Hoy, 28 de febrero, día de Andalucía, hacemos repaso a una Comunidad que ha reportado grandes jugadores a la historia del Real Madrid. En los 117 años desde la fundación de la entidad capitalina han sido más de 60 los futbolistas que han vestido su camiseta.
SEVILLA es la provincia que más jugadores ha aportado y le sigue muy de cerca Málaga.
Los primeros sevillanos datan de los años 20 con Juan Pablo Barrero, un medio polivalente, Alfonso de Medina, un zaguero con un solo encuentro en el club y José María Urrutia que no tuvo la ocasión de debutar en partido oficial.
En 1930 se firmó a Antonio León, conocido como ‘Leoncito’, un medio hábil para organizar el juego y robar balones. Formó parte del gran equipo que, a principios de esa década, levantó dos Ligas y dos Copas. Ya en los 50 el vestuario se llenó de jugadores nacidos en la capital andaluza, primero con Espina, un extremo que entró en la operación del traspaso de Gento al Racing. Luego con Juan Santisteban, un medio fino y creador de juego titular en la ‘Cuarta’ Copa de Europa. Más tarde con Manolín Bueno, fenomenal extremo izquierdo que vivió a la sombra de ‘La Galerna del Cantábrico’. Y por último, con Villa, un interior de gran regate formado en la cantera que tuvo que emigrar al coincidir con Rial o Puskas.
En la década posterior únicamente aparece García Ramos, un extremo del juvenil nacido en Santi Ponce que disputa un partido de Copa de lateral. En 1983 y procedente del Anderlecht se firma a Juan Lozano, un centrocampista de gran calidad originario de Coria del Río que no acabó de cuajar y que desarrolló parte de su carrera en Bélgica. Seis años más tarde se fichó a Joaquín Parra del Atlético de Madrid, tras quedar libre. El sevillano era un jugador de banda, con habilidad, que tuvo un papel secundario durante dos temporadas.
En 1992 el cuadro merengue echa el lazo a Nando, un central fuerte y corpulento que suma cuatro cursos ganando una Liga y una Copa. El siguiente sevillano en la historia es un canterano de nombre Enrique Corrales, que se desempeñaba de lateral izquierdo. Su debut fue en aquel triste partido de Copa ante el Toledo. Y tras el zaguero llegó un lustro después José Antonio Reyes, clave en el alirón con un doblete frente al Mallorca de la Liga 2006-2007.
Los dos últimos jugadores hispalenses son el actual capitán, el camero Sergio Ramos, toda una institución y leyenda del club y el utrerano Dani Ceballos que llegó del Real Betis y que ahora cosecha méritos, en la filas del Arsenal, para poder volver .
MÁLAGA, hasta la fecha, han aportado un total de 15 jugadores. El hombre que inaugura la lista es Juan de Cárcer, un portero que estuvo desde 1911 a 1915, y que luego fue el primer entrenador profesional de la historia del club. Los siguientes pertenecieron a la entidad blanca a principios de los 40, como Antonio Sierra, un medio fichado en plena reconstrucción tras la Guerra y Antonio Vega que actuó en varios amistosos.
En 1961 ascendió al primer equipo el potente delantero Antonio Iznata que se marchó cedido en varias ocasiones y solo jugó tres partidos oficiales. En la década siguiente surgió de la cantera Francisco Pineda, que jugó cinco temporadas siendo un revulsivo en la delantera. Con él coincidió Salguero, un defensa con mucho oficio originario de Fuente Piedra y el fenomenal Juanito que debutó en 1977 y pasó diez años dejando su impronta de genio, mago y futbolista único e inimitable. Hoy en día se le sigue recordando en cada minuto siete en el Bernabéu. En esa década de los 80 también hay que mentar a Fuentes, uno de los chavales que jugó durante la huelga de futbolistas en 1984.
Tras la marcha de Juanito se juntaron Francisco Muñoz Pérez, un defensa que se fichó por sorpresa ante la baja de varios jugadores en esa línea y Santi Aragón un medio elegante y de buen golpeo, muy recordado por aquel gol desde el centro del campo al Barcelona.
