Creo que ya empiezo a conocer a Asensio. Y creo que me gusta. Siempre he pensado que el asensismo se apoyaba en el misterio que emanaba el propio futbolista más allá de sus contadas demostraciones sobre el campo. Es como un misterio ansioso por ver definitivamente a la estrella de la que tantos hablan, la estrella que titila en esos detalles tan delicados o que hace estallar botes de pintura sobre el lienzo como aquella niña prodigio de La Gran Belleza.
Una admiración tan general a mí me hace sospechar por eso de que lo que se oye puede ser una canción del verano o del invierno. El fútbol está lleno de esa clase de canciones con las que la gente baila sin cesar hasta que le ponen otra más nueva e igual de pasajera. Pero ya no se baila a Asensio como antes y sin embargo él sigue haciendo cosas nuevas y sobre todo antiguas que no sólo no descubren el misterio sino que lo elevan.
El personal se cansa de tanto misterio. Puede soportarlo un tiempo, pero no sostenerlo en el tiempo, ni disfrutar de él más allá de su impaciencia, esa impaciencia consentida que clama al cielo por un nueve goleador hasta que marca Benzema (el misterio maravilloso y eterno) recién salido en el ochenta y nueve.
Parece que se habla mucho de fútbol pero no es cierto. Lo que más se hace es mugir, ladrar o rebuznar. Hablar se habla poco y es una lástima. Por eso el misterio de Asensio me gusta tanto, porque con el misterio nadie puede gruñir ni graznar ni cloquear. Yo he visto a individuos glugutear, croar y cacarear al mismo tiempo que tocan el tambor, los platillos y la armónica con un gol normal y corriente de Messi.
Yo creo que me gusta Asensio porque puede hacer relinchar y también reflexionar. La semana pasada una media vuelta de tacón entre varios rivales me dejó como observando la Monalisa. Recuerdo cómo le peinó la cresta a Piqué en la Supercopa: intensos y numerosos balidos se escucharon entonces. Este domingo, contra el Betis, marcó un gol a pase de Carvajal donde decidió con qué pie golpear en la última décima de segundo de la cinco de las que dispuso.
Fue como un gol de Chiquito diciendo: no puedo, no puedo, ¡jaaarl! Y eso la mayoría de la gente lo ve y no lo ve. No lo celebra de esa manera. No rebrama como el ciervo porque es Asensio y no Messi o Xavi o Iniesta, todos ellos verdaderos héroes en la granja. Asensio produce admiración entre los patos domésticos y los silvestres; y yo empiezo a conocerlo y empieza a gustarme mucho porque va creciendo despacio y lo están cuidando.
Zidane lo está cuidando tanto que a veces parece que está haciendo todo lo contrario. A mí me recuerda a Karate Kid cuando se enfada porque el Sr. Miyagi le obliga a dar cera y a pulir cera, a pintar la valla y las paredes, el misterio, hasta que éste le demuestra la aplicación de todo ese trabajo en el kárate y le regala por su cumpleaños un descapotable amarillo. Da la impresión de que estamos ya en la fase en la que Danielsan ha comprendido y va a valer a la pena esperar lo que haya que esperar con tal de verle hacer un día el salto de la grulla.
Asensio es un jugador fantástico, un auténtico diamante en bruto. Puro Real Madrid.
Lo que hace falta es que la prensa mantenga sus manos pringosas lejos de él para que no nos lo estropeen.
solo espero que a la hora de fichar no estropeen lo que tenemos que es mucho y joven, Asensio, Ceballos, Theo, Isco, etc, y Hazard vendría para eso no creo que mejore a ninguno de ellos
Me gusto la comparacion,con karate kid.
Algo similar le conteste yo,al "A mi no me gustan los lunes"ese caradura,que lo que no le gusta,es el Real Madrid.Me gusto sobre todo,el final,con el SALTO DE LA GRULLA.
Fantastico,sr.Mario.
Saludos desde mi GRAN CANARIA Y HALA MADRID.-
Hoy De las Heras se lleva mi aplauso. Comparto la idea de que ZZ le cuida y mima porque huele su futuro. Este chico es desde ya trascendental en este Madrid en perenne construcción. Su vuelo es impresionante y su apuesto a que dentro de un futuro ya tocante, muchos defensas empezarán a persignarse toda vez que sea titular indiscutible y les toque enfrentarle. Un saludo desde Cuba