracia. Tratar con personas es muy difícil, porque muchas decisiones afectan a los sentimientos humanos y se crean lazos afectivos: renovar, traspasar, aplicar el régimen disciplinario...pero como decía Michael Corleone en "El Padrino", "son solo negocios, no es nada personal". Así debe de actuar el director deportivo.
Y el jugador que esté en nuestro club debe de saber que solamente necesita una neurona emocional y motivacional central: ganar, ganar, ganar y volver a ganar, y que si esto no lo soporta, adiós y gracias.
Cualquier jugador que pase por el Madrid debe de saber que es equivalente a llegar a la cumbre profesional, que lo sepa. Y que ningún jugador puede ni debe estar jerárquicamente al mismo nivel ni de su técnico ni de su director deportivo.
Y por último, hay otros dos pilares básicos: la propaganda del club (en esto somos como los católicos respecto a los protestantes: unos negados) y la de luchar, estar junto a los poderes federativos y arbitrales ("más importante que tener a tus amigos cerca es tener a tus enemigos"). El Barsa y otros nos ganan en estos dos puntos y esto pasa factura, y mucha, comparen títulos. Y tengamos presente que no vence nunca la verdad sino el que gana e impone su ley y poderío, es triste pero es la pura realidad.
Mientras no empecemos a jugar en igualdad de condiciones me niego a entrar en eso que algunos llaman "autocrítica" y yo "bailar al son que tocan tus enemigos".
Aplaudo sin parar su comentario. Todo lo demás es dar validez a toda la corruptela del fútbol patrio. Cierto, y desearía no jugar aquí, si fuésemos libres ir a otro país. Muchas gracias.
Estoy de acuerdo con usted, y tampoco sigo competiciones corruptas.
Pero esto no es óbice para buena gestión de plantilla, esto no solo nos va a afectar en competiciones naciones.
Sobre no ser libres para irnos? Es fácil, salir con todo el dossier que se tiene, presentar las denuncias y llevarlas tan lejos como haga falta y consecuentemente se abandonan las competiciones nacionales.
Mientras llegamos a una Liga europea, no seria mala solución hablar con la Premier. Bernabéu no habría tragado y hace mucho que no tendría el club bajo estas "instituciones".
No hase falta decir nada más. Maldito señorío mal entendido...
Buenas tardes, a Thule y al resto de compañeros.
Usted y yo coincidimos en que no merece la pena ver los partidos de estas competiciones domésticas porque son muy corruptas.
Si no crean pronto una Liga Europea veré al Real Madrid 10 ó 12 partidos por temporada, no más.
Pues sí que es verdad: crear un "dossier", presentar denuncias e ir hasta donde sea necesario, incluso abandonar las competiciones españolas, ¿se imagina la que se liaría en este país? Pues aún así, lo deseo. Como dice nuestro compañero Ossip, rompamos la baraja, mientras nos juguemos en igualdad de condiciones me niego a bailar al son que tocan nuestros enemigos (qué gran frase, sí señor, la suya, Ossip).
¿Nos dejarán? Claro que no, pero hay que luchar por ello a muerte, de lo contrario unos cuantos seguidores nos descabalgaremos no solo del Real Madrid sino también del fútbol. Y por supuesto que Bernabéu no hubiese tolerado nada de lo que nos ocurre. El saldo arbitral es demostrable, el silencio de la prensa al respecto también, parte de nuestra afición no ve en esto un argumento que decante, y mucho, una competición. Y tenemos entre nuestros madridistas a aficionados que les parece impuro quejarse de esto, y que deberíamos meter más goles que el rival y obviar este escándalo arbitral. Añoro que la tecnología arbitre también los partidos y elimine el factor humano, es decir, a los árbitros.
Saludos.
"Añoro que la tecnología arbitre también los partidos y elimine el factor humano, es decir, a los árbitros."
Pensamos igual, llevo muchos años queriendo que sea solo tecnología la que arbitre partidos, evitar el "error humano" Se puede hacer si hay interés. Al menos Infantino ha empezado a meter lo del VAR. Muy lejos de todo lo que hace falta pero es un paso al menos.
Imagino la resistencia enorme para acabar con estamentos sagrados en este deporte como los árbitros... Pero si queremos un deporte limpio, donde las competiciones son transparentes, hay que llegar a eso. Aplicar todos los avances tecnológicos que tenemos, si ahora ordenadores pueden conducir coches a toda velocidad procesando todos los datos sin problema (esto avanzo muy deprisa usando deep learning) y lo que esta en juego es la vida de la gente... Lo mismo podemos hacer en fútbol, usando sensores en todo lo que haga falta (incluyendo la ropa de los jugadores), cámaras de alta velocidad que cubran todos los ángulos y un gran ordenador procesando todo y proyectando decisiones y las jugadas que requirieron arbitraje en los vídeomarcadores.
Si hay interés es posible.
Intersante reflexión.
Cruyff solía decir que los equipos había que renovarlos cada 3 años y creo que tenía razón. Hay jugadores en el Madrid que lo han ganado todo como Ramos, que no tienen competencia bien porque sea el buque insignia del equipo como Cristiano o porque los recambios son inexpertos como son los casos de Carvajal, Marcelo,Modric, Bezemá o Casemiro. Para colmo echo en falta la carencia de un líder dentro del terreno de juego que espolee a los compañeros con su entrega, sacrificio y acierto. Por último, tampoco debemos olvidarnos de que el máximo rival juega con las cartas marcadas y como muestra el partido de ayer contra la Real. Estoy compltamente convencido que el sábado, si se hubiera tratado del Barcelona, el gol de Bale lo habría concedido el árbitro y en cambio habría anulado el del Villarreal. Tiene que ser desmoralizante para la plantilla comprobar cómo sibilinamente te machaca el árbitro en cada partido y al máximo rival le hacen todo tipo de concesiones.
Estoy de acuerdo con el articulo, y efectivamente se deberían aplicar esos mismos principios a la sección de fútbol. Deben crear y poner a funcionar los mismos mecanismos.