Otro malagueño que ha pasado a la historia de la institución merengue inició su andadura en 1989: Fernando Hierro. El poderoso medio, que luego bajó a la defensa para liderar con su jerarquía, estuvo casi tres lustros firmando una carrera para el recuerdo. Con el de Vélez, en su extensa trayectoria, concurrieron dos paisanos: Aranda y Fernando, un delantero potente y un centrocampista de toque que venían del Castilla pero no se afianzaron con los mayores.
Los dos últimos de la lista visten actualmente la camiseta madridista. Uno es Isco, un 10 repleto de talento y calidad que ha sido clave en cuatro de las cinco últimas Champions del club y Brahim, un centrocampista con un futuro espectacular que domina de manera sobresaliente las dos piernas.
Por parte de CÁDIZ, hasta una decena de gaditanos han militado en el equipo merengue.
El primero fue Manuel García de la Mata, un portero al que se fichó en 1923 pero únicamente se puso bajo palos en choques amistosos. En 1936 fue asesinado en la Guerra Civil. El segundo fue otro jugador que tampoco se estrenó en partido oficial: Manuel Cortés. El de La Línea de la Concepción era un medio derecha que perteneció al club desde 1943 a 1947. Un año después llegó Emilio Soto, un medio nacido en San Fernando. En Madrid gozó de oportunidades en la Liga, con Mister Keeping, entre 1948 y 1950. Otro linense de nombre Juan Vázquez aterrizó en 1953 al mismo tiempo que Di Stéfano. En esa temporada, en la que se ganó la Liga, el delantero, ascendido desde el Plus Ultra, disputó dos encuentros. Tras casi dos décadas de ausencia de gaditanos en el club apareció Andrés González, un central muy alto para la época, fuerte, contundente y con calidad. Llegó del Cádiz y estuvo ligado al equipo desde 1972 a 1976 pero la responsabilidad y las lesiones no le dejaron triunfar.
Ya en los 80 dos nuevos futbolistas de Cádiz se enfundaron la camiseta blanca: Juan José y Aldana. El primero apodado ‘Sandokán’ que jugaba como lateral diestro y se incorporaba con velocidad y descaro. Estuvo tres años completando buenas estadísticas individuales. Por su parte Aldana, de San Roque, se había criado en el Castilla y era un centrocampista espigado, fuerte en lo físico y con buena llegada al área. Habitual suplente en ‘La Quinta’, completó un gran palmarés. Los últimos tres gaditanos se rigen por el mismo patrón, futbolistas de ‘La Fábrica’ que no se consolidaron. David Barral, un delantero que solo jugó un amistoso, Jurado, un centrocampista de calidad, sanluqueño, con seis choques oficiales en su haber y José Carlos Lazo, un extremo que actuó en un amistoso contra el Inter en China.
Desde HUELVA los pioneros fueron los hermanos Pérez de Guzmán. Eran un total de tres hermanos, Francisco, Luis y José, pero este último nació en Jerez de los Caballeros. Ambos estuvieron en la disciplina blanca de 1909 a 1913 y disputaron los dos partidos de Copa contra el Athletic en 1910. Un lustro después llegó Montenegro, un delantero centro onubense al que se echó el ojo con la camiseta del Recreativo. El punta destacaba por su remate de cabeza y se matriculó dos años para jugar en el club blanco. El cuarto de la lista fue Bracero un fichaje de emergencia para el curso 1940-1941 que disputó tres partidos de Liga. Ya a finales de los 80, Ángel volvió a poner en el mapa a Huelva en el Real Madrid con seis temporadas a un notable nivel. Centrocampista de brega, trabajo, inteligencia y magnífico a la hora de robar balones era un intelectual fuera de los terrenos de juego. Por último resta Pardeza, miembro de ‘La Quinta del Buitre’, un extremo ágil y con regate que tuvo que emigrar del club al no consolidarse.
