Al Real Madrid le clausuraron por primera vez el estadio por el célebre episodio del "Loco del Bernabéu", un seguidor ultra que, con un pasamontañas del Madrid, se tiró al terreno de juego, una vez acabado el partido de ida de Copa de Europa entre el equipo blanco y el Bayern Múnich. Fue en partido de ida de las semifinales, celebrado el 31 de marzo de 1976. El austríaco Linemayr no estuvo bien, escamoteando un claro penalti a Santillana. Por la colleja del interfecto, la UEFA sancionó al club blanco con dos partidos fuera de Chamartín, que cumpliría al inicio de la Copa de Europa 1976-77. La primera eliminatoria fue contra el equipo polaco del Stal Mielec ...¡en Valencia! ¿Se lo imaginan hoy en día? Y para la segunda eliminatoria, se escogió La Rosaleda para medirse al difícil Brujas. Era la noche del 20 de octubre del 76.
Hace un viento del mil demonios. Vamos en el "Cuatro Latas" de mi padre, además de mi progenitor, mi amigo Juani y quien suscribe. Cuando llegamos a Málaga le pregunto a mi padre que a esas horas por donde estaría el mítico don Santiago Bernabéu. Mi padre, José Moreno Pérez, el más grande madridista de la Axarquía, miró su reloj y dijo algo así como "pues debe estar camino del estadio". No habían pasado ni cinco minutos cuando, en un atasco monumental en pleno centro de Málaga, miro a mi derecha y veo, o parece que veo, cual aparición mariana, la inconfudible efigie de don Santiago. ¡Papá, papá, ahí está Bernabéu! Juani se quedó mudo, pegó su cabeza a la ventanilla mirando atónito al Mercedes que, efectivamente, trasladaba al octogenario presidente al campo de fútbol malacitano. Mi padre, con esa espontaneidad que le caracterizaba, me dijo que abriera la ventanilla del copiloto, y empezó a hacerle gestos a Bernabéu y sus acompañantes.
Uno de ellos era el gerente, don Antonio Calderón. Por fin, a pesar del ruido existente en la calle, aunque fuera casi inaudible, mi padre pudo, con ambos coches en paralelo, dirigirse al legendario dirigente y explicarle que se carteaba con el Real Madrid y que le deseaba lo mejor para la eliminatoria ¿Le escucharon? Yo creo que sí...y si no, ¿qué mas da? A todo esto, mientras mi amigo permanecía callado contemplando la increíble escena, yo no paraba de gritar ¡Hala Madrid, Hala Madrid! En fin, así, de esta manera tan inesperada, conocimos al hombre que, junto a don Alfredo Di Stéfano, encumbró al equipo merengue a la cima del fútbol mundial.
A todo esto, el partido fue malísimo, acabó 0-0 y Jensen falló un gol que recordaré toda la vida. En la vuelta, el Madrid fue eliminado por 2-0. Pero, gracias a aquella casualidad, conocimos a Don Santiago Bernabéu, el más grande.
Lo nunca visto.
Me sorprendió muchísimo la Axarquia cuando la conocí ( y me hizo mucha gracia que tuviera hasta su moneda) y me enamoré perdidamente de Frigiliana, uno de los pueblos más bonitos que he visto en España.
Una anécdota de las que es difícil olvidarse si no eres víctima del doctor alemán...
Me ha parecido una escena de lo más verosímil y simpática.
Buenos días, me imagino que habrá sido un "lapsus", porque el paso del tiempo es implacable con todos, por la cual no dudo del carácter fanático del seguidor madridista que se lanzo al campo para ajustar cuentas con ese sinvergüenza que era Linemayer, pero Ultra Sur no pudo ser, ya que dicha peña se fundo en los primeros 80, creo que 198, a cada uno lo suyo.
Saludos
1982
Real Madrid, sin duda, el más grande y el más puteado.
Es algo que me solivianta. Ser el más perjudicado por las actuaciones arbitrales y tener que oír, porque no me interesa escuchar y ,si se da el caso, corto de raíz semejante estupidez, que gana títulos gracias a los señores colegiados. Con arbitrajes decentes creo que el Real Madrid tendría 3-4 orejonas más y , por lo menos, 10 ligas más.