Una vez que el foco ya no apunta hacia uno de los lugares más calientes del fútbol (y con razón), el banquillo del Real Madrid, conviene detenerse en la figura de Miguel Muñoz, de cuya salida del club se cumplen nada menos que 50 años. Cómo hemos cambiado.
El madrileño, jugador del Logroñés, Racing y Celta antes de recalar en Chamartín, presumía de varios honores como futbolista blanco: ser el primero en marcar un gol en la Copa de Europa con el Madrid y levantar los dos primeros títulos continentales con el brazalete de capitán. Su palmarés, además, dejó escaso margen a la comparación: 4 Ligas, 3 Copas de Europa y dos Copas Latinas.
Su turno en el banquillo llegó por accidente, después de varias decisiones erróneas en la temporada 59/60 que terminaron por agotar la paciencia de Bernabéu. Esa campaña, el técnico era el paraguayo Fleitas Solich, que llegó acompañado por Didí, una estrella oscurecida por el fulgor de Di Stéfano. El 12 de abril de 1960, a falta de sólo una jornada para la finalización de una Liga que se llevaría el Barcelona, Miguel Muñoz tomó las riendas del equipo. El desafío era de aúpa: nada menos que las semifinales de la Copa de Europa contra los blaugranas, que, por tendencia y moral, eran claros favoritos. Se venció por un doble 3-1 y llegó la quinta Copa de Europa, la del 7-3 contra el Eintrach de Frankfurt.
El 13 de enero se cumplen 50 años de la salida del club de Miguel Muñoz
A partir de ahí, la encomienda de Miguel Muñoz pasó por la gestión de la cuesta abajo de la generación de Di Stéfano y el rearme de un nuevo equipo, tarea que solventó con éxito: ganó cinco Ligas seguidas y consolidó el Madrid ye-yé a base de cantera y fichajes españoles. Y eso que, hasta su llegada, si por algo se había caracterizado Santiago Bernabéu es por su gatillo fácil a la hora de destituir entrenadores. Nada menos que 11 en sus primeros 17 años en la presencia del club: Encinas, Quincoces, Albéniz, Keeping, Scarone, Ipiña, Enrique Fernández, Villalonga, Carniglia y el mencionado Solich.
Lo que no pudo resistir Muñoz fue el cambio de modelo en la preparación y sus consecuencias en la confección de una nueva generación. Los métodos físicos y tácticos impulsados por Helenio Herrera y extendidos en todo el continente, pillaron a contrapié al madridista, anquilosado en la liviana previa de los partidos: un día de descanso, otro de masajes y sólo uno de preparación física. La 73/74 fue la última campaña de Miguel Muñoz al frente del banquillo. Llegó con el Barça campeón de Liga y se fue del mismo modo. De las ovaciones se pasó al “¡Fuera, Muñoz!” en la grada, lo que motivó que, tras una derrota contra el Castellón, Bernabéu acabara aceptando su dimisión el 13 de enero de 1974. Atrás dejó 14 títulos en 14 años (9 Ligas, 2 Copas de Europa, 1 Intercontinental y dos Copas), pero, ante todo, un recuerdo imborrable para el madridismo.
No hay duda de que, por conocimiento de club y preparación, Ancelotti se adapta como un guante al Bernabéu, pero, como siempre, antes y ahora, quedará sometido a la tiranía de los resultados
Quizás con esta historia sobre su cabeza, Carlo Ancelotti nunca desaprovecha la ocasión para resaltar el privilegio que supone ocupar el asiento más codiciado y eléctrico que existe. Porque, si hacemos el recorrido de técnicos contratados por Florentino en sus dos etapas (y sin contar repeticiones), también completamos una alineación: Del Bosque, Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo, López Caro, Pellegrini, Mourinho, Carletto, Benítez, Zidane, Lopetegui, Solari.
Este año el preparador italiano, que parecía con la maletas dispuestas para acudir al rescate de Brasil en junio de 2024, ha igualado la cifra de partidos ganados en la Copa de Europa de Muñoz (41) y ha sellado su renovación con los blancos. No hay duda de que, por conocimiento de club y preparación, Ancelotti se adapta como un guante al Bernabéu, pero, como siempre, antes y ahora, quedará sometido a la tiranía de los resultados.
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No sé cómo sostendrían Ancho y Floper el hecho de no ganar Liga ni Copa ni Champions (ojalá no suceda) con una renovación en enero. En caso de consumarse el peor de los escenarios seguiría adelante con la renovación o lo echaría?
Falta Rafa Benítez en esa lista de entrenadores con Florentino, ¡Como se reían de sus instrucciones algunos jugadores en unas imágenes de la pretemporada en Australia! Ahí ya vi que iba a durar poco.
No falta Benítez acabo de darme cuenta, entono el mea culpa