CÓRDOBA. El primer cordobés que jugó en el Real Madrid no tuvo la fortuna de disputar ningún encuentro oficial. Su nombre: Pedro González Carnero. Conocido como ‘Pedrito’ era un lateral de carácter defensivo llegado del Real Jaén en 1962. Tres años más tarde, el Real Madrid fichó a Ramón Tejada, un medio volante distribuidor de juego cuya misión era sustituir a Muller. Pero en esas fechas apareció Pirri y le comió todo el terreno. El tercer futbolista cordobés fue Juan Verdugo que inició su andadura blanca en 1971, un lateral zurdo de Montilla, de buena técnica y condición defensiva. Estuvo cuatro años siendo un habitual de las alineaciones de Miguel Muñoz. Antonio García Navajas era un defensa central con un sensacional físico y buen trato de balón que nació en Posadas y llegó al club en 1979 procedente del Burgos. Estuvo tres temporadas formando parte del mítico ‘equipo de los García’. Por último el quinto futbolista cordobés lleva el nombre de Toril. Originario de Peñarroya era un medio de calidad, visión de juego y fuerza al que una lesión paró en seco. En su papel como entrenador del club dirigió al Castilla cuatro temporadas en las que logró un ascenso a Segunda. Para concluir con los cordobeses de la historia merengue es digno de mención otro técnico mítico: José Villalonga. Teniente Coronel, el cordobés es un entrenador legendario al lograr las dos primeras Copas de Europa del Real Madrid. En su librillo hacía mucho hincapié en la preparación física de la que era un experto y gracias a la cual, con un estudio pormenorizado, sacaba un gran rendimiento de sus pupilos.
A lo largo de la historia GRANADA ha contribuido con tres futbolistas a la institución merengue: González, Bonet y el motrileño José Callejon.
José Manuel González era un defensa central cuyo padre madrileño había militado en el Madrid en los 50. El zaguero firmó en 1961, en una época con gran competencia en su posición. Como curiosidad, destacar que es tío del entrenador Lucas Alcaraz. Por su parte Francisco Bonet nació en Almuñecar y también jugaba de central descollando por su físico fibroso, buena técnica y su magnífico desplazamiento de balón. En el verano de 1982 Luis de Carlos lo fichó del Elche y rindió a gran nivel hasta 1983, cuando una entrada de Migueli, en la final de Copa, le supuso una rotura de ligamento y de menisco. Por último, José Callejón era un canterano de ‘La Fábrica’ que el club trajo con 15 años junto a su hermano Juanmi. Pasó por los distintos equipos de cantera hasta que en 2008 el Real Madrid lo vendió al Español y lo repescó en 2011. Muy del agrado de José Mourinho actuaba en la banda derecha donde demostró olfato de gol, rapidez, descaro y juego al espacio.
También ALMERÍA, como Granada, ha tenido a tres jugadores nacidos en su provincia con pasado madridista. Francisco Gómez era un mediocentro que fichó el Madrid en 1932 y solo actuó en un partido de Liga ante el Español. En 1953 el club firmó a Antonio Serrano, un medio volante de brega sin partidos oficiales en su estadística. El tercero fue José María Salmerón, un centrocampista canterano de buena técnica que tuvo la oportunidad de su vida en la segunda huelga de futbolistas del año 1984, en un partido en El Molinón.
Por último JAÉN es la provincia andaluza menos productiva en lo que se refiere a futbolistas merengues. Apenas Espinosa y Cantero formaron en algún momento parte de la primera plantilla del Real Madrid.
José Luis Espinosa fue uno de los arqueros en los que pensó el Real Madrid para sustituir a Ricardo Zamora. Originario de La Carolina fue un guardameta que ganó la Liga con el Betis en 1935 y en el verano de ese año lo firmó el club blanco. Su papel se centró tras la Guerra Civil y hasta 1941. Mientras que Pedro Cantero fue un defensa, nacido en Jaén capital, que fichó por el equipo blanco en junio de 1951. Pero en su puesto figuraban Oliva, el francés Hon o Clemente, que le dejaron sin posibilidades de debutar en duelo oficial.